Si bien la educación comienza en la familia y continúa en el colegio, es la universidad la que brinda a la persona las principales herramientas para poder ingresar preparada de la mejor manera al mundo laboral. Es justamente en la carrera cuando se adquieren las habilidades blandas y técnicas que luego ayudan a un mejor desenvolvimiento y crecimiento profesional.
Cada vez son más las universidades que trabajan en la formación de competencias laborales, fomentando el nexo entre las empresas y sus alumnos. En este sentido la mayoría de las instituciones educativas cuentan con un área dedicada a la inserción laboral.
Esta área ha ido evolucionando a lo largo del tiempo, ya que también ha cambiado el interés de las empresas por acercarse a la universidad. Lo que al principio comenzó en la mayoría de las universidades como una bolsa de trabajo hoy es el punto de encuentro en el que se desarrollan fuertes vínculos con las empresas.
En el caso de la Universidad Austral, el área recibe el nombre de Desarrollo Profesional y cuenta con un foco en la educación personalizada. La misma está orientada al acompañamiento de la persona desde una visión integral y a planificar la carrera laboral atendiendo a las aptitudes personales, características y proyectos de vida de cada uno.
Diferentes. No todos los alumnos tienen los mismos intereses y aptitudes. Algunos aspiran a un desarrollo dentro de una organización, mientras que otros, a emprender sus propios proyectos. Dentro de una misma carrera existen diferentes campos en los cuales se puede ejercer la profesión, y éstos difieren mucho según se trate de una industria u otra. También existe una gran diversidad cultural entre las empresas que conforman el mercado laboral, y una buena orientación en los inicios de la carrera profesional puede ayudar muchísimo. De hecho, puede cambiar el rumbo de una vida. Mientras más alineados estén los objetivos personales con los de la organización más satisfacción encontrará la persona en la realización de su trabajo.
El principal desafío es generar en el alumno una actitud proactiva frente a la búsqueda. Que perciba que puede y debe planificar esta primera inserción laboral y no abordarla de una manera irreflexiva. Algunos toman su primer contacto con el área cuando deciden arrancar una pasantía, pero eso los limita a las ofertas de ese momento. Hay que alentar a los alumnos a que previamente trabajen en su propio proyecto, que descubran sus intereses personales y profesionales, para poder proyectarse en las empresas que respondan a esas inquietudes.
Otros aspectos cruciales de la inserción son la ayuda en el armado del CV y el perfil en la red, y la preparación de las entrevistas. Esto se logra mediante el asesoramiento personalizado y fomentando la participación en actividades con empresas durante toda la carrera.
Pensando a largo plazo, también hay que fomentar la idea de que el networking es clave para su futuro. Los que hoy son sus compañeros, mañana estarán en diferentes empresas en las que quizá les interese trabajar o generar algún vínculo. Con ese fin, la plataforma de empleo debe parecerse más a una red social que, además de ofrecer búsquedas para alumnos y graduados, fomente la interacción entre todos los que estudiaron en esa universidad.
Desde el lado de la empresa, en la medida en que se fueron concientizando en la ventaja competitiva de una buena gestión de sus recursos humanos, fueron tomando una mayor proactividad en la captación de talentos de jóvenes con alto potencial, y empezaron a competir por este recurso escaso. Esto generó una búsqueda por el posicionamiento como “marca empleadora”, con el objetivo de generar en los jóvenes la aspiración de pertenecer a una empresa determinada. En este sentido, hoy las formas de relacionamiento van más allá de una simple publicación. Se trata de buscar un talento y no de cubrir una vacante.
Vínculos. Partiendo de esta idea, se proponen nuevas actividades con las universidades, algunos ejemplos son las ferias de empresas, talleres de empleabilidad y simulacros de entrevistas como actividades específicas de reclutamiento. Otras acciones que apuntan más a posicionar la marca, son las visitas de directores de áreas que vienen a contar su experiencia o a trabajar algún caso real en el aula. También se llevan a cabo actividades dentro de la empresa, como puede ser el “Shadowing Day” de ABInBev (Cervecerías Quilmes), competencias de negocios como el “Brandstorm” de L’Oréal o visitas a plantas industriales.
Este nuevo concepto de “marca empleadora” generó también un crecimiento de las áreas de Recursos Humanos. En las empresas grandes hoy se cuenta con roles específicos de “Relacionamiento con Universidades” además de otras áreas como “Gestión del Talento”, “Reclutamiento” y “Capacitación”.
El área de inserción laboral va tomando cada vez un rol más significativo en la vinculación con el medio y es un lugar muy propicio para generar fuertes lazos con las empresas. El feedback que éstas pueden darnos de nuestros graduados, el conocer las necesidades puntuales que tienen las empresas y cómo se proyectan a futuro, es información valiosísima que permite a las universidades actualizar sus contenidos y preparar mejor a los alumnos para el desempeño de su profesión.
Los vínculos de las universidades son además un activo muy importante para los jóvenes que hoy están definiendo su carrera y el lugar en dónde estudiarla. Los rankings de empleabilidad, tratan de medir esto tomando en cuenta el interés de las empresas de llevar a cabo actividades con las universidades y la cantidad de ofertas laborales que reciben en relación a la cantidad de alumnos y graduados.
El desafío como país es poder dar estas mismas posibilidades a todos los jóvenes. En ese sentido algunas universidades privadas tienen iniciativas para la inclusión social. También el Gobierno ha tomado un rol proactivo con el anuncio del Plan de empleo joven y otras iniciativas como ferias de empresas, portales de empleo y cursos de emprendedorismo para aquellos más creativos.
*Directora de Desarrollo Profesional de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Austral.
Cada vez son más las universidades que trabajan en la formación de competencias laborales, fomentando el nexo entre las empresas y sus alumnos. En este sentido la mayoría de las instituciones educativas cuentan con un área dedicada a la inserción laboral.
Esta área ha ido evolucionando a lo largo del tiempo, ya que también ha cambiado el interés de las empresas por acercarse a la universidad. Lo que al principio comenzó en la mayoría de las universidades como una bolsa de trabajo hoy es el punto de encuentro en el que se desarrollan fuertes vínculos con las empresas.
En el caso de la Universidad Austral, el área recibe el nombre de Desarrollo Profesional y cuenta con un foco en la educación personalizada. La misma está orientada al acompañamiento de la persona desde una visión integral y a planificar la carrera laboral atendiendo a las aptitudes personales, características y proyectos de vida de cada uno.
Diferentes. No todos los alumnos tienen los mismos intereses y aptitudes. Algunos aspiran a un desarrollo dentro de una organización, mientras que otros, a emprender sus propios proyectos. Dentro de una misma carrera existen diferentes campos en los cuales se puede ejercer la profesión, y éstos difieren mucho según se trate de una industria u otra. También existe una gran diversidad cultural entre las empresas que conforman el mercado laboral, y una buena orientación en los inicios de la carrera profesional puede ayudar muchísimo. De hecho, puede cambiar el rumbo de una vida. Mientras más alineados estén los objetivos personales con los de la organización más satisfacción encontrará la persona en la realización de su trabajo.
El principal desafío es generar en el alumno una actitud proactiva frente a la búsqueda. Que perciba que puede y debe planificar esta primera inserción laboral y no abordarla de una manera irreflexiva. Algunos toman su primer contacto con el área cuando deciden arrancar una pasantía, pero eso los limita a las ofertas de ese momento. Hay que alentar a los alumnos a que previamente trabajen en su propio proyecto, que descubran sus intereses personales y profesionales, para poder proyectarse en las empresas que respondan a esas inquietudes.
Otros aspectos cruciales de la inserción son la ayuda en el armado del CV y el perfil en la red, y la preparación de las entrevistas. Esto se logra mediante el asesoramiento personalizado y fomentando la participación en actividades con empresas durante toda la carrera.
Pensando a largo plazo, también hay que fomentar la idea de que el networking es clave para su futuro. Los que hoy son sus compañeros, mañana estarán en diferentes empresas en las que quizá les interese trabajar o generar algún vínculo. Con ese fin, la plataforma de empleo debe parecerse más a una red social que, además de ofrecer búsquedas para alumnos y graduados, fomente la interacción entre todos los que estudiaron en esa universidad.
Desde el lado de la empresa, en la medida en que se fueron concientizando en la ventaja competitiva de una buena gestión de sus recursos humanos, fueron tomando una mayor proactividad en la captación de talentos de jóvenes con alto potencial, y empezaron a competir por este recurso escaso. Esto generó una búsqueda por el posicionamiento como “marca empleadora”, con el objetivo de generar en los jóvenes la aspiración de pertenecer a una empresa determinada. En este sentido, hoy las formas de relacionamiento van más allá de una simple publicación. Se trata de buscar un talento y no de cubrir una vacante.
Vínculos. Partiendo de esta idea, se proponen nuevas actividades con las universidades, algunos ejemplos son las ferias de empresas, talleres de empleabilidad y simulacros de entrevistas como actividades específicas de reclutamiento. Otras acciones que apuntan más a posicionar la marca, son las visitas de directores de áreas que vienen a contar su experiencia o a trabajar algún caso real en el aula. También se llevan a cabo actividades dentro de la empresa, como puede ser el “Shadowing Day” de ABInBev (Cervecerías Quilmes), competencias de negocios como el “Brandstorm” de L’Oréal o visitas a plantas industriales.
Este nuevo concepto de “marca empleadora” generó también un crecimiento de las áreas de Recursos Humanos. En las empresas grandes hoy se cuenta con roles específicos de “Relacionamiento con Universidades” además de otras áreas como “Gestión del Talento”, “Reclutamiento” y “Capacitación”.
El área de inserción laboral va tomando cada vez un rol más significativo en la vinculación con el medio y es un lugar muy propicio para generar fuertes lazos con las empresas. El feedback que éstas pueden darnos de nuestros graduados, el conocer las necesidades puntuales que tienen las empresas y cómo se proyectan a futuro, es información valiosísima que permite a las universidades actualizar sus contenidos y preparar mejor a los alumnos para el desempeño de su profesión.
Los vínculos de las universidades son además un activo muy importante para los jóvenes que hoy están definiendo su carrera y el lugar en dónde estudiarla. Los rankings de empleabilidad, tratan de medir esto tomando en cuenta el interés de las empresas de llevar a cabo actividades con las universidades y la cantidad de ofertas laborales que reciben en relación a la cantidad de alumnos y graduados.
El desafío como país es poder dar estas mismas posibilidades a todos los jóvenes. En ese sentido algunas universidades privadas tienen iniciativas para la inclusión social. También el Gobierno ha tomado un rol proactivo con el anuncio del Plan de empleo joven y otras iniciativas como ferias de empresas, portales de empleo y cursos de emprendedorismo para aquellos más creativos.
*Directora de Desarrollo Profesional de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Austral.