CIENCIA
Efectos del Fenómeno del niño

La primavera podría ser más lluviosa que lo habitual

El fenómeno traería un aumento de las precipitaciones e, incluso, anticipan serios riesgos de inundaciones en la próxima estación. Hay incertidumbre sobre cómo influirá en toda la región

Lluvia Buenos Aires
En los próximos meses habrá más precipitaciones en gran parte del país. | Pablo Cuarterolo

Distintos organismos internacionales como el Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad (IRI) y el Centro de Predicción Climática (CPC) de Estados Unidos prevén que el océano Pacífico ecuatorial continuará calentándose y que es posible que el fenómeno de El Niño se desarrolle durante la primavera, lo que podría implicar un aumento de las precipitaciones e incluso provocar indundaciones en la región.

El pronóstico se realiza en base a más de veinte modelos que simulan cómo estará la temperatura en esa zona. “La mayoría de los modelos acuerdan que la atmósfera y los océanos se empezarán a comportar como si en los próximos meses hubiera un fenómeno de El Niño”, indicó Cindy Fernández, desde el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

Según la meteoróloga, el calentamiento del océano modifica de a poco la dinámica de la atmósfera, lo que hace que comiencen a observarse algunas características de El Niño, primero en forma dispersa y esporádica, hasta estar completamente activo. “Durante la primavera podríamos estar sintiendo sus efectos”, agregó Fernández.

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Los organismos coinciden en que hay un 60% de posibilidades de que el fenómeno se desarrolle durante la próxima estación y un 70% en el verano. Además prevén que, de producirse, la intensidad podría comenzar de débil para llegar a moderada hacia finales de la primavera y en la época estival.

Impacto. Desde el SMN explicaron que el desarrollo de El Niño coincidiría con la época de mayor cantidad de lluvias en las áreas en donde el fenómeno tiene influencia, por lo que podría potenciarlas al igual que los eventos extremos. “El Litoral y el noreste son las zonas en las que El Niño tiene más impacto, en función de la intensidad y las condiciones del momento puede expandirse un poco más”, especificó Fernández.

Por otro lado, otros factores como las oscilaciones intraestacionales “están favoreciendo que en el arranque y a mediados de la primavera se favorezca la lluvia en toda esa región. Aunque tienen un alcance menor que El Niño, se están vigilando de cerca porque podrían llegar a generar complicaciones”, indicó la meteoróloga.

De acuerdo con los datos del SMN, cuando El Niño está presente por lo general las primaveras y los veranos son más lluviosos y la cantidad de días nublados hace que las temperaturas suelan ser un poco menos cálidas que lo frecuente.

Como ejemplo, la meteoróloga señaló el año 2015, en el que las lluvias fueron abundantes en el Litoral, noreste del país, provincia de Buenos Aires y Santa Fe y las temperaturas de normales a inferiores a lo normal. “Esto se basa en estadísticas; hay Niños que no se comportaron con las características típicas y que estuvieron influenciados por otros factores”, aclaró Fernández.

Es por eso que los especialistas recomiendan seguir los pronósticos para conocer la dinámica del fenómeno. Así, en un estudio del Centro de Investigaciones del Mar y de la Atmósfera (CIMA) de la UBA observaron que si bien El Niño de 2015 generó un aumento de lluvias en primavera, en el verano fueron menos intensas de lo espero dado la influencia del clima en el Polo Sur en los efectos de este fenómeno en la región.

La investigadora del Conicet y del CIMA Marisol Osman señaló que “el clima de los polos es más difícil de pronosticar más allá de los diez días porque responde mucho a comportamientos típicos de la atmósfera en sí y no a cambios en el océano, que son mucho más lentos y predecibles. Por eso hay mucha incertidumbre cuando se quiere pronosticar cómo influirá en el clima en nuestra región durante un Niño”.

Aunque las especialistas aclaran que aún no hay una total certeza de la ocurrencia de El Niño, es importante tener en cuenta este pronóstico ya que “los sectores productivos analizan lo que puede ocurrir con el clima para incorporar estas perspectivas a la hora de tomar decisiones y planificar las estaciones que vienen”, indicó Osman.

“El Niño es un fenómeno que hay que seguir porque puede traer grandes repercusiones, especialmente en la época del año en la que está previsto”, concluyó Fernández. N

 

Una buena noticia para el campo

Tras la sequía que causó el fenómeno de La Niña el año pasado, la posibilidad de que se desarrolle El Niño durante la primavera y el verano es recibida como una buena noticia en el sector agrícola.

Para el director del Instituto de Clima y Agua del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Pablo Mercuri: “El calentamiento del océano Pacífico influye en las precipitaciones de lo normal a por encima de lo normal en casi todas las áreas productivas del país por lo que las áreas agrícolas en general estarían beneficiadas”.

Mercuri agregó por lo general los años con El Niño son los de mayor producción de granos. Por el contrario, el exceso de agua podría afectar “áreas que sabemos que se anegan porque son más bajas como los márgenes de ríos o arroyos, las zonas de expansión de lagunas o también las que tienen napas muy cercanas a la superficie”.

En coincidencia, el meteorólogo Leonardo Serio, de la Cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas de la Facultad de Agronomía de la UBA, aseguró que “para el sector agrícola es bienvenido ya que en primavera aumenta el rendimiento siempre y cuando no se dé en condiciones extremas. Además no venimos de una condición previa de exceso de agua”. n