Así que nada de té canasta a beneficio: ya se sabe que Evita detestaba a las damas de beneficencia. Tampoco Burako con las amigas: ya se sabe que Elisa Carrió suele matar el tiempo de ese modo. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner es fanática del póquer.
Tal fue una de las principales (y poquísimas) revelaciones de la entrevista diet que le hizo Soledad Silveyra a CFK para iniciar la segunda temporada del programa Un tiempo después, que va por el único medio que ya logró entrevistar no una sino dos veces en lo que va del año a la Señora: Telefe.
Lástima que Solita (incómoda por la situación y porque, según me dicen, los zapatos de taco procurados por la producción le quedaban enormes) no abundó mucho en el asunto de los naipes.
¿Jugará Cristina con tanta vehemencia como en la política? ¿Lo hará con sus frecuentes anteojos negros, como lo hacen los profesionales del póquer para que la mirada no delate sus intenciones? ¿Será muy mentirosa, tal cual corresponde a un fanático de ese juego?
Vaya uno a saber. Pese a la evidente intención de no incomodar a la principal inquilina de la Casa Rosada con temas serios de cruda actualidad, quedaron muchas cosas jugosas en el tintero. Por ejemplo, más detalles del día en que Cristina, a los gritos (según su propio relato), le hizo desconectar Internet a su hija Florencia, sin explicar que lo hizo porque la niña estaba colgando en su blog fotos cada vez más subiditas de tono mientras iba quedando libre en todas las materias.
Hay circunstancias cotidianas de nuestros líderes que es bueno que se conozcan, al menos para saber cómo funcionan en la vida real. E incluso cuál es su verdadera relación con la visión del mundo que prometen en sus discursos televisados. Al teclado de la PC, la Presidenta lo llamó dos veces “tablero”. No se declaró fanática de la computación, por suerte.
En medio de una campaña electoral donde la lucha política por el rating está adquiriendo más peso que nunca antes, Telefe y Solita lograron que la Presidenta de veras lograra 15,9 puntos justo en la noche que Canal 13 no emite a la Cristina de ficción que hace reventar los aparatitos de la medidora Ibope con el doble de puntaje. Me cuentan que el flamante novio de Silveyra (Chacho Alvarez, representante de los Kirchner en el Mercosur) y la esposa del canciller Jorge Taiana (Bernarda Llorente, subdirectora artística del canal ubicado en la calle Matheu y perteneciente al Grupo Telefónica) fueron algo así como los garantes de que la nota resultaría positiva para la imagen presidencial. Tratame bien, la tira psicologista del 13, con Cecilia Roth y Julio Chávez, le ganó por apenas una décima. Exito rutilante, sobre todo si se tiene en cuenta que los Kirchner suelen ser acusados de maltratadores por sus adversarios del mismo palo peronista.
“Ser mujer otorga ventajas sobre los oponentes masculinos.” Esto no se lo dijo Cristina a Solita ni se lo diría a nadie. Lo sostiene Annie Duke, una de las más famosas y hábiles jugadoras profesionales de póquer del planeta. Graduada en Psicología en la Universidad de Columbia, Duke no sólo hizo fortunas con las cartas en la mano, sino también diseñando juegos virtuales (un verdadero boom por estos días) y sistematizando consejos para los jugadores sobre la base de sus conocimientos psicológicos. Hasta escribió un libro: Cómo subí la apuesta, me planté, mentí, coqueteé, maldije y gané millones.
Ya que no sabemos si Cristina juega al póquer con las mismas características personales con que gobierna, tal vez sería útil traducir algunos de aquellos consejos de la experta estadounidense.
*Es importante estar preparado para perder. El conocimiento de la psicología básica puede hacer una diferencia entre ganar y perder. Entender la psicología del que pierde y el sufrimiento interior y los cambios de actitud que le provoca perder, puede ayudar a concentrarse y a dar vuelta la mano.
*Cuando una persona pierde hay varios cambios en su cuerpo que hacen que el jugador se sienta incómodo; los cambios son dolorosos. La reacción natural sería calmar estos sentimientos, cambiando el cuerpo al estado en que estaba antes de perder. Muchos cometen el error de apresurarse a jugar para recuperar lo perdido, pero es algo que debe ser evitado. Si se hace eso, uno corre el riesgo de convertirse en adicto. Esto debería ser aplicado en el resto de la vida, no sólo en la mesa de póquer.
*El coraje es la cualidad más importante que distingue a los ganadores de los perdedores. Pero tener paciencia los mantendrá en el juego. Recuerden: la paciencia es la clave. Y controlar siempre las emociones.
*No hay que festejar de manera espectacular cuando se gana. Es una falta de respeto hacia los otros. Sí, dijimos respeto, hacia uno mismo y hacia los demás jugadores. Gana, pero con estilo, porque un día serás el que pierda y será duro enfrentar la derrota. En vez de una festiva celebración, estrecha las manos de todos y márchate, aunque a los espectadores no les caiga bien que no les des un espectáculo.
Y vaya si los Kirchner han sido afectos al espectáculo. Convencidos al extremo de que la gobernabilidad depende más de quién “construye el relato” que de la realidad misma, exageraron tanto la tele-teatralización de su supuesta misión histórica que terminaron sólo acompañados por algunos pocos leales, bastantes amigos de la caja y ciertas estrellas del show-business. Y allí mismo debieron soportar deserciones: la propia Soledad Silveyra y Andrea Del Boca rechazaron sumarse al elenco donde hoy descuella Nacha Guevara.
Cristina, Solita... Un tiempo después versus Tratame bien... Póquer femenino. Ajedrez testimonial. Menemismo K. Jueguitos de palabras de un tiempo donde una caricatura presidencial bailando enloquecida revienta la taquilla, una noche después que la verdadera recordó lo parecida que fue a la novia de Rolando Rivas.