Cientos de terremotos de diferentes intensidades sacudieron a Islandia en las últimas 24 horas, varios días después de que terminara una erupción de meses de duración del volcán Fagradalsfjall. Según informes de los medios locales fueron entre 1.700 y 2.000 los temblores que sacudieron la península de Reykjanes, así como la capital, Reykjavík.
El "enjambre sísmico" en los alrededores de Fagradalfjall comenzó a las 14 horas del martes con temblores menores que medían entre 1 y 2 grados en magnitud en la escala de Richter, pero se fueron intensificando hasta llegar a los 4.9 grados a las 9 de la mañana del miércoles.
El epicentro de los sismos se situó al noreste de los valles de Geldingadalir, escenario de una espectacular erupción de lava entre el 19 de marzo y el 18 de septiembre, no lejos del monte Fagradalfjall ("hermoso valle de lava"), a unos 30 kilómetros de Reikiavik, según anunció el Instituto de Meteorología de Islandia (IMO).
Algunos expertos creen que los terremotos son el resultado del movimiento del magma y no un signo de una erupción inminente. El vulcanólogo local Þorvaldur Þórðarson dijo que es difícil predecir lo que sucederá a continuación, pero señaló que los temblores son probablemente un preanuncio de la actividad volcánica.
El experto dijo que se detectó movimiento de magma en la zona, localizada a unos 40 kilómetros de Reikiavik. pero no está claro si se trata de una secuela de una erupción anterior o una señal de que se avecina una nueva.
El fin de la erupción fue declarado el 20 de diciembre
La espectacular erupción de lava comenzó el 19 de marzo en el monte Fagradalsfjall, en lo que constituyó la sexta erupción en Islandia después de dos décadas y la más larga registrada en medio siglo.
Además, no se había producido ningún episodio de este tipo en la península de Reykjanes desde hacía ocho siglos, y desde casi 6.000 años en el lugar exacto donde de declaró la erupción, según los expertos.
El 18 de septiembre, los cráteres y las fallas dejaron de escupir lava, tras haber expulsado más de 140 millones de metros cúbicos de magma en los valles de Geldingadalur. De acceso relativamente fácil, la erupción se convirtió en toda una atracción turística, con más de 350.000 visitantes, según la oficina de turismo islandesa.
Los expertos advierten, sin embargo, que no se descartan nuevas erupciones en el sector. "La historia nos enseña que la actividad volcánica en este sector se produce por ciclos", según el IMO.
ds