Omar Plaini participó de una conferencia de prensa organizada por estudiantes de Periodismo de la Escuela de Comunicación del Grupo Perfil, en la que deliberó acerca de la gestión del ministro de Economía, Sergio Massa. "Massa hizo lo que podía hacer, no le daba para mucho más. Es preocupante los niveles de inflación y también todas estas corridas que se están produciendo que creo que ahí hay una concentración financiera y económica que juega su propio partido", sostuvo.
El representante de los canillitas también se refirió a la alianza entre Javier Milei y Luis Barrinuevo. "Creo sinceramente que es una expresión aislada lo del dirigente gastronómico. Es una expresión ínfima dentro del mundo dirigencial sindical", sostuvo Plaini en el Ciclo de Entrevistas a cargo de Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación.
—¿Qué opinión le merece el caso de Julio "Chocolate" Rigau?
—Un repudio total, no todos somos lo mismo. Hay en la Argentina una mala costumbre de generalizar absolutamente todo. Lo de Chocolate es realmente indignante, porque vuelvo a reiterar, no somos todos los mismos. Decía un viejo profesor mío que se definiría muy bien el mundo si los buenos están de un lado y los malos estaban del otro. Hay una confrontación y ganan unos u otros. Pero los buenos y los malos estamos mezclados en cualquier actividad. Esto le hace mucho daño a la política y a los políticos porque cuando la dirigencia política da esos ejemplos, se pone en riesgo la política. Y desde el único lugar que se transforma la realidad en una sociedad, y el único sistema, y el mejor sistema, aún con sus imperfecciones, es la democracia. Y consecuencia de eso, de pronto aparecen, desde fuera de la política, personas o personajes, como el candidato Milei. Porque hay una sociedad que está enojada, que está molesta, que está fastidiada y tiene las razones para estarlo. Me indigna, me molesta, me afecta y me incluye dentro de un sistema que es un muy mal ejemplo para los jóvenes.
—¿Cómo impactará en el sindicalismo la la alianza entre Javier Milei y Luis Barrionuevo?
—Creo sinceramente que es una expresión aislada lo del dirigente gastronómico. Es una expresión ínfima dentro del mundo dirigencial sindical. Yo no acostumbro a hablar de las personas, a mí me gusta hablar mucho de las ideas. Y de donde yo provengo ideológicamente, nuestro gran creador Juan Domingo Perón, decía: "Hablemos mucho de las ideas, poco de las cosas y nada de las personas".
—¿Barrionuevo traicionó al peronismo?
—No, yo creo que él piensa de esa manera, siempre fue un dirigente, que en términos ideológicos, estuvo del centro a la derecha, y el peronismo es un espectro muy amplio, que va de derecha a izquierda. Perón decía que peronistas son todos, lo que pasa es que algunos tardan en darse cuenta. La palabra traición es una palabra muy fuerte, muy dura. Habría que definir en profundidad, cuando uno habla de traición. Hay un mundo que cambia, hay personas que sus ideas las van modificando. De hecho, tenemos candidatos que fueron modificando, en el caso de la candidata de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, lo digo con todo respeto, es una mujer que ha pasado por diversas expresiones políticas, o diversas agrupaciones políticas. Es su concepción, ¿no? La debo respetar, aunque no la comparto.
—A raíz del caso de Martín Insaurralde. ¿Cómo se explica lo sucedido, teniendo en cuenta que él tuvo más de 30 años dentro del peronismo?
—Es muy difícil. Sobre todo, para aquellos que tenemos una forma de vida, que hemos elegido, en mi caso yo milito desde los 17 años, tengo 70 y me formé en ideales que sigo creyendo. Cuando vos te encontrás con estos casos, lo que sentís es impotencia, bronca, angustia, desazón. Porque la política no es para enriquecer a las personas o para hacer abuso de poder. La política es para transformar la realidad de los seres humanos. En mi caso, que me formé prácticamente en un barrio de la misma ciudad de Lomas, es doblemente doloroso. Porque esas cosas, nos hacen mucho daño. Los que tenemos alguna representación política, sindical o de esta naturaleza, no nos podemos permitir determinadas actitudes personales. Porque tenemos que dar fe todo el tiempo de esa honestidad que decimos ejercer y esa transparencia hay que demostrarla cotidianamente. Así que, venga donde venga, estos temas hacen mucho daño.
—Es difícil de entender que nadie en Lomas de Zamora o en el peronismo de la provincia de Buenos Aires nadie estuviera al tanto de lo que estaba pasando con Insaurralde. ¿Usted que es de Lomas, qué piensa?
—Lo podés percibir, pero no lo podés demostrar. En la Argentina existe la presunción de inocencia, que hoy pareciera que se ha invertido. Porque la peor condena sigue siendo la social, que es mucho peor que cualquier condena penal. Entonces, en realidad la política está siempre con esa bruma. Pasa en el mundo de ustedes, del periodismo, pasa en el mundo de la iglesia, en el mundo empresario. Por eso digo, esto cruzó horizontal y verticalmente al conjunto de la ciudadanía. Tiene que ver con principios, tiene que ver con valores. Me parece que hay un mundo que los ha perdido. Encendemos la televisión y vemos periodistas que utilizan con facilidad el insulto, el agravio, la descalificación, que toman parte.
—¿Cómo ve la gestión como de Sergio Massa?
—Massa recibió una situación muy compleja y complicada. Soy de los que cree que cuando el Fondo Monetario entra a nuestro país tiene que cogobernar con ellos para cumplir la meta. Y cuando tiene que cumplir esas metas afecta el círculo virtuoso del desarrollo de la economía interna de un país. Massa recibió esa situación del anterior ministro Martín Guzmán, donde hubo un acuerdo con el Fondo Monetario muy complejo, muy complicado, que creo que se tenía que haber realizado de otra manera. No digo producir un default, de ninguna forma, pero había posibilidades de negociar en otro momento. El país tenía su superávit comercial que no lo aprovechó bien el anterior ministro y nuestro actual gobierno. Me parece que él recibió eso e hizo hasta donde pudo. Las medidas que lanzó en este último tiempo sí son favorables a los trabajadores en un contexto de inflación en el que siempre vos corres detrás, o sea la inflación siempre te va carcomiendo, por más que las paritarias de nuestros gremios son anuales y ahora están siendo trimestrales, pero siempre corres detrás. Massa hizo lo que podía hacer, no le daba para mucho más. Es preocupante los niveles de inflación y también todas estas corridas que se están produciendo que creo que ahí hay una concentración financiera y económica que juega su propio partido.
—Hace un tiempo usted estuvo en Argenzuela con Diego Brancatelli y dijo que habíamos tenido suerte de que Mauricio Macri no logró la reelección y que el peronismo gobernó en pandemia. ¿Sigue creyendo que es una buena gestión con los niveles actuales de inflación y devaluación?
—Dije que el Gobierno tuvo una buena gestión sobre cómo enfocó la pandemia. Más allá del tiempo que se juzga que estuvimos recluidos, porque apostó no solamente a los trabajadores, sino que también tuvo políticas a favor de las empresas, de las pymes, me parece que fueron muy importantes. Esa gestión del gobierno fue buena. Después lo otro, la negociación por el Fondo, evidentemente, no salió bien. Recuerdo que en diciembre del 2018, si no me equivoco, estuvo con nosotros Martín Guzmán en la CGT, él dio una charla, cuando vos lo ves es todo un profesor, muy ameno, y cuando terminó esa charla, los integrantes del Consejo Directivo de la CGT, hicimos cuatro o cinco preguntas y una de ellas era cuál era la alternativa al programa que él ya había definido para negociar con el fondo, y dijo que era esa sola. De ahí salimos todos muy preocupados, yo dije ya en aquel momento que me quedaba muy preocupado que un ministro de Economía tuviera un solo plan para negociar con el fondo. Cuando nosotros, los que venimos del campo sindical, al igual que los patrones, cuando vos vas a negociar una paritaria, llevas plan A, plan B, y a veces hasta plan C. Uno pide 100 y capaz que te llevas 50. A mí eso me preocupó, lo dije públicamente en aquel momento.
—La segunda parte de la pregunta tenía que ver con el índice inflacionario que usted también venía mencionando en la respuesta anterior. Hace más de un año que se fue Guzmán y el acuerdo con el FMI se firmó hace un par de años. ¿La responsabilidad del actual récord de inflación es de Guzmán, del FMI o de Massa?
—Me parece que gobernar con el FMI te condiciona. Te condiciona totalmente. Es el primer y grave problema. El segundo problema que tenemos estructural es el bimonetarismo. Hemos logrado estabilizar la política pero no hemos estabilizado la macroeconomía. Miramos desde la recuperación de la democracia para acá. En tercer lugar, evidentemente hay una especulación y hay un juego especulativo también. Todas estas corridas creo que tienen que ver también con las definiciones electorales que se están dando.
—Entonces, ¿usted piensa que Massa no podía hacer nada al respecto?
—Estoy convencido que no tuvo más margen. Siendo un hombre que se preparó toda la vida para este momento, o que conoce todos los botones del Estado y que, evidentemente, articula con todas las partes, no se le puede decir a Massa que es una persona que está radicalizado, ni que está súper ideologizado. Al contrario, es un hombre abierto, está hablando de un gobierno de unidad nacional. Creo que en definitiva vamos a tener que ir eso, a que las fuerzas políticas se pongan de acuerdo, porque la hegemonía democrática de una sola fuerza no se va a lograr. Entonces tenemos que buscar acuerdos. Ahora Massa encontró lo que encontró. También es cierto que en el momento que asume, fuimos parte de algunas reuniones con la Vicepresidenta de la Nación y con él, y la Argentina en ese momento estaba en una situación muy delicada.
—Agradecemos su participación en este Ciclo de Entrevistas con estudiantes de Periodismo de Perfil Educación y le damos la posibilidad de cerrar con un comentario final.
—Les agradezco mucho la invitación, esta casa tiene que ver con el mundo que yo habito hace muchos años, que es el papel, que sigo insistiendo que el papel va a estar ayer, hoy y siempre, porque el libro lo daban por exterminado y sigue estando presente. Agradecerles a ustedes y simplemente decir que aspiro a vivir en una sociedad mejor para mis hijas y mis nietas, pero sobre todo aspiro a una sociedad con mucho más respeto, honestidad, transparencia, y que cada uno pueda pensar libremente, pero a mí me interesa mucho el respeto, por el otro y por la otra. Ojalá que el mundo se transforme en un lugar mucho más habitable, para que no pase que millones de seres humanos para comer un plato de comida caliente tengan que ir a un merendero, un comedor popular, o que lo tenga que asistir el Estado. Ojalá que todos vivamos en un mundo más justo y que en definitiva, haya igualdad de oportunidades para todos y todas.
Por Fernando Romano, Federico Haehnel y Brenda Martinez García
Estudiantes de Periodismo de Perfil Educación
Escuela de Comunicación del Grupo Perfil
