Las ventas minoristas de México cayeron inesperadamente en diciembre, lo que se suma a la imagen de una economía debilitada tras la posesión del presidente Andrés Manuel López Obrador. Las ventas minoristas cayeron 1,3 por ciento respecto al año anterior, informó el martes el instituto nacional de estadísticas. Los economistas esperaban un crecimiento de 2,7 por ciento, con base en la mediana de 15 estimaciones en una encuesta de Bloomberg. Ninguno pronosticaba una caída. Sobre una base mensual, las ventas cayeron 3,2 por ciento, en comparación con una contracción de 1 por ciento predicha por los analistas.
La economía de México se desaceleró más de lo esperado en el cuarto trimestre, ya que diciembre registró la actividad más baja en nueve meses, en medio de las medidas de austeridad implementadas después de la posesión de López Obrador. Se espera que el crecimiento en la segunda economía más grande de Latinoamérica se desacelere a 1,7 por ciento este año, desde 2,1 por ciento en 2018, a medida que la economía de EE.UU. se desacelera y la incertidumbre por las políticas de López Obrador afecta la inversión privada.
"El principal motor de la economía mexicana, el consumo privado en el lado de la demanda y los servicios en el lado de la oferta, está perdiendo impulso a un ritmo alarmante", escribió Alberto Ramos, economista jefe para Latinoamérica de Goldman Sachs Group Inc. en Nueva York, en una nota a sus clientes.
En el futuro, "la incertidumbre persistente con respecto a la ratificación del T-MEC y la aprehensión del mercado por la orientación de las políticas macro y micro bajo la administración de López Obrador podrían tener un efecto visible de atenuación de la actividad, al restringir las condiciones financieras internas y hacer que los agentes económicos nacionales estén más a la defensiva en sus decisiones de gasto e inversión", escribió Ramos.
Bank of America predice un crecimiento de solo 1 por ciento y dice que la economía enfrenta una serie de posibles golpes. AMLO, como se conoce al presidente, sorprendió a los inversionistas al abandonar un proyecto de aeropuerto de US$13.000 millones a fines de octubre, dos meses antes de asumir el cargo, lo que desató una caída de las acciones, los bonos y las divisas mexicanas. Si bien el peso se ha recuperado desde entonces, el mes pasado una rebaja en la calificación de la petrolera estatal Pemex por parte de Fitch Ratings generó preocupación por el contagio a la calificación soberana del país.
Dada la debilidad del crecimiento y la inflación que se ha desacelerado desde diciembre, la mayoría de los economistas en una encuesta reciente de Citibanamex esperan que el banco central comience a bajar las tasas de interés en la segunda mitad del año desde un máximo en una década de 8,25 por ciento.
