La baja en los niveles de vacunación encendió una fuerte alarma en el sistema de salud argentino y volvió a poner en agenda la reaparición de enfermedades que estaban prácticamente erradicadas. La problemática fue abordada en el programa “Bienvenidos al Tren”, conducido por Juan Di Natale, donde se analizó el impacto sanitario, social y legal de una tendencia que preocupa a especialistas y autoridades.
Uno de los casos más contundentes es el de Mendoza, que en agosto avanzó con una medida inédita en el país: presentó las primeras 15 denuncias judiciales contra padres que no cumplieron con el calendario obligatorio de vacunación de sus hijos. La decisión marca un punto de inflexión en la discusión sobre los límites entre la elección individual y la responsabilidad colectiva en materia de salud pública.
Desde el gobierno provincial explicaron que la iniciativa surge ante el aumento de enfermedades prevenibles, como sarampión, rubéola, paperas y tos convulsa, patologías que habían sido controladas durante décadas gracias a las campañas de inmunización. La caída en la cobertura, profundizada tras la pandemia de COVID-19, generó un escenario de alto riesgo, especialmente para niños pequeños, adultos mayores y personas inmunocomprometidas.
En ese contexto, Mendoza endureció los controles sobre las familias y estableció la posibilidad de judicializar los casos de incumplimiento, con sanciones que incluyen multas que van desde los 84.000 hasta los 336.000 pesos, hasta cinco días de arresto o la realización de trabajos comunitarios, dependiendo de la gravedad de la falta y de la reiteración del incumplimiento.
Durante el debate en el programa, se puso el foco en una cuestión clave: la vacunación no es solo una decisión privada, sino una política sanitaria fundamental para proteger a toda la comunidad. Cuando disminuyen las tasas de inmunización, se rompe la llamada “inmunidad de rebaño” y se habilita la reaparición de brotes que pueden generar estragos en el sistema de salud.
Especialistas advierten que la desinformación, la circulación de discursos antivacunas y la pérdida de percepción del riesgo son algunos de los factores que explican esta caída. A diferencia de otras problemáticas sanitarias, Argentina no enfrenta faltantes de vacunas, ya que cuenta con uno de los calendarios de vacunación más completos del mundo, gratuito y obligatorio, garantizado por ley nacional.
El caso mendocino abrió un fuerte debate social y jurídico, pero también podría sentar un precedente para otras provincias que evalúan medidas similares ante la misma situación. Desde el ámbito sanitario remarcan que la judicialización no busca castigar, sino garantizar el derecho a la salud de los niños y de la población en general.
La discusión sigue abierta, pero el consenso entre médicos, epidemiólogos y autoridades es claro: la caída en la vacunación representa un problema grave de salud pública y requiere acciones urgentes. La reaparición de enfermedades que habían sido eliminadas vuelve a demostrar que la prevención sigue siendo una herramienta indispensable y que su incumplimiento tiene consecuencias que trascienden lo individual.
BR