CIENCIA
informe de unicef

Uno de cada siete chicos respira aire tóxico

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Contaminacion. Contribuye a la mortalidad de 600 mil niños por año. | Cedoc Perfil
Unos 300 millones de niños, uno de cada siete, viven en lugares donde hay hasta seis veces más contaminación atmosférica de lo admitido por los estándares internacionales, contribuyendo en buena medida a la mortalidad infantil, según un estudio de Unicef publicado antes de la próxima ronda de conversaciones sobre cambio climático, la COP22, que tendrá lugar en Marruecos.
La agencia, que promueve los derechos y el bienestar de los niños, aprovechará la ocasión para instar a los líderes mundiales a que actúen sin demora para reducir la contaminación del aire en sus países.
“La contaminación atmosférica es el principal factor que contribuye a la mortalidad de unos 600 mil niños menores de 5 años anualmente, y amenaza la vida y el futuro de más millones cada día”, dijo Anthony Lake, director general de Unicef.
“Los contaminantes no sólo dañan los pulmones, sino que pueden traspasar la barrera protectora del cerebro y dañar permanentemente su desarrollo, comprometiendo su futuro”, agregó, señalando que “ninguna sociedad puede permitirse ignorar la contaminación”.
Apoyándose en imágenes de satélite, el estudio muestra que alrededor de 2 mil millones de niños viven en áreas contaminadas por las emisiones de vehículos, la utilización intensiva de combustibles fósiles, el polvo y la incineración de desechos y otros agentes contaminantes, excediendo las normas mínimas de la calidad de aire establecidas por la OMS.

El sur de Asia tiene el mayor número de niños viviendo en ese tipo de áreas con cerca de 620 millones, seguido por Africa con 520 millones y la región del este de Asia y el Pacífico con 450 millones, según el informe.
Los autores también estudian la contaminación dentro de las viviendas, causada ​​por el uso de carbón y de leña para cocinar y calefaccionar, que afecta principalmente a los niños de familias pobres que viven en zonas rurales de países en desarrollo.
Los niños de corta edad son más vulnerables que los adultos a la contaminación debido a que sus pulmones, su cerebro y su sistema inmunológico aún no están completamente formados, en tanto sus vías respiratorias son más permeables.
Además, ellos respiran más rápido que los adultos e inhalan más aire en relación con su masa corporal.