Con temperaturas que subieron ayer hasta los 40 ºC en varias partes de Nueva Gales del Sur y del vecino Victoria, donde se unieron dos fuegos para formar otro “megaincendio”, continúa la catástrofe ambiental en Australia. La primera ministra del Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian, afirmó que había más de 130 fuegos activos en su estado, de los cuales unos cincuenta aún están fuera de control. El desastre causó 26 muertos, afectó 80 mil kilómetros cuadrados y destruyó 2 mil casas.
Tres años de sequía en Australia y un 2019 que resultó ser el más cálido en cien años hacía prever la posibilidad de incendios, aunque no de la extensión que desde septiembre se da en el este de ese país. “Todos los años tienen incendios, pero lo que pasó ahora es extremo y extraordinario. Llama la atención el comienzo muy temprano, en septiembre, y que continuó hasta la época de mayor calor”, indicó José Luis Stella, climatólogo del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
“Por un lado está la variabilidad natural que es de por sí un extremo en un contexto en el que las temperaturas son más altas porque el clima está cambiando. Los modelos proyectan un aumento de temperatura, que ya observamos ahora, y un déficit de precipitación sobre todo en la estación de primavera”, informó Alejandro Di Luca, investigador argentino del Centro de Investigación de Cambio Climático en la Universidad de Nueva Gales del Sur en Sydney.
Desde el SMN explicaron que las temperaturas altas, la falta de precipitación y el viento son factores que favorecen la generación de incendios. “El cambio climático aumenta la probabilidad y la intensidad de los extremos de temperatura y precipitación y esto facilita para que se produzca un incendio, esa es la relación”, afirmó Mercedes Poggi desde la Dirección Nacional de Monitoreo del Clima del SMN. Otro factor que contribuyó a la situación fue la influencia del Dipolo del océano Indico que favorece las condiciones secas que impiden que ingrese humedad al continente.
“El cambio climático genera las condiciones ambientales propicias para que un fuego, intencional o no, pueda propagarse con la magnitud que está teniendo en Australia”, explicó Inés Camilloni, investigadora del Centro de Investigaciones del Mar y de la Atmósfera (UBA-Conicet). “Puede haber condiciones en el clima vinculadas a la variabilidad natural, condiciones que no son forzadas por las acciones humanas que estimulen que en algún lugar pueda haber menos lluvias o temperaturas más altas que lo habitual, pero en general esa variabilidad natural se monta sobre el cambio climático y por lo tanto todo queda exacerbado”, agregó la investigadora quien también es autora de reportes del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC).
Para Camilloni es importante que se escuchen los avisos de la ciencia sobre el aumento de la frecuencia de olas de calor, de sequías y de eventos extremos en distintos lugares del mundo ya que estos escenarios se van a volver más frecuentes y extendidos no solo en Australia, sino también en Africa y en América del Sur. “Esto no es lo peor que podemos llegar a ver, esto es con 1° C de calentamiento y nos estamos encaminando a aumentos que van a 1,5°, si el mundo se pone de acuerdo, y 2° y 3° C si seguimos como hasta ahora”, advirtió la investigadora.
El cambio climático genera las condiciones ambientales propicias para que un fuego, intencional o no, pueda propagarse con la magnitud que está teniendo en Australia, explicó Inés Camilloni
Especies en peligro. Según las estimaciones de la Universidad de Sydney mil millones de animales murieron en los incendios en todo el país entre mamíferos, aves y reptiles. “El 30% de los koalas han perecido, son más de 8.500 ejemplares. Australia tiene una gran cantidad de endemismos que han evolucionado ahí por el aislamiento continental y eso hace que sean especies únicas e irreemplazables a nivel global que ahora están afectadas, lo cual es tremendo”, afirmó Manuel Jaramillo, director ejecutivo de Fundación Vida Silvestre Argentina.
Desde la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), Enrique Maurtua Konstantinidis destacó la falta de adaptación al cambio climático porque “si ya se sabe que la vulnerabilidad ante los incendios será cada vez más alta, es necesario empezar a planificar en esa línea”. Además, afirmó que estos incendios “es una de estas situaciones en las que uno ve la paradoja de los líderes de un país que son negacionistas del cambio climático a los que la naturaleza les pega un revés para mostrarles que están equivocados”.
Durante la última Cumbre climática, Australia fue uno de los países que obstaculizó las acciones en materia de financiamiento para el fondo verde para apoyar a los países en desarrollo. “Es un país con alta dependencia al carbón, el peor de los combustibles fósiles en relación al cambio climático”, subrayó Maurtua Konstantinidis.
Se estima que la crisis continuará durante varias semanas más. Criticado por la lentitud de su respuesta desde el comienzo de la crisis, pero también por su deficiente historial en la lucha contra el calentamiento global, el primer ministro conservador Scott Morrison intentó esquivar las preguntas de los periodistas sobre si el cambio climático podría convertir en norma los terribles incendios de esta temporada en el país. “Mire, ya hemos hablado de ello varias veces”, respondió Morrison. Miles de personas se manifestaron ayer en Sidney y Melbourne para que se reduzcan las exportaciones de carbono.
El humo llegó a la Argentina
Los incendios de Australia alcanzaron tal magnitud que el humo cruzó el Pacífico y llegó a gran parte del país, con una mayor concentración en el centro-sur de las provincias de Buenos Aires y La Pampa, centro y norte de Neuquén, norte de Río Negro y sur de Mendoza.
“Habrá menor cantidad de humo que a principios de semana, cuando en el cielo se podía percibir una suerte de capa blanquecina, como si hubiera nubes, aunque estaba despejado”, describió desde el Servicio Meteorológico Nacional la meteoróloga Cindy Fernández. “Se espera que el humo se vaya disipando por la mezcla con el aire limpio, aunque no se descarta el ingreso de nuevos frentes con más humo”, agregó.
Por otra parte, el director ejecutivo de Fundación Vida Silvestre Argentina, Manuel Jaramillo, recordó que “en Argentina hace una semana comenzó la temporada de incendios que se extenderá durante todo el verano. Tenemos que ser muy conscientes en el manejo del fuego en espacios recreativos o cuando se lo utiliza para manejar cultivos o pastizales. La Nación y las provincias deben extremar las medidas de prevención y control del fuego”, señaló. En 2018 se puso en marcha la app “Ambiente móvil” para prevenir los incendios forestales.