COLUMNISTAS
Panorama // raul castro se aleja de chavez

Cuba acelera la apertura y busca inversión externa

Frente a 200 estudiantes de la Universidad de Ciencias Informáticas de La Habana, el joven Eliécer Avila le preguntó la semana pasada a Ricardo Alarcón, titular de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento cubano): “¿Por qué el pueblo de Cuba no cuenta con la posibilidad de ir a los hoteles (en la isla), o de viajar a distintos lugares del mundo?”.

|

Frente a 200 estudiantes de la Universidad de Ciencias Informáticas de La Habana, el joven Eliécer Avila le preguntó la semana pasada a Ricardo Alarcón, titular de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento cubano): “¿Por qué el pueblo de Cuba no cuenta con la posibilidad de ir a los hoteles (en la isla), o de viajar a distintos lugares del mundo?”.

Avila también cuestionó el sistema bimonetario existente en la isla: peso moneda nacional y peso convertible en dólares ($ 25 x US$ 1). “¿Por qué el comercio interior del país ha migrado al peso convertible, cuando nuestros obreros, trabajadores y campesinos cobran su salario en moneda nacional, que tiene 25 veces menos poder adquisitivo”, inquirió.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Por su parte, Silvio Rodríguez, figura arquetípica de la cultura cubana, opinó en la televisión de La Habana que “debería abolirse completamente la obligación del permiso de salida y entrada del país para los cubanos”.

Lo decisivo de estas manifestaciones es que no son un fenómeno espontáneo, surgido de la “sociedad civil”, sino consecuencia de una política deliberada del Estado, lanzada expresamente por el presidente Raúl Castro, que ha pedido al pueblo cubano reunirse en “jornadas de reflexión” para criticar el sistema político y la realidad socioeconómica del proceso revolucionario.

El 20 de enero fueron confirmados, tras un largo proceso de discusión en asambleas, los 614 integrantes del Parlamento (en el sistema cubano hay tantos candidatos como escaños); de ese total, 118 son negros, 101 mulatos y 265 mujeres. Más del 65% de los asambleístas nacieron después de 1959.

Cuba tiene 11,3 millones de habitantes y el 75% de la población nació después de la Revolución, cuando la columna liderada por Ernesto “Che” Guevara se apoderó del campamento Columbia en enero de 1959, y Fidel Castro entró en La Habana.

El régimen político cubano cambió de naturaleza hace un año y medio. Su característica histórica, desde el 1° de enero de 1959 hasta el 31 de julio de 2006, fue su condición “carismático-totalitaria”, con eje en la figura y en la personalidad de Fidel Castro. El régimen cubano no tuvo un carácter “burocrático-totalitario”, como el resto de las experiencias comunistas de Europa y Asia.

En la Cuba de Fidel Castro, ninguna institución, ni el Partido Comunista ni el Ejército, tuvieron una existencia independiente del líder carismático. Todas fueron “correas de transmisión” de las decisiones e iniciativas del Comandante en Jefe. Al abandonar el poder la figura irrepetible de Fidel Castro, cambió la naturaleza del sistema. En ese punto, comenzó la transición política.

Raúl Castro señaló el 26 de julio de 2007, al cumplirse el 54° aniversario del asalto al Moncada, que “Cuba no tiene mayor desafío que el combate por la eficiencia del sistema económico”.

El punto central es que “el salario no es suficiente para satisfacer las necesidades básicas. Por eso, se generalizan las manifestaciones de indisciplina social y la tolerancia con las actitudes antisociales”.

Raúl Castro agregó: “No hay forma de incrementar los salarios (en términos reales) sin un aumento de la producción con mayor eficiencia (productividad)”. Para eso se requiere “un cambio estructural y de conceptos” de la economía y la sociedad cubanas, cuyo eje es la búsqueda de la inversión extranjera directa “para preservar el papel del Estado y el predominio de la propiedad socialista”.

Cuba recibió 983 millones de dólares en remesas de Estados Unidos en 2006, según cifras del BID y de Naciones Unidas. Es la segunda fuente de divisas de la isla, después del turismo, y muy por delante de las exportaciones de níquel y azúcar. Lo más probable es que la cifra real sea muy superior. Más de 2/3 de los ingresos de la divisa estadounidense se hacen por vías informales. Además, la comunidad cubano-norteamericana ocupa el primer tercio en los niveles de ingresos de EE.UU. Por último, El Salvador y Guatemala, comparables en términos económicos con Cuba, recibieron ese año 3,3 y 3,5 billones de dólares, respectivamente.

Cuba es una sociedad bimonetaria. Pero la distribución del flujo de remesas es extraordinariamente desigual.

Los cubanos emigrados en EE.UU. son blancos en un 83,5%; el resto (16,5%), negros o mulatos. Significa que los blancos reciben en la isla 93% de las remesas en dólares, y los negros y mulatos el resto.

La Cepal estima que 62% de los cubanos recibe remesas de EE.UU. (6,7 millones sobre 11,3 millones de habitantes); son 107 dólares per cápita por año. Es lo que gana en 12 meses, en promedio, un trabajador estatal. Equivale a lo que percibe un médico o un profesor universitario por año. Por eso “el salario no es suficiente para satisfacer las necesidades básicas”; y por eso, también, “se generalizan en Cuba las manifestaciones de indisciplina social”, como señaló Raúl Castro.

La transición comenzó en Cuba. Tiene dos dimensiones: la apertura (Eliécer Avila, Silvio Rodríguez), incentivada desde arriba, en forma deliberada, por la conducción del partido y del Estado. La otra es la atracción de la inversión de las empresas transnacionales. La estrategia se funda en la visión; y ésta es, ante todo, sentido, dirección y significado. La visión estratégica de la conducción cubana post-Fidel es la contraria, exactamente, a la de Hugo Chávez en Venezuela.