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PLAN ESTRATEGICO

Brasil se prepara para el futuro

El 7 de septiembre de 2008, el ministro brasileño de Asuntos Estratégicos, Roberto Mangabeira Unger, declaró a la prensa que el plan –ya elevado a la Presidencia– levantaría tormenta cuando fuera divulgado. Se refería al Plan Estratégico de Defensa Nacional, elaborado junto con el ministro de Defensa, Nelson Jobim.

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El 7 de septiembre de 2008, el ministro brasileño de Asuntos Estratégicos, Roberto Mangabeira Unger, declaró a la prensa que el plan –ya elevado a la Presidencia– levantaría tormenta cuando fuera divulgado. Se refería al Plan Estratégico de Defensa Nacional, elaborado junto con el ministro de Defensa, Nelson Jobim. Sus ejes son modernizar el aparato bélico, impulsar la industria militar nacional con absorción de tecnología de punta y definir aliados estratégicos. Acusarán al plan de ser “un desperdicio de dinero y un instrumento de la carrera armamentista”, dijo Mangabeira, quien –obstinado– consideró que la discusión será un paso imprescindible para que la defensa sea incorporada a la estrategia global de desarrollo. Francia fue elegida como socia principal en el plano militar. El acuerdo entre los dos países para el área marina fue negociado por Lula da Silva y Nicolas Sarkozy durante una reunión en Saint-Georges-de-l’Oiapock, Guayana Francesa, en febrero de 2008, y será formalizado el 23 de diciembre, cuando el presidente de Francia devuelva la visita a Brasil. El especialista Nelson During ha dicho que esta redefinición militar tiene lugar tras veinte años en que la cuestión fue amortiguada.
A fines de noviembre de 1894, hacía apenas seis años que el Brasil había abolido la esclavitud y no más de cinco que había pasado de imperio a República; se había introducido el censo y reemplazado la vara y el palmo por el sistema métrico decimal; las recetas de cocina mandaban medir el tiempo de cocción en números de padrenuestros; los autonomistas del norte sólo eran republicanos de la boca para afuera pero seguían siendo terratenientes que no aceptaban la separación de la Iglesia y el Estado, y algunos extranjeros pensaban que Brasil podía ser lo que no eran Europa y los Estados Unidos. La República prometía con obstinación una sociedad volcada hacia el progreso científico y un Brasil moderno.
Una combinación de montañas y forestas impenetrables lo custodia en sus fronteras con Venezuela, Colombia y Perú; según algunas publicaciones su influencia lo cuida de Uruguay, Paraguay y Bolivia. El crecimiento industrial y exportador, y los recientes hallazgos de depósitos masivos de petróleo lo han estimulado a revisar sus políticas militares y a volver a calcular su ventana de oportunidad geopolítica. Pensar un futuro cercano en el que deberá defender sus líneas costeras, sus rutas comerciales y sus campos petroleros lo decidió a comprar submarinos a Francia. En realidad –según aquellas mismas publicaciones– Brasil se está preparando para un futuro mucho más distante. Por comenzar, ha decidido la adquisición de cuatro submarinos patrulleros Scorpène, lo que prácticamente duplicará el tamaño de su flota submarina. “El Scorpène nos brindará las condiciones de producir la parte no nuclear del submarino de propulsión nuclear, como es la tecnología de la rigidez del casco”, anunció Nelson Jobim, y añadió que “el submarino nuclear es una decisión ya tomada”. Se calcula que los resultados se verán en la próxima década. Los cinco submarinos de patrulla convencionales que posee Brasil, basados en el tipo German 209, ofrecen una importante capacidad de defensa costera, máxime cuando dispongan de los 48 torpedos norteamericanos Mark, en curso de negociación. La compra de los Scorpène, en cambio, apunta a una visión más ambiciosa. El submarino nuclear es un obstinado sueño brasileño desde hace tres décadas y será desarrollado con tecnología delegada a los centros de investigación de la Marina en Iperó, interior del estado de San Pablo. Brasil y Francia, ya asociadas en el portaaviones Foch (de clase Clemenceau), rebautizado precisamente São Paulo en 2000, firmaron en 2008 otro acuerdo, esta vez para fabricar en Brasil cincuenta helicópteros Super Cougar, y están siendo transferidos a la Fuerza Aérea brasileña por lo menos 12 aviones de combate Mirage 2000. Es igualmente posible que el avión de combate multipropósito Dassault Rafale sea el elegido para reemplazar los A-4 Skyhawks con diseño de los 50.
En el Brasil feudal de finales del siglo XIX los propietarios elegían a las esposas de sus leales, y las mujeres eran aporreadas a la vista de todos por padres contrariados o esposos iracundos. Se rectificaba el muro de un templo ya alzado porque no estaba adecuadamente orientado en la alineación del amor. Mientras rezaban, los mulatos frenéticos zangoloteaban sobre el suelo para alejar los pecados con el sudor. Los soldados de línea se repartían en secciones de combate al comando de tenientes, sargentos y cabos, recibían órdenes transmitidas por toques de clarín, y los cañones se descalibraban cuando las ruedas daban barquinazos en las trochas accidentadas.
Es evidente a esta altura que la búsqueda de propulsión nuclear y combustible para ello es una decisión estratégica que excede robustecer la defensa costera, por mucho que en estos momentos Brasil esté negociando la extensión de sus aguas territoriales de las actuales 200 millas a 350, lo que aumentaría el área de 3,5 millones de kilómetros cuadrados a 4,4, comprendiendo el megacampo de petróleo Tupí. La decisión es expandir el poder geopolítico. La paciencia y la persistencia, la obstinación en una visión pueden muy probablemente dar sus frutos si además se ha acertado con el socio correcto. Jobim expresó francamente: “Lo que nosotros queremos es tener voz y voto en el concierto internacional y eso sólo deriva de países que tengan una estructura de defensa con capacidad disuasoria y de expresión del poder nacional”.
A fines del siglo XIX, los lugareños se enteraron, a través de edictos engomados en las tablas, que la República les iba a cobrar impuestos, y que debían declarar en los municipios lo que ganaban y tenían, para el cálculo de cuánto había que dar a los perceptores tributarios. Algunos, atolondrados, arrancaron y quemaron esos conjuros escritos. El contrabando y el tráfico de armas estaban generalizados en el interior del país. Los republicanos que postulaban un Brasil unido y fuerte abrían colectas para comprar armas que serían entregadas al Ejército federal, porque cuando la soberanía de la patria está en juego sobran las palabras y ningún hecho es bastante.
Felipe González expuso una constatación: la famosa “gobernanza” se ha recluido en el ámbito de lo local-nacional y de los obsoletos organismos financieros del pasado, “en tanto que los fenómenos económicos y financieros más relevantes se mueven en el ámbito global sin gobierno alguno”. En la insoslayable reingeniería de esos instrumentos, participarán aquellos países preparados para asumir responsabilidades globales. Los apoyarán otros que estén en su misma condición.

*Ex canciller.