Los ataques terroristas se han registrado a lo largo de toda la historia y, lamentablemente, son frecuentes en la actualidad. Dos características principales definen al terrorismo; en primer lugar, involucra agresión sobre civiles no combatientes; en segundo lugar, no tiene como objetivo directo lograr una meta política, sino influenciar a una población específica, cambiando su comportamiento.
Para hacer frente al terrorismo es necesario comprender los múltiples factores que dan forma a este fenómeno. ¿Por qué una persona desarrolla ideas extremas o fanatismo? ¿Cómo una persona es capaz de infringir actos tan dañinos sobre otras “en nombre de Dios”? ¿Cómo logran los terroristas reclutar a miles y miles de jóvenes? ¿Pueden estos jóvenes ser recuperados? Estas son algunas de las preguntas a las que se intenta dar respuesta desde múltiples disciplinas que estudian la conducta humana y las dinámicas de grupos, como las ciencias cognitivas y la psicología social. En la actualidad, se reconoce que las personas que ejercen actos terroristas son muy heterogéneas entre sí, y no hay una única teoría que dé cuenta de todas las manifestaciones.
El principal hallazgo de nuestra investigacion es sugerir que los terroristas extremos juzgan las acciones de los demás enfocándose en los resultados de una acción en lugar de en sus intenciones subyacentes. Nuestro trabajo muestra también cómo investiga uno de nuestros laboratorios; que el conocimiento actual se hace en equipo interdisciplinario, que hoy en la Argentina se puede hacer investigación con técnicas, metodologías y paradigmas cognitivos complejos de primer nivel internacional; que Fundacion Ineco, cuya misión es apoyar los programas de investigacion en neurociencias cognitivas humanas, es un modelo de política pública de iniciativa privada.
Y también esta investigación es un pequeño ejemplo de la sociedad del conocimiento a la que debemos apostar.
*Presidente de la Fundación Ineco y rector de la Universidad Favaloro.
