La Unión Europea está abordando el manejo de residuos como las cápsulas de café, los artículos de tocador de los hoteles y las botellas de agua desechables mediante un conjunto de propuestas que pretenden ahorrar espacio en los vertederos y reducir las emisiones de dióxido de carbono.
Las medidas dadas a conocer el miércoles por la Comisión Europea buscan disminuir para finales de esta década los residuos de envases en un 5% respecto de los niveles de 2018, y en un 15% para finales de la próxima. Todos los productos de embalaje tendrían que ser reciclables, y los artículos como bolsitas de té y pegatinas de las manzanas tendrían que ser compostables.
“Si no cambiamos las tendencias actuales, el volumen de desechos plásticos podría aumentar en un 46% para 2030”, dijo Virginijus Sinkevicius, comisario de Medio Ambiente de la UE.
Un 5% puede parecer poco, pero la cantidad de residuos y las emisiones correspondientes a ellos está aumentando a medida que el comercio electrónico se vuelve más frecuente y las empresas buscan formas innovadoras de vender sus productos. El esfuerzo podría tener efectos colaterales a nivel mundial, dado que la UE es el mercado único más grande.
“Es líder en el mundo”, dijo Piotr Barczak, oficial sénior de políticas para economía circular y desechos en la Oficina Ambiental Europea, una coalición de organizaciones de ciudadanos. “El flujo de desechos que aumenta más rápidamente son los desechos de empaque”.
Las reglas tendrían ramificaciones para industrias que van desde la producción de alimentos hasta la electrónica de consumo y la fabricación de productos químicos. En la UE, alrededor del 40% del plástico y la mitad del papel se utilizan en envases, y el diseño a menudo dificulta la reutilización o el reciclaje.
Ciertos sectores, como la industria cervecera, enfrentarán objetivos para la reutilización de envases, según las regulaciones. Eso podría llevar a que las formas de las botellas sean más uniformes.
Empresas desde Nestlé SA hasta Carlsberg AS acogieron ampliamente las propuestas y dijeron que ya estaban realizando esfuerzos para reducir los desechos. Brewers of Europe, un organismo comercial para la industria cervecera, dijo que querían ver una regulación proporcionada y que no sea discriminatoria para un sector en particular.
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Es probable que las propuestas enfrenten cierta oposición por parte de la industria del empaque y sus clientes, quienes podrían tener que pagar más para instalar sistemas de reciclaje o encontrar materiales alternativos.
La Organización Europea para Envases y Medio Ambiente dijo que cualquier mandato debe incluir incentivos para invertir en la infraestructura requerida.
Según las medidas, los países tendrían que establecer sistemas para reciclar botellas y latas en los que los consumidores paguen más por el artículo y luego recuperen ese dinero cuando devuelvan el envase. La meta es una tasa de recolección del 90%. Si los Estados pueden demostrar que han alcanzado ese objetivo por otros medios, podrían quedar exentos de las nuevas medidas.