Se cumplen 30 años del atentado en la Fábrica Militar de Río Tercero, una de las tragedias más dolorosas de la historia reciente argentina. Las explosiones que devastaron la ciudad cordobesa en 1995 dejaron siete muertos, más de 300 heridos y miles de viviendas dañadas, marcando para siempre la memoria colectiva de sus habitantes.
El abogado y querellante Horacio Viqueira recordó en "Bienvendos al tren", conducido por Juan Di Natale, que “las explosiones se iniciaron con un incendio en la planta de carga, luego un estallido menor, y diez minutos después detonaron las zonas de supervisión y suministro”. Según explicó, las pericias demostraron que todo fue planificado, ya que en el lugar donde comenzó el fuego no existían condiciones para un accidente. “Todas las hipótesis alternativas fueron descartadas; se perdieron siete años de investigación judicial hasta que se revirtió el juicio”, agregó.
Para Viqueira, el objetivo detrás del atentado fue encubrir el faltante de material bélico que debía ser enviado a Croacia, en el marco de las maniobras de contrabando de armas que involucraron al Estado argentino entre 1991 y 1995. “Durante varios años se mandaron siete cargamentos de material bélico —cañones, morteros y proyectiles— que no estaban destinados al uso oficial. La fábrica se hizo volar para borrar las huellas de ese delito”, aseguró al aire de Bravo TV.
A 30 años del atentado: las explosiones de Río Tercero se enseñará en todas las escuelas de Córdoba
En su momento, el Gobierno de Carlos Menem intentó instalar la versión de que se trató de un accidente. “Salió un comunicado oficial explicando que una espoleta había detonado accidentalmente, provocando tres muertes. Desde el poder político se operó para sostener esa versión en los medios”, recordó el abogado. Sin embargo, con el paso de los años y las investigaciones judiciales, esa versión se desmoronó y la Justicia confirmó que se trató de un atentado deliberado.
El periodista Juan Di Natale lo definió como “una maniobra absolutamente ilegal”, en alusión al encubrimiento político que rodeó el caso.
Treinta años después, Río Tercero sigue recordando. Hoy, cerca del 40% de sus 55 mil habitantes no había nacido cuando la ciudad vivió aquel 3 de noviembre de 1995. Los más jóvenes conocen la historia a través de los relatos de sus padres y abuelos, mientras los sobrevivientes aún cargan con el recuerdo del estruendo, el humo y el miedo.
La tragedia de Río Tercero no fue un hecho aislado: fue el capítulo más trágico de una red de corrupción y tráfico de armas que involucró a sectores del poder político, militar y empresarial.
BR