CICLO DE ENTREVISTAS
Perfil Educación

Luis Novaresio: “Me cuesta creer que sea sincero un diálogo entre Cristina y Macri”

El conductor participó del Ciclo de Entrevistas organizado por estudiantes de Periodismo de la Escuela de Comunicación. El periodismo militante, las editoriales de LN+ y de C5N. La falta de un Código de Ética y la poca autocrítica de los medios. Quiénes son los colegas que más respeta.

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Luis Novaresio en el Ciclo de Entrevistas de la Escuela de Comunicación Perfil | Escuela de Comunicación

Luis Novaresio participó de una conferencia de prensa organizada por estudiantes de Periodismo de la Escuela de Comunicación del Grupo Perfil, en la cual expresó su desconfianza en la convocatoria al diálogo impulsada por la vicepresidenta. “Nunca he visto que Cristina se haya sentado a ninguna mesa de diálogo”,  declaró.

El conductor de LN+ periodista también se refirió a la situación actual de los medios y manifestó su pena por la falta de un Código de Ética. “A los periodistas nos cuesta un montón autocriticarnos y mucho menos toleramos la crítica externa”, destacó Novaresio, en el Ciclo de Entrevistas a cargo de Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación.

—¿Cree que hubo un cambio discursivo con mezcla de misticismo en el llamado al diálogo por parte de Cristina Kirchner?

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—No comparto la idea de cambio de discurso, me parece que a lo sumo es una expresión formal, habrá que ver lo que sucede. Hay dos aspectos de la cuestión, primero la referencia a la utilización de imágenes religiosas. Me preocupa este tipo de utilizaciones porque la Argentina es una república laica por definición, hay que respetar a la enorme cantidad de creyentes cristianos, y de otros cultos que tiene nuestro país. Pero cuando el discurso político aparece atravesado por cuestiones religiosas estamos frente a un momento de preocupación. Teniendo en cuenta la trayectoria de Cristina, la aparición de la Virgen y dios que la salvaron del atentado, la invocación a dios para que su futuro político esté garantizado, me huele a una cobertura típicamente hegemónica y autoritaria, que hemos visto en distintos lugares. Respecto a la convocatoria al diálogo, creo que la convocatoria se hace cuando el diálogo ya está efectivizado, sino es una mera expresión de deseo. La diplomacia mundial tiene claro que cuando un líder hace una aclaración es porque ya se ha trabajado antes por parte de los cuadros técnicos y está garantizado el resultado. Teniendo en cuenta la tradición de Cristina Fernández de Kirchner que nunca fue afecta al diálogo, nunca creyó en escuchar al opositor, donde “hagan un partido y ganen las elecciones” y “vamos por todo”, son dos emblemas del discurso cristinista. Estamos, hasta ahora frente a una expresión de deseo, con preocupación digo e insisto por la mezcla de lo religioso con lo político, y utilizando una expresión evangélica , “por sus frutos los conoceréis”, yo nunca he visto que Cristina se haya sentado a ninguna mesa de diálogo. Forma parte de un partido que después del horroroso atentado que ella sufrió, condenó sumarísimamente a los periodistas, opositores y a una parte de los jueces y ahora dice llamar al diálogo. Permítanme desconfiar.

—¿No confía en la posibilidad de que se produzca un diálogo entre Cristina Kirchner y Mauricio Macri?

—No sé si se pueda dar, pero sería imprescindible ya que el nivel de crisis fenomenal que tenemos hace que lo sea. Hay una suerte de placebo político, que es la llegada de las elecciones del año que viene, Sino no se explica el nivel de control que existe, o de cierta tranquilidad que existe en nuestro país con el 50 % de pobreza, donde uno de cada dos pibes menores de 16 años es pobre, junto al alto nivel de inseguridad física que existe y las carencias en materia médica,  por lo que es impresindible el diálogo. Vean el documental de Netflix de Shimon Peres, que cuenta un estado de situación mucho menos grave que el que tiene Argentina. Donde hubo un acuerdó entre los dos líderes más importantes que se odiaban, de los dos partidos del Likud y del Laborismo que permitió a Israel salir hacia la situación económica y de desarrollo que tiene el día de hoy. Ojalá hubiese la posibilidad, pero me cuesta creer que sea sincero un diálogo entre Cristina y Macri, porque son antagónicos imprescindibles.

—¿El periodismo hizo un buen tratamiento del atentado contra la vicepresidenta?

—Lo que sucedió es que a las 24hs el gobierno hizo exactamente lo contrario, se salió de las instituciones, y convocó a un disparatado feriado comenzando una suerte de juicio sumarísimo a través del presidente, invocando los discursos del odio. O del ministro más importante que tiene cualquier república, el ministro del interior, publicando un tweet diciendo, “tres toneladas de editoriales, los jueces y los opositores” eso es una enormidad. La verdad que uno estaba ahí a partir de la actitud del gobierno con todo el derecho de empezar a elucubrar todas las hipótesis, ya que el periodismo es esencialmente un acto desconfiado frente a los hechos que aparecen dados. Y me parece que, después de haber repudiado el atentado, lo que vimos todos, una pistola a centímetros de la cabeza de la vicepresidenta, estuvo muy bien que nos preguntáramos ¿qué pasó?  La “banda de los copitos", hasta ahora, aparece como un grupo de marginales y permite cualquier tipo de elucubraciones.

—Una parte del periodismo sospecha que el atentado fue un montaje. ¿Cuál es su opinión?

—Mi primera expresión cuando estuve al aire fue condenar el atentado. Fue espantosa la imagen y dije que lo que había que hacer en las primeras horas era detenerse. Había que bajar todo tipo de análisis político y hacer algo elemental que hacemos los periodistas, contribuir con información al esclarecimiento público que solo puede darse en un lugar, que es en la justicia. Entonces, me parece que hacer elucubraciones en las primeras horas después del atentado era impropio, había que brindar información.

—Hay quienes perciben en cierta liviandad de algunos periodistas para decir cualquier disparate sin consecuencias. ¿Usted qué opina ?

—No la comparto. Decir “cualquier disparate” es una adjetivación. Si se falsea la información, en la República Argentina y en los países democráticos existe un control posterior, no previo, porque está prohibida la censura previa por la Constitución de 1853, no existe la posibilidad de que se decida previamente la no publicación bajo el pretexto de que se trata de un “disparate”. Creo en la más absoluta libertad de expresión con la responsabilidad posterior penal que pueda existir. Y es increible que todavía los periodistas no tengamos, como sí tiene Perfil que es uno de los pioneros, un Código de Ética periodística que existe en tantísimos lugares del mundo, como el Código de Ética de los periodistas españoles. Es verdad que no existe en nuestro país un código de ética razonablemente consensuado con los periodistas, y sería interesante que se diera la posibilidad de una discusión ampliaA los periodistas nos cuesta un montón autocriticarnos y mucho menos toleramos la crítica externa, pero sería positivo una discusión de una serie de pautas de ética o códigos de estilo como el que tiene Perfil. Donde claramente se condena el plagio, se habla de cómo es la información rigurosa, objetiva, el chequeo de fuentes, la distinción entre publicidad, opinión e información. No me preocupa la existencia de lo que pueden denominar “disparate”. Hay algo maravilloso, el lector y el oyente avezados.

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—Parecería ser que en LN+ solo aparece la voz de dirigentes de Juntos por el Cambio, mientras que en C5N solamente se privilegia la participación de representantes del Frente de Todos. ¿Estos medios hacen periodismo militante?

—Que LN+ sea la voz de Juntos por el Cambio o C5N la del kirchnerismo, corre por cuenta ajena, voy a hablar nada más que por mí. No soy ni la voz de Juntos por el Cambio, ni la voz de ninguna otra cuestión. Hace unos cuantos años que trabajo de esto y tengo la suerte de poder elegir a donde puedo ir a trabajar y sigo diciendo exactamente lo mismo que decía en América o lo mismo que digo en Infobae, lo mismo que cuando me invitan a escribir a Perfil. Me hago solo cargo de mi posición editorial. Si periodismo militante significa torcer el relato de los hechos por una convicción ideológica, creo que existe y ha existido siempre. Probablemente ahora haya un dato que es muy preocupante, que es que se ha transformado en una cuestión personal entre periodistas.

—¿Cuál cree es el motivo para esa grieta en el periodismo?

—Creo que sucumbimos a un grave error los periodistas, que es transformar esto en una discusión personal, también un poco egocéntrica y narcisista, nos encanta estar por encima del hecho que estamos cronicando o que estamos relatando. Es un momento de bajar el tono, como decía por ejemplo con el tema del atentado, hay momentos en los que tenés que contar los hechos con la mayor información posible, ponerla a disposición de tu televidente o de tu lector, no es el momento de la opinión. Ahora por lo demás, cada uno se hará cargo de lo que deba, pero es verdad que pocas veces se ha dado el caso de empresarios dueños de medios tan próximos con el poder, hoy se está dando.

—¿Cuáles son los periodistas que más respeta?

—Trabajo con periodistas que respeto un montón, como Francisco Olivera que es un lujo, con Guadalupe, con Gustavo Carabajal, que es uno de los más rigurosos en la información policial. La producción de LN+ es de Juan Cruz Ávila, el tipo que es uno de los que más sabe en televisión, respeto mucho a mis compañeros. He trabajado hasta hace un rato con Rosario Ayerdi, con quien pensamos de manera absolutamente distinta en muchos temas, y en otros muy parecido. pero pocas veces he trabajado con una persona de la calidad humana y la rigurosidad en el trabajo que tiene ella. La directora de Infobae Valeria Cavallo, que es mi amiga, es otra persona a la que respeto, escucho a María O’Donnell y me interesa mucho lo que tiene para decir. Hay un montón de periodistas con los que trabajas y se puede tener esa suerte, después uno cae en los más notorios, pero hay un montón de periodistas de todos los días, sobre todo de gráfica, que son un ejemplo de laburo.

—¿Qué opina sobre la definicion de casta que utiliza Javier Milei?

La metáfora de la casta es, infortunada, los ejemplos conocidos que nosotros tenemos de “casta”, son los sistemas de jerarquía sociales que existen en la India, de los brahamanes a los intocables. Allí es donde nadie que nace intocable puede aspirar a pasar a una casta mejor y todo aquel que nace como brahaman tiene una serie de privilegios a priori. No me parece demasiado afortunado, no existen acá segmentos sociales inabordables, el que llega a la política puede pertenecer a otro de los sectores sociales. Lo que hace Milei, quien introdujo el término de la casta, es dogmatizar un concepto que a mí me parece que se da de patadas con la pertenencia de él mismo a ese lugar al que critica. En el programa que hacemos a la mañana en LN+, Francisco Olivera, hizo un resumen de algunos los secretarios generales de las organizaciones gremiales. Desde Amadeo Genta pasando por Cavalieri, Moyano, Andrés Rodríguez y demás, han sido 30, 35, 29 años secretarios generales, donde no podemos hablar de una casta sindical, pero sí podemos hablar de una clase sindical que no se renueva como en buena parte de la política tampoco sucede.

—¿A quién responsabiliza por la situación de los incendios en el Delta?

—Ahí está clarísimo, soy rosarino, es un tema que conozco hace mucho tiempo de padecerlo de estar allí. Ahí hay intereses económicos, productores ganaderos y realizadores inmobiliarios con nombre y apellido. Hay una cómplice desidia de la Justicia entrerriana y de los gobiernos entrerrianos. Hoy el gobernador Bordet es responsable junto con el juez competente en la zona, por el ecocidio que se está produciendo, por la liquidación de los humedales. Tienen que ir a esa zona y ver la aparición de animales que salen disparados y que no eran propios de centros urbanos, que llegan ahí asustados o corridos por el fuego. También es muy responsable el gobernador de la provincia de Santa Fe y esencialmente el Gobierno Nacional que es el responsable y dueño del manejo del “plan del fuego” y los aviones hidrantes. Lo más loco, es que estos tres responsables, aparto a la Justicia que es también una cómplice responsable de todo esto, el gobernador de la provincia de Santa Fe, el gobernador de Entre Ríos y el Gobierno Nacional son del mismo signo partidario. Que no se pongan de acuerdo con esto es porque si bien dios atiende en todos lados, su oficina está en Buenos Aires.

—Le agradecemos su participación en el Ciclo de Entrevistas organizado por estudiantes de Periodismo de Perfil Educación y le damos la posibilidad de cerrar el reportaje con un comentario final.

—Los que trabajamos de esto tenemos que tener cierta dosis de algunos elementos: curiosidad por saber de qué se trata y avidez de conocer más, más y más. El periodismo es un trabajo hermoso pero bastante estresante porque no tiene, casi nunca, un descanso. Un ejercicio que tendríamos que tener todos, sobretodo los que ponemos nuestra cara como firma, es la pérdida de vanidad. Es necesario un ejercicio de humildad, de aflojar con la primera persona del singular y volver a las viejas preguntas. ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? y ¿Por qué? para fundamentar lo que uno está diciendo y aclarar cuando se está opinando.

Por María Gabriela Maidana, María Asta y Narella Arienzo Macchioni
Estudiantes de Periodismo Perfil Educación
Escuela de Comunicación