Según un informe realizado por la Defensoría de la Tercera Edad, cerrado el 6 de abril de este año y el cual abarca desde Capital Federal hasta distintas provincias del interior, disparó que la canasta básica de los jubilados ronda aproximadamente los $200.000. El 50% de las personas de la tercera edad cobra $70.900. Teniendo en cuenta esta alarmante condición, este medio contactó a Eugenio Semino, Defensor de la tercera edad.
“La canasta básica es la única que no solo mide en términos de necesidades alimentarias, calóricas y sanitarias, sino que también incluye el tema de vivienda”, explicó Semino.
En cuanto a la alimentación, remarcó las determinadas cualidades que son requeridas por el adulto mayor: “La cronicidad de nuestras patologías nos exigen consumir algunos alimentos para la prevención o para evitar la evolución a etapas agudas de ciertas enfermedades. Esto nos lleva a consumir alimentos hiposódicos o hipocalóricos, que son los más caros y están fuera de los llamados precios de control”.
Por otra parte, en términos de lo que es la protección a la salud, el entrevistado dijo que “no solo se incorpora lo que son medicamentos, que es el rubro clásico, más allá de que tenemos una población añosa totalmente polimedicada”. ”Tenemos que tener en cuenta los insumos de farmacia, los cuales han tenido una evolución muy significativa sobre los precios y que, en muchos casos, están sobre índices de inflación a nivel general”, completó.
La vivienda, un rubro fundamental para el adulto mayor
“Incorporamos el rubro vivienda ya hace 15 años porque es un elemento fundamental para el adulto mayor y porque está íntimamente ligado a su salubridad”, remarcó el defensor de la tercera edad, que luego enfatizó: “No podemos concebir que no exista la cantidad de metros necesarios que disponga una persona para no tener accidentes dentro de una casa”.
Teniendo en cuenta la situación de vivienda que explicó Semino, posteriormente desarrolló la metodología que utilizaron para obtener “los indicadores de mayor cantidad de población añosa y donde a su vez los costos de vida son mas significativos”. Tuvieron en consideración, “a las poblaciones que estaban ligadas a grandes centros urbanos”, como, por ejemplo: “Mendoza, Ciudad de Córdoba, Rosario, conurbano bonaerense y C.A.B.A”.
Con esa metodología, lo que hace la Defensoría de la Tercera Edad es calcular la canasta básica 2 veces por año. “Se presenta en los meses de abril y octubre para no hacer coincidir la canasta con lo que es la variación del salario del trabajador jubilado”, explicó el abogado egresado de la UBA.
La canasta básica para un jubilado
Teniendo en cuenta este cálculo, el gerontólogo aseveró que: “La última medición que es del 6 abril de este año nos dio 202.000 pesos, cuando la comparamos con lo que es la mayoría de haberes, recordemos que tenemos 6 millones 100 mil jubilados y pensionados en una mínima que a día de hoy es de 70 mil pesos”.
“Estamos en una situación comprometida que hace que el jubilado hoy no pueda cubrir un 40 o 50% de sus necesidades básicas. Esto no solo lleva riesgos a perder la calidad de vida sino a la pérdida de la vida en sí misma”, finalizó.
