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melconian vs. atwood

Cachanosky ve el oso

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Pasarle el miembro en la cara al que queda enfrente cuando una fuerza llega al poder es la forma argenta de siempre en la que las mayorías que surgen de una elección salen a construir hegemonías. La macana es que al hacerlo se pegan un tiro en el pie, no solo porque profundizan diferencias que llegan a arruinar amistades o vínculos personales por algo tan nimio como una opinión política, sino porque con divisiones tajantes se aleja cada vez más una salida posta para los quilombos estructurales, que casi siempre terminan empeorando en un país en loop permanente.

Boludez o white people problem, la incomodidad que sintió el economista Roberto Cachanosky en estos días al salir de un recital de Caetano Veloso en el que quedó envuelto en cantos políticos del público con los que no estaba de acuerdo, sirve para marcar un punto sobre lo que viene.

¿Otra vez la mayoría que está asomando desde las elecciones primarias “le va a hacer sentir” al otro que perdió y que “ahora van a ver”? ¿Habrá otra edición de pene en la mejilla y bancátela?

Sería lo más lógico, claro, mirando por el espejo retrovisor. Es lo que hizo el propio Mauricio Macri en todo su mandato negando a todo lo que oliera a gobierno anterior como válido dentro de la democracia a puro #novuelvenmás, mientras desoía cualquier crítica de “ojo que te das un palo”. Es lo que había hecho antes el kirchnerismo desde de la grieta de 2008 a pesar de haber llegado con promesas de concertación y diálogo, sin darle bola a cualquiera que le atinaba “ojo que te estás fumando toda la energía y te vas a quedar sin dólares”. Y así. No hay que ser Tulio Halperin Donghi para advertir que es el mismo rulo que se repite desde que nació el superclásico peronismo/antiperonismo con las persecuciones justificadas y denunciadas en cada uno de los bandos.

Con todas las limitaciones que pueda tener, si confirma su triunfo, Alberto Fernández tendrá ahí su mayor desafío fuera de lo económico. Conseguir que asome una mayoría más inclusiva y menos revanchista, tal vez más sintonizando más con lo que le tocó pasar a él cuando era considerado traidor hasta que pudo explicar que no tanto.

Tendrá dos razones para intentarlo. Una, el bardo económico es tan grande que no habrá espacio para el relato de ellos y nosotros más allá de achacar algo de herencia. La otra, su equipo económico está más preocupado por prevenir eventuales diferencias internas que por acentuar diferencias con lo que quede del PRO, que habrá que ver qué queda. La pesadilla que puso en palabras uno de los asesores de siempre del albertismo es ésta: “Va a estar todo mal el día que haya una conferencia de prensa de Axel Kicillof rodeado de diputados de la Provincia para denunciar que por el modelo económico del país la Provincia no puede crecer”. Es cierto: el posible gobernador afirmó en su libro Y ahora qué que el destino del Conurbano se define con el rumbo nacional.

A propósito, en las librerías no pueden creer lo que se está vendiendo el del economista “macrista crítico” Carlos Melconian. Con una tirada de 4 mil ejemplares, la editorial Planeta ya tiene en gateras una impresión de otros 3 mil de Cantar la justa. “Fue el fenómeno de la semana”, dijeron en el mercado del libro. “Le ganó a Margaret Atwood”, contaron en referencia a la autora de El cuento de la criada que lanzó Los testamentos en simultáneo. De hecho, fue el más vendido en la librería Cúspide, como se ve en la web cuspide.com/cienmasvendidos, que arrojó otra novedad: comparte el podio con Sinceramente, de Cristina Fernández de Kirchner, otro libro que en su título habla, a su manera, de decir la verdad. Un dato: el hombre que habla con Fernández desde 2005 dice que “una macro sana y estable” es la “mejor apuesta al progresismo”. Hasta suena de centroizquierda.

En Nueva York, mientras tanto, el consultor y ex viceministro de Economía del gobierno anterior, Emmanuel Alvarez Agis, se cansó de responder sobre el rumbo del postulante con el que habla pero a quien, dice, no acompañará en ningún cargo ya que piensa seguir en su firma PxQ. En sus exposiciones en Estados Unidos, destinó un tramo de la presentación al modelo de Portugal, que abría con una diapositiva que muestra la distancia de Lisboa a Buenos Aires. La pregunta en esa referencia es si esa ruta incluye el ajustazo del gasto público de 2010 y 2011 o solo las medidas expansivas que llegaron después.