Akira O’Connor está realizando su último año de doctorado en el Instituto de Ciencias Psicológicas de la Universidad de Leeds, en Inglaterra, considerada una institución líder para el estudio del déjà vu. Desde allí, acaba de demostrar que una persona ciega también puede experimentar esa sensación de lo ya vivido a partir de un sonido, de un aroma o del tacto, lo que modifica la explicación clásica de este fenómeno. Cordial, respondió las preguntas de PERFIL.
—¿Todos experimentan sensaciones de “déjà vu”?
—Casi todos. Según estimaciones que se desprenden de encuestas, entre el 60% y el 97% de las personas, según la definición de déjà vu que se utilice y las poblaciones que se entrevisten. Lo interesante es que los más jóvenes lo experimentan más que las personas mayores y todavía no sabemos por qué.
—¿En qué sentido su estudio cambia la explicación clásica de este fenómeno?
— El hecho de que alguien que no recibe en su cerebro señales visuales pueda tener un déjà vu ilustra que los ojos no son imprescindibles para experimentar esta sensación. Esto demuestra que probablemente el déjà vu tiene más que ver con los circuitos cerebrales de la memoria (en el hipocampo y los lóbulos temporales) que con el camino de la percepción visual. Hasta ahora, el común de la gente creía en las teorías popularizadas en los años 20. Por suerte, este paper generará un cambio.
—¿Por qué se dedicó a estudiar este fenómeno?
—Los psicólogos han tratado de evitar el estudio del déjà vu por las connotaciones parapsicológicas que se asocian a él. Por lo tanto, era una de las pocas experiencias psicológicas de las que todavía se sabía muy poco. Y yo, como lo experimentaba seguido, sentía fascinación por comprenderlo.
—¿Los “déjà vu” se deben a razones neurológicas, biológicas o psicológicas?
— Creo que tanto la biología como la neurología y la psicología son necesarias para un estudio completo del fenómeno. Lo importante es destacar que este tipo de sensación tiene razones “científicas” y que no es una cuestión parapsicológica que no podemos explicar. En nuestra opinión, e l déjà vu ocurre cuando algo que desconocíamos produce una minúscula (e inapropiada) activación en los lóbulos temporales, que contienen los circuitos relacionados con la familiaridad. Eso hace que encontremos equivocadamente familiar cualquier cosa que experimentemos.