La sonda Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) logró capturar imágenes con las que los expertos de la NASA lograron concluir que La Luna se está achicando paulatinamente como si fuera "una pasa de uva".
Mediante el estudio de más de 12.000 imágenes, se pudo saber que a medida de que el interior de la Luna se enfría, también se está encogiendo. Los especialistas aseguran que se achicó unos 50 metros en los últimos cientos de millones de años, lo que causa arrugas en su superficie y temblores llamados "lunamotos".
La investigación se llevó a cabo en la cuenca lunar Mare Frigoris, cerca del polo norte de la Luna -una de las vastas cuencas consideradas sitios muertos desde un punto de vista geológico- que ha estado agrietándose y cambiando.
A diferencia de nuestro planeta, la Luna no tiene placas tectónicas. En cambio, su actividad sísmica ocurre a medida que pierde calor lentamente de cuando se formó, hace 4.500 millones de años. Esto, a su vez, hace que su superficie se arrugue, como una uva que se convierte en una pasa.
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Ya que la corteza lunar es frágil, estas fuerzas causan que su superficie se rompa a medida que el interior se contrae, dando lugar a las llamadas fallas de empuje, donde una sección de la corteza se empuja sobre una sección adyacente.
Como resultado, la Luna se ha vuelto alrededor de 50 metros más "delgada" en los últimos cientos de millones de años.
The wise old Moon shows its age
— NASA JPL (@NASAJPL) May 13, 2019
After billions of years of cooling, the Moon continues to shrink. This @NASA study shows how wrinkle ridges, curved hills and shallow trenches are forming as the Moon loses heat: https://t.co/bYN4HuXDH1 pic.twitter.com/kdyeEBx88R
Los astronautas del Apolo comenzaron a medir la actividad sísmica en la Luna en los años 60 y 70, descubriendo que la gran mayoría de movimientos ocurrieron en lo profundo del interior del cuerpo, mientras que un número menor estaba en su superficie.
El análisis se publicó en Nature Geoscience y examinó los sismos lunares superficiales registrados por las misiones Apolo, estableciendo vínculos entre ellos y rasgos de superficie muy jóvenes.
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"Es bastante probable que las fallas aún estén activas hoy", dijo Nicholas Schmerr, profesor asistente de geología en la Universidad de Maryland, quien es coautor del estudio.
"Con frecuencia no se ven tectónicas activas en ningún otro lugar que no sea la Tierra, por lo que es muy emocionante pensar que estas fallas aún pueden producir terremotos en la Luna".
ED EA