Como en 2009, cuando se superpusieron las epidemias de dengue y gripe A (H1N1), este año la historia parece repetirse. Tras el brote de la enfermedad que transmite el mosquito Aedes aegypti, Argentina enfrenta ahora uno de influenza. Por la ola de frío, este año se adelantó siete semanas la circulación del virus de la gripe y encontró a una población desprevenida, con baja cobertura de vacunación.
El resultado: aumento de las consultas y las hospitalizaciones, y al menos veinte pacientes fallecidos, personas que tenían factores de riesgo y no estaban inmunizadas. El caso más emblemático es el de la ex modelo Raquel Mancini, internada en el Sanatorio Mitre por un cuadro de neumonía por gripe A.
La demanda de atención ya está impactando en el sistema de salud. El pedido de servicios médicos a domicilio creció 69% en mayo de 2016 respecto del mismo período del año anterior, alcanzando un récord histórico, según las entidades que nuclean a los prestadores de servicios médicos a domicilio (FEM, Cemca y Cabeme).
“El año pasado tuvimos una temporada bastante benigna. Generalmente los casos de gripe comienzan en julio. Este año empezó a circular el virus de la gripe unas cinco a siete semanas antes. Con una característica: el virus que apareció este año es el A H1N1, un virus que nunca se fue sino que bajó en intensidad. El problema está en que la gente aún no se vacunó”, dijo a PERFIL Eduardo López, médico infectólogo del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, quien confirmó que en el lugar hay varios chicos internados por gripe.
“En las últimas semanas observamos un aumento importante de consultas y hospitalizaciones por cuadros de bronquiolitis y neumonías. Los virus documentados son respiratorio sincicial, adenovirus y parainfluenza con un incremento paulatino del virus de la gripe. Dentro de los virus de la gripe o influenza, y a semejanza de lo ocurrido en México y en Brasil, existe un predominio de las cepas de influenza H1N1 o cepa de la pandemia”, detalló la jefa del Servicio de Epidemiología e Infectología del Garrahan, Rosa Bologna.
Prevención. “El escenario actual es muy diferente al de 2009. Todos los años en la Argentina tenemos gripe tanto A como B. La cepa A (H1N1) ya es estacional. Hoy tenemos una vacuna preventiva y antivirales”, explicó a PERFIL Carla Vizzoti, directora del Programa Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles del Ministerio de Salud de la Nación.
La especialista señaló que cada año se dan entre 3 mil y 4 mil fallecimientos por complicaciones asociadas a la gripe. “Por eso aconsejamos que las personas con factores de riesgo se vacunen lo antes posible y consulten precozmente para recibir el tratamiento antiviral oportuno”, agregó.
La vacuna antigripal es gratuita para los grupos de riesgo en los 8.600 vacunatorios del país. Incluyen al personal de la salud, las embarazadas y las puérperas, los bebés de entre 6 y 24 meses, la población de entre 2 y 64 años con enfermedades crónicas (cardíacas, respiratorias, renales, diabetes, obesidad) o inmunosuprimidos y los mayores de 65 años.
“Las personas que no están comprendidas en los grupos de riesgo pueden tomar la decisión de vacunarse, ya que no hay contraindicación”, indicó Ricardo Teijeiro, director del Servicio de Infectología del Hospital Pirovano y miembro de la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Infectología.
El especialista recomendó, en caso de tener síntomas como fiebre mayor a 38 ºC, tos, congestión nasal, dolor de garganta, de cabeza y muscular y malestar generalizado, concurrir lo antes posible al médico y no automedicarse.
Lavarse las manos en forma frecuente y cubrirse la nariz y la boca al toser o estornudar son otras formas de contribuir a disminuir la circulación de todos los virus respiratorios.