AFP
Primero medían lo que habíamos hecho, ahora nos dicen lo que tenemos que hacer. Este año, relojes y pulseras que miden los pasos, el pulso, las calorías que quemamos y otros datos marcaron la nueva moda en wearable tech (tecnología ponible). Las pulseras y relojes inteligentes adornan cada vez más a los adeptos de los gadgets tecnológicos. Algunos incluso cuelgan de las correas de sus perros unos medallones que miden si duermen demasiado o corren poco.
Los datos recogidos por sensores en estos aparatos son transmitidos a tabletas y teléfonos móviles cuyas aplicaciones analizan las actividades de humanos y mascotas en función de lo que debería ser una vida sana. Este movimiento incipiente del “yo cuantificado” que se popularizó este año recibirá un nuevo impulso en 2015 con la puesta a la venta del futuro reloj de Apple, llamado simplemente Watch.
Los sensores colocados en los artículos que se utilizan cotidianamente permiten observar actividades diarias que luego son analizadas por ordenadores en los centros de datos en línea, que un día podrían ser capaces de anticiparse a las necesidades de la gente. Los analistas de la industria señalan que muchas de las personas que compran pulseras de “fitness” suelen abandonarlas después de unos meses, quizá porque con el tiempo tener un aparato que informe que se han dado 7.589 pasos en el día deja de ser emocionante. “A los consumidores no les interesa tanto rastrear sus datos”, dijo J.P. Gownder, un analista de Forrester. “Lo que quieren es información sobre cómo vivir una vida mejor”.
A corto plazo, la presión del mercado está concentrada en los accesorios inteligentes como las bandas FitBit y UP, pioneras en el concepto del “yo cuantificado” que rastrean los pasos, el sueño, las comidas ingeridas y las calorías consumidas. Titanes como Samsung, Sony, LG, Motorola y Microsoft ya sacaron sus relojes inteligentes. Sus capacidades van más allá del control de actividades físicas y permiten hacer llamadas, revisar el correo electrónico, tomar fotos e interactuar con las aplicaciones de los teléfonos.
Se espera que el lanzamiento del Apple Watch impulse los relojes inteligentes al terreno de la cultura dominante gracias al poder de tracción que tiene la marca con sede en California. “Cada vez que Apple se mete, el mercado cambia radicalmente. Crece la marea. Y probablemente elevará a todos los demás barcos”, dijo Gownder.
espués de las pulseras, la siguiente tendencia deberían ser las gafas inteligentes, como Google Glass, pero se desconoce si el usuario está listo para eso.