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G20

Brasil impulsa un cambio

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Preocupaciones. La pobreza, hambre y cambio climático. | AFP

El 12 de diciembre pasado el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, recibió a los jefes de delegación de los países miembros del G20 en Itamaraty para explicar los objetivos de las reuniones que culminarán con la Cumbre de Líderes a realizarse el 18/19 de noviembre. Brasil eligió el lema Construir un mundo justo y un planeta sustentable, para los trabajos de este año, y definió las siguientes prioridades: a) promover la inclusión social y combatir el hambre y la pobreza; b) promover el desarrollo sostenible en sus dimensiones social, económica y ambiental y las transiciones energéticas, y c) avanzar en la reforma de las instituciones de gobernanza global.

La Declaración de Nueva Delhi define el G20 en los siguientes términos: “Reiteramos nuestro compromiso con el G20 como el primer foro global de cooperación económica bajo el espíritu del multilateralismo, sobre la base del consenso, con todos los miembros participando por igual en todos los eventos”. A diferencia de las Naciones Unidas, donde las posiciones responden a alineamientos políticos, en el G20 predomina el diálogo y el trabajo para alcanzar compromisos entendiendo los beneficios de una acción solidaria rubricados por los mandatarios de los países miembros.

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El presidente Lula da Silva efectuó en esa misma reunión un llamado a una nueva globalización que combata la desigualdad que, en su criterio, está en la raíz de todos los problemas; señaló como inadmisible que el mundo conviva con el hambre de 735 millones y una pobreza del 8% de la población. Con ese fin propuso la creación de una fuerza de tareas contra el hambre y la pobreza que enseñe a otros países la implementación de políticas ya experimentadas. La segunda fuerza será para la movilización contra el cambio climático, con el fin de promover planes nacionales de transformación ecológica. En tercer lugar, se encuentra la reforma de las instituciones financieras para que los países endeudados puedan “resguardar sus prioridades nacionales”.

Lula sostuvo también la necesidad de implementar un mecanismo de tributación internacional que ayude a financiar el desarrollo sostenible. Si bien no avanzó sobre la propuesta, se estima que sería un impuesto sobre las grandes fortunas que se canalizaría a través de un fondo internacional para programas diseñados por las “fuerzas de tareas” contra el hambre y el cambio climático. La presidencia brasileña, en un cambio importante para el funcionamiento, planteó el trabajo conjunto de los sherpas con los ministros de Finanzas para unir voluntad política con disponibilidad de los recursos.

Del sur al norte

La suma del combate contra la pobreza, el hambre y el cambio climático define las perspectivas del presidente Lula, que ha hecho una constante de estos temas en sus mandatos y, en especial, durante la última elección para diferenciarse de su competidor. En esta oportunidad, Brasil propone trascender el ámbito nacional para llevar su mensaje más allá de las fronteras mediante la creación de “fuerzas especiales” para cometer programas exitosos en países de menor desarrollo. Con respecto al primero, las Naciones Unidas tiene diferentes iniciativas; la más importante es el Programa Mundial de Alimentos, que recibió 8.400 millones en contribuciones, y en el segundo, puntos 39/41 del Capítulo sobre Clima y Finanzas Sustentables de la Declaración de Nueva Delhi, se encuentran las referencias al Grupo de Trabajo sobre Finanzas Sustentables, el Fondo de Clima Verde y un llamado a incrementar los 100 mil millones anuales comprometidos para los objetivos de Unfccc y el Acuerdo de París.   

El G20 es el único foro internacional en el que se debaten y consensuan posiciones. En ese sentido, sería importante preservar los principios y evitar la tentación de utilizar la oportunidad con otros fines, y en especial, cuando en el transcurso de este año tendrán lugar las elecciones de medio término en las que el presidente Lula deberá refrendar su liderazgo con escasos resultados en materia económica.

* Diplomático.