La tecnología está cambiando el deporte, la manera de practicarlo, de vivirlo y de seguirlo. La conectividad y las redes sociales nos permiten conectar con nuestro equipo y también con los aficionados. La demanda de contenidos aumenta y los espectadores quieren más acceso y más control de lo que ven. Y también buscan compartir la experiencia deportiva con amigos y otros fans, estén donde estén. Esto ha cambiado la relación de los deportistas con sus seguidores. Además, empresas y emprendedores están desarrollando aplicaciones para móviles y también “wearables” como complementos del vestir. Estos permiten monitorear signos vitales y facilita el seguimiento deportivo. Hablamos de camisetas, medias o corpiños deportivos con sensores. Los wearables ya se están utilizando en el deporte profesional y permiten gestionar mejor los entrenamientos, la salud de los deportistas y la prevención de lesiones. La oportunidad está en ofrecerlos para todos los deportistas no sólo a profesionales. Si tuviera que destacar un dispositivo de futuro, señalaría los anteojos HoloLens de Microsoft, que combinan hologramas y realidad aumentada con el mundo real, algo que me parece fascinante y que tienen aplicaciones tanto profesionales, como en el ámbito del ocio.
*Directora del Centro Mundial de Innovación Deportiva (Microsoft)