El Régimen de Promoción Industrial que rige en Tierra del Fuego es cuanto menos polémico. Es que dicho programa genera beneficios fiscales y aduaneros para empresas, las cuales cuentan con una gran protección arancelaria que perjudica a los consumidores nacionales.
En este contexto, nos comunicamos con Juan Carlos Hallak, economista e investigador del CONICET, quien habló sobre este programa y su impacto económico en el país.
Régimen de Promoción Industrial, un programa inviable
“No es conveniente que esto siga así. Hicimos un estudio muy grande y la conclusión es que es un régimen que no dio resultado”, dijo Hallak, quien luego completó: “Se consiguió que haya población en la isla pero nos sale súper caro”.
“El subrégimen genera un costo fiscal muy alto. El principal problema que detectamos es que se premia la facturación y no el valor agregado de las empresas”, explicó el experto. “Gran parte del producto es fabricado afuera y entra como un kit, esos insumos no pagan IVA ni arancel de importación”, detalló.
Asimismo, el economista dijo que las empresas productoras se quedan con el IVA. “Hay que realinearlo a incentivos que den valor agregado”, reveló el investigador. “Parte del mal diseño del régimen es que los incentivos están orientados al mercado interno, no hay diferencial para exportar”, complementó.
Reconvertir el programa
Luego, Hallak dijo que el dinero que se podría ahorrar con la interrupción del programa puede ser invertido para desarrollar actividades que sean rentables en la provincia más austral del país.
“Turismo y economía del conocimiento, como también así pesca y explotación de hidrocarburos son viables. Está lleno de actividades con un gran potencial, hace falta gestión para desarrollar actividades que puedan exportar”, explicó.
Asimismo, el entrevistado dijo que para ser rentable la actividad tiene que poder apuntar a otros mercados que no sean el doméstico. “No se puede competir con India, China o Taiwan”, concluyó el economista.