CIENCIA
cerca de la anorexia

Alertan por el ‘thigh gap’, una moda que lleva a trastornos de alimentación

Llegó a la Argentina desde EE.UU. Muchas adolescentes buscan más espacio entre los muslos. Dietas extremas y cuerpos imposibles.

Instrucciones. En la web pueden encontrarse controvertidos consejos para lograr figuras para las cuales las jóvenes no tienen una estructura corporal.
| Cedoc Perfil

“Creo que ya estoy logrando tener espacio entre mis muslos. ¡Por fin!”, exclama una joven desde un blog. Otra se congratula y obtiene varios “Me gusta” en su cuenta de Facebook porque ya es posible “ver luz” entre sus piernas. ¿De qué se trata? De una nueva moda impuesta y divulgada por las redes sociales: el thigh gap, que según la traducción literal del inglés significa espacio entre muslos.
Todo empezó cuando un grupo de adolescentes comenzó a copiar –o a intentarlo, poniendo en riesgo su cuerpo y su propia salud– el físico de algunas modelos extremadamente delgadas. El problema es que muchas de ellas desconocen que esta moda encierra peligros.
Julio Montero, nutricionista y ex presidente de la Sociedad Argentina de Obesidad y Trastornos de Alimentación (Saota) y de la Federación Latinoamericana de Sociedades de Obesidad, explicó a PERFIL que “la posibilidad de lograr espacio entre los muslos no depende de la pérdida de peso o de la realización extrema de actividad física, que es a lo primero que recurren estas niñas, sino que está determinada genéticamente. Las mujeres con caderas más anchas están más cerca que aquellas que tienen menos espacio entre los fémures”.
Esto quiere decir que obsesionarse en redes sociales como Tumblr, Pinterest o Instagram buscando modelos a imitar y reducir al máximo las 2.500 calorías diarias aproximadas que, de acuerdo con la OMS requiere una adolescente para tener energía, puede no servir de nada. ¿El resultado? Un camino prácticamente inevitable hacia los trastornos de alimentación.
“La intención de tener piernas extremadamente flacas y separadas no es nueva desde el punto de vista de la búsqueda de las chicas que tienen trastornos: lo que quieren es bajar de peso colocándose en un riesgo extremo. La forma puede variar y estar condicionada por modas, como en este caso, pero el trasfondo lamentablemente remite a la anorexia o la bulimia”, explicó Alberto Cormillot, director del Instituto Argentino de Alimentos y Nutrición, y de la Licenciatura en Nutrición de la Fundación Isalud.

Problema. Aunque la moda del thigh gap nació en los Estados Unidos, donde es furor, ya hay blogs argentinos que se subieron a la ola. Rosa Labanca, médica nutricionista y directora del Centro de Docencia, Asistencia e Investigación de Saota, relató a PERFIL que la obsesión por el peso es moneda corriente.
“En mi consultorio atiendo muchas adolescentes y, a veces, me asusto por las cosas que me muestran en fotos o ‘me piden’. En este caso puntual, creo que se trata de una movida muy peligrosa porque al querer lograr algo que no se puede tener –a veces constitutivamente no se tienen piernas delgadas–, se llega al extremo.”
“Aunque las chicas se quejan mucho –agregó–, la acumulación de tejido adiposo es algo propio de la mujer porque se ‘reserva’ para el embarazo.Aunque es entendible querer una figura armónica, hay que hacerlo dentro de un plan saludable y no patológico. Si se quiere perder peso, tonificar el cuerpo o mejorar la musculatura, hay que recurrir al médico inevitablemente.”
En cuanto a las modas, Labanca comentó que “sería interesante de alguna forma prevenir que ciertos mensajes lleguen a las chicas jóvenes que están en una etapa de maduración en la cual creen que ser flacas es sinónimo de éxito en general, y con los varones en particular, algo que está muy lejos de ser así. Creo que hoy es querer tener espacio entre las piernas y mañana será otra cosa: cuando se trata de obsesiones, nunca se deja de perseguir la zanahoria. Por eso son tan peligrosas”.
En la misma línea, Montero completó: “No se puede sacrificar un estado nutricional por un ideal estético, se tenga el cuerpo que se tenga, más allá del peso e independientemente del Indice de Masa Corporal (IMC)”