Un grupo de investigación argentino del Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME) evaluó las secuelas del Covid-19 en la función del ovario, y comprobó el impacto del virus en la fertilidad femenina. No obstante, las investigadoras aclararon que no se trata de daños irreversibles ni crónicos.
Yamila Herrero, becaria doctoral del IBYME y una de las autoras del trabajo, explicó que a partir de estudios hechos a pacientes de clínicas de fertilidad asistida, que habían tenido coronavirus pero no habían sido hospitalizadas, “pudimos observar que, cuanto mayor concentración de anticuerpos contra el COVID-19 había, menor era la cantidad de ovocitos, tanto totales como maduros”, detalló la Agencia Ciencia, Tecnología y Sociedad de la Universidad Nacional de La Matanza. Se denominan ovocitos, dijo, mientras están en el ovario, y una vez que salen de él, pasan a llamarse óvulos.
Para este estudio, el grupo de trabajo reclutó muestras de 80 pacientes de fertilidad asistida de cuatro clínicas, desde noviembre de 2020 hasta mayo de 2021, y de pacientes que aún no se habían vacunado.
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María Fernanda Parborell, investigadora del CONICET y líder del equipo, detalló que para la investigación no trabajaron directamente con los ovocitos, sino que analizaron “muestras de un líquido que se llama fluido folicular, que es donde esta célula se encuentra inmersa”. “Estudiando este líquido, podemos saber la calidad y la fase de desarrollo de estos ovocitos, como una forma indirecta de estudio”, explicó.
En este líquido folicular, hallaron en la investigación, había anticuerpos de coronavirus. “Medimos la presencia de los anticuerpos a partir de los test rápidos de detección, que nos donó la doctora Andrea Gamarnik, del Instituto Leloir”, dijo Herrero. Allí encontraron “altas cantidades de estos anticuerpos en el 93 por ciento de las muestras de pacientes recuperadas de COVID-19 que formaron parte del estudio”.
Mediante el análisis de las muestras, y con las historias clínicas de las pacientes, Parborell y el resto del equipo descubrieron que cuanto mayor era la concentración de anticuerpos contra el coronavirus en este líquido folicular “menor era la cantidad de ovocitos que se obtenían de las pacientes”, luego de ser estimuladas hormonalmente en las clínicas de fertilidad.
La relación entre la irrigación sanguínea del ovario y el Covid-19
Según detallaron las investigadoras, el factor de crecimiento del endotelio vascular. permite que se desarrollen nuevos vasos sanguíneos, lo cual posibilitará un órgano más sano. A partir de las muestras, descubrieron que dicho factor estaba muy afectado en las pacientes recuperadas de COVID-19.
“Es primordial que el ovario tenga una buena irrigación sanguínea para que se nutra y se desarrollen correctamente los ovocitos. Creemos que hay una correlación entre el bajo nivel del factor de crecimiento de estos vasos y la baja cantidad de ovocitos recuperados durante el tratamiento”, sostuvo la becaria doctoral.
Ambas especialistas hicieron hincapié en que estos efectos no implican un daño irreversible. “Se trata de brindar esta información a las pacientes de que, igualmente, podrán quedar embarazadas, pero debido al virus tal vez tarden un poco más en conseguirlo. El ovario es uno de los órganos que tiene mayor capacidad de regeneración”, dijo Parborell, doctora en Ciencias Químicas.
El equipo se enfocará ahora en estudiar el tiempo de recuperación del ovario y de la capacidad de generar estos vasos sanguíneos, entre otros factores, en pacientes recuperadas de la enfermedad, para establecer el período que transcurre hasta volver a parámetros considerados normales.
ag / ds