La Justicia argentina dio un paso inédito en la causa AMIA. Este jueves, el juez federal Daniel Rafecas resolvió avanzar con el juicio en ausencia contra los diez acusados iraníes y libaneses por el atentado a la sede de la mutual judía, ocurrido el 18 de julio de 1994 en Buenos Aires, que dejó 85 muertos y más de 150 heridos. A casi 31 años del ataque, la causa sigue impune, y la nueva decisión judicial marca un cambio de paradigma en la búsqueda de justicia.
Según explicó Luciana Bertoia en "Desde el canil", el juicio en ausencia permite que un proceso penal avance incluso si los acusados no están presentes en el país ni comparezcan ante la Justicia. En este caso, los imputados —exfuncionarios del gobierno iraní y miembros de Hezbollah— fueron declarados rebeldes hace años y nunca respondieron a los pedidos de extradición realizados por la Argentina desde 2006.
A pesar de su ausencia física, el proceso contará con un tribunal, fiscales y una defensa técnica que será ejercida por la Defensa Pública Oficial, aunque esta última ya manifestó su rechazo a este tipo de juicios. No obstante, el fallo considera que están dadas las condiciones legales y procesales para avanzar.
Según la investigación, la hipótesis central es que el atentado fue ejecutado por el grupo extremista Hezbollah, con el respaldo logístico, financiero y político de la República Islámica de Irán. La decisión de llevar adelante el ataque se habría tomado en una reunión de altas autoridades iraníes en agosto de 1993.
Atentado a la AMIA: la Justicia ordenó el juicio en ausencia para los acusados iraníes y libaneses
Esta nueva instancia se apoya en la ley de juicio en ausencia, sancionada este año por el Congreso a pedido del ministerio Público Fiscal. La normativa permite continuar procesos cuando los imputados evaden deliberadamente a la Justicia, con el objetivo de evitar que crímenes de lesa humanidad, terrorismo o violaciones graves a los derechos humanos queden impunes.
En su fallo, el juez Rafecas argumentó que los acusados “fueron declarados rebeldes hace años, saben perfectamente que están siendo buscados por Interpol, y nunca respondieron a los reiterados pedidos de extradición”. Por lo tanto, según el magistrado, la ausencia deliberada no puede ser un obstáculo para la realización del juicio.
El juicio en ausencia se perfila como una herramienta excepcional para saldar una deuda histórica con las víctimas y familiares del atentado. Tras décadas de impunidad, el proceso judicial podría finalmente avanzar, aunque los principales acusados no estén presentes en el país.
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