La isla de Zalzala Koh, que se formó frente a la costa pakistaní, cerca de la ciudad portuaria de pakistanía de Gwadar, desapareció del mapa apenas seis años después de surgir como resultado de un terremoto que causó la muerte de más de 800 personas. La isla, ubicada en el Océano Índico, tenía solo 20 metros por encima del nivel del mar, 90 metros de ancho y 40 metros de largo.
"La isla es en realidad una gran pila de barro del fondo marino que fue empujado hacia arriba", explicó Bill Barnhart, un funcionario del Servicio Geológico de Estados Unidos que estudia los terremotos en Pakistán e Irán. Las primeras imágenes fueron tomadas por los satélites de la NASA pocos días después de la aparición de la isla. Hoy en día está completamente sumergida en las aguas del océano.
El nacimiento de Zalzala, después del terremoto de 7.7 grados en la escala de Richter, estuvo acompañado de emisiones de gases. Se necesita una capa poco profunda de metano comprimido, dióxido de carbono o algo similar en combinación con la presencia de capas de líquido, explicó Sputnik. Cuando su estado se ve perturbado por las ondas sísmicas, los gases y líquidos salen a la superficie, arrastrando piedras y lodo.
"El mecanismo exacto de este fenómeno es poco conocido, pero el hecho de que los volcanes de lodo se produzcan a menudo sin ningún terremoto indica que se necesita un pequeño impulso adicional", aseguró el sismólogo Richard Luckett a Daily Mail. A pesar de los gases tóxicos e inflamables que provienen de las grietas de toda la isla debido a su origen volcánico, se convirtió en un punto de atracción para los turistas.
Su superficie estaba inicialmente densamente cubierta con restos de criaturas marinas mezclados con barro, arena y fragmentos de roca.
Zalzala no es la única. Docenas de islas aparecen y desaparecen cada año en diferentes partes del mundo, incluyendo aquellas que fueron cartografiadas. Sin ir más lejos, en noviembre de 2018 Japón perdió Esanbe Hanakita Kojima, una de las islas Kuriles, desaparecida bajo el agua. El estudio de 1987 reveló que su punto más alto estaba a 1,40 metros sobre el nivel del mar. Se cree que la isla fue destruida por tormentas y movimientos de hielo.
Un mes antes, en octubre de 2018 después del huracán Walaka desapareció East Island, una de las islas del archipiélago de Hawai. Tenía una superficie de 4,5 hectáreas y era la casa de las focas monje y tortugas verdes. Entre una de las causas está el calentamiento global y el aumento del nivel del mar de un promedio de 1 mm por año.
D.S.