COLUMNISTAS
futuro incierto

Ceguera

default
default | Cedoc

Se va 2014 en la Argentina a con toda su carga de abuso de poder, de pobreza no resuelta, de desigualdad creciente, de promesas no cumplidas, de manifiesta tergiversación de lo que sería la marcha de una república. Más el espectáculo de jueces que se han decidido a investigar la corrupción.

En 2014 no se han solucionado problemas de arrastre, como la inflación que cierra diciembre en torno al 40% anual  y como la recesión, la caída en la producción, la pérdida de empleos privados, las dificultades en la producción por culpa del cepo cambiario y la disminución considerable de producción y de inversiones.

Lo sorprendente es que los defensores del Gobierno siguen mirando todo con sus propios ojos, con ceguera sobre todo lo que acontece. La Presidenta sigue teniendo imagen, muy reducida, pero allí está, ronda el 30%. Y si eso sucede es que la oposición política todavía no alcanza a generar toda la confianza que el electorado necesita. O bien el aparato oficial le está sacando el jugo al populismo que quiere expresarse con más dádivas, más plata, más protección y muchos favores.  

Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Diciembre mostró un humor social encrespado y las prioridades en la inquietud ciudadana se van modificando espasmódicamente. Ahora la necesidad de empleo tiene tanta o más prioridad que la seguridad. Los adelantos en las vacaciones dictadas por las empresas  y el bajón en los horarios dispuestos para el trabajo son evidentes.  

La inflación le corta modos de vida a la clase media, además de los sectores marginales. El salario está definitivamente deteriorado y las paritarias no solucionan el atraso. En junio de 2014, según datos de investigadores privados, la tasa de pobreza en la población fue del 31,46%. Bastante más que el 26,41% en el mismo mes del año pasado. Hay que adentrarse en las provincias para sentir más el impacto de la carencia y la total desprotección. Esa pobreza aumenta con mayor aceleración en los menores de una edad cercana a los 17 años. En la provincia de Chaco, para esa etapa juvenil, ronda el 62%, en Mendoza el 53%, en Buenos Aires el 49%, en Córdoba el 50%.

Por supuesto: estas cifras son una bomba de tiempo. Un adolescente sin trabajo, condicionado en un hogar pobre, sale a hacer lo que puede, aunque enfrente riesgos, jugando la propia vida. Olvida los estudios, roba, se alimenta mal, se expone más a las enfermedades, y es presa fácil de las redes del narcotráfico. Gente que no podrá ingresar en la vida productiva, habida cuenta de los avances tecnológicos y la mayor inteligencia y los mejores reflejos que se necesitarán en el corto plazo. Si a todo esto se le suma los adultos atendidos por los subsidios que otorgaron los Kirchner, con desprolijidades contables, y que han dejado sus ocupaciones hace 12 años por efecto de la quiebra del país, se puede advertir que tendrán que vivir de favores futuros o de trabajos sin capacitación, mal pagos. Serán, sin pretenderlo, un lastre para la sociedad toda. Todo es potencial humano para agrandar el narcotráfico definitivamente instalado en el país con protección política y policial.

Se mira con aprehensión el año 2015, que no viene cargado de buenos presagios. Porque los problemas no han sido resueltos y en algunos casos se aceleraron. Son negros nubarrones para los que lleguen al poder en las elecciones.El año empieza con recesión, que puede agigantarse. Si no hay arreglo con los houldouts  escasearán los botes salvavidas. Pero suponiendo que lo hubiera la problemática concreta económica y social se mantendrá intacta. Habrá que olvidarse de nuevas inversiones y mucho menos con la baja del petróleo que arrincona las esperanzas que muchos tenían con Vaca Muerta. Será difícil que la inflación baje, presionada por tantas ataduras con lo cual el consumo se restringirá más de lo que está en estos tiempos.

Peso a todo hay indicios de que el cristinismo quiere perdurarse, desea ser inmortal. El futuro es incierto, salvo que surja un suceso político definitivamente esperanzador.

 

*Periodista y escritor.