¿Qué es la gestión? Una nebulización de poder para que nada cambie. Cacarean y nada cambia. El PRO ha marcado su supervivencia en una débil negociación con el Frente para la Victoria que lo dejó endeudar a la ciudad de Buenos Aires más allá de sus límites razonables. Esto porque lo que gobierna al universo político central es el “que lo pague Mongo”, vale decir, que pague el que viene después, sea quien sea, si es que le llega la pesada carga. El mismo tópico irresponsable maneja el Frente para la Victoria a nivel nacional: háganse cargo de la bomba, ustedes serán los actores del fracaso.
A las 21:55 no hay cifras oficiales. Los candidatos agitan festejos en base a información que manejan sotto voce. Los estúpidos, o sea, los votantes, observan la escena por televisión sin saber de qué se trata. ¿Qué datos? La escena está vacía, la escena es la nada misma. No obstante, Michetti reconoció su derrota para colocar al niño Mauri como el ganador. ¿Existe el decoro? Ah, no, se trata de política gerencial para la gestión. Una reunión de directores de empresas que dejaron el serrucho por la más efectiva motosierra… Ahora habla Larreta, el empleado del mes de Mauricio, el alcalde de una ciudad centralista, excluyente, y también hijo del mejor socio de Zanini en el comercio con China. El presidenciable repite la misma fórmula vacía sobre el diálogo y la gestión.
23:40 y Lousteau, el segundo, habla del manejo discrecional de fondos públicos por parte del PRO, de la cuadruplicación de la deuda pública de Buenos Aires a tasas leoninas, de la influencia de los zares del juego. Todo por América 24, donde un enano con jopo maneja el debate. Zunino, director de Noticias, le pregunta al aire cómo eso entra en la bolsa de una relación que él mismo mantiene con Carrió y Sanz, socios de Macri. El galán parlotea sin contestar. Y el barco está escorado. Entre las cenizas del volcán ganan los Sapag. ¿”Todo tiene que ver con todo” como dice Cristina? No. Veo mucho humo, nada más.
