Twitter perdió a los últimos empleados que le quedaban en el centro regulatorio de Bruselas, en un momento en que la empresa se enfrenta a una creciente seguridad regulatoria.
La pequeña oficina de seis empleados se había reducido a dos en las últimas semanas tras la drástica eliminación de personal de Elon Musk, según afirmaron personas con conocimiento de las salidas. Los dos miembros restantes se fueron la última semana, después de que Musk pidiera al personal que se comprometiera con una “cultura de trabajo incondicional”.
La oficina de Bruselas fue un centro clave para que Twitter se involucrara con una avalancha de regulaciones europeas, muchas de las cuales entraron en vigor recientemente. La plataforma de redes sociales ha luchado durante mucho tiempo contra la percepción de que no ha logrado manejar el discurso de odio y la desinformación.
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No fue posible contactar a un portavoz de Twitter para que entregara comentarios. Las salidas de Bruselas fueron informadas primero por Financial Times.
Autoridades y reguladores europeos se han apresurado a exigir a Twitter mantenerse al día con sus exigencias regulatorias. Horas después de que el multimillonario Musk cerrara su acuerdo de US$44.000 millones por la compañía, el comisario europeo Thierry Breton envió una advertencia al nuevo propietario, instando a que la compañía “siga nuestras reglas”.
La Ley de Servicios Digitales de la Unión Europea otorga más facultades a los gobiernos para hacer cumplir las normas que rigen cómo las empresas de tecnología moderan el contenido y para decidir cuándo deben eliminar contenido ilegal. Si Musk no cumple, Twitter enfrentará multas de hasta el 6% de las ventas anuales e incluso podría ser vetada.
