Roberto Ahuad es un diplomático poco diplomático. El ex embajador argentino en Siria ha quedado, otra vez, en medio de la polémica relacionada a las tensiones que se viven desde hace más de medio siglo en Medio Oriente. Pero esta vez, en una causa muy sentida para la Argentina: el atentado aún impune que sufrió la AMIA en 1994.
Es que Ahuad ahora aparece vinculado a la posibilidad de que se confirme la reunión que se habría producido en 2011 en Alepo, Siria, entre el canciller Héctor Timerman y su par iraní Alí Akbar Salehi. Pepe Eliaschev denunció en Perfil que ese encuentro se habría realizado con la garantía del presidente sirio Bashar al Assad, para que Argentina firme un pacto secreto con Irán con el objetivo de entorpecer a la justicia en el atentado que causó la muerte de 85 personas y más de 300 heridos.
En su edición del último domingo, el diario Clarín publicó una entrevista a Ahuad en donde el ex funcionario aclaró que “no confirmó ante la Justicia la reunión secreta” porque “no puedo dar fe de lo que no viví”, pero también advirtió que supo de esa reunión porque “se la revelaron en ‘off de record’ funcionarios del gobierno sirio”. “Fue una reunión que se mantuvo en reserva, tanta reserva que yo, como embajador argentino, no estaba informado”, dijo Ahuad a Clarín.
Pero lo que no dijo Clarín es que Ahuad no solo no es un diplomático de carrera, sino que es un ex funcionario que fue cuestionado por su pasado antiisraelí. En su momento, Perfil dio a conocer la sorpresa de varios senadores de la Comisión de Acuerdo que habían aprobado el pliego de Ahuad para Siria sin conocer su militancia en contra del Estado de Israel.
Muy pocos meses antes de que el ex presidente de la Confederación de Entidades Argentino-Árabes y del Club Sirio Libanes en Buenos Aires fuera elegido por Cristina Kirchner para inaugurar la embajada argentina en Damasco, Ahuad había organizado la mayor marcha de repudio frente a la embajada israelí en Argentina para acusar a Israel de ser un “Estado terrorista” que “ejerce el genocidio”.
La manifestación antiisraelí se realizó en enero de 2009 y fue organizada por Ahuad junto a Luis D’Elia y representantes de la comunidad árabe en Argentina. El ex embajador dijo entonces que estaba “orgulloso” de contar con el respaldo del piquetero D’Elia y sus seguidores que “tienen la valentía de desafiar un lobby tremendo, el sionista, que opera con las centrales económicas, políticas y de prensa”.
“Me cuesta creer que un argentino de bien pueda apoyar a un gobierno como el de Israel”, decía entonces Ahuad. También dijo que era “una injusticia” calificar a Hezbolláh como una organización terrorista. “Es un grupo de resistencia, con vocación y voluntad política que nació como una entidad de ayuda asistencial”, advirtió.
El diplomático poco diplomático que protestaba con D'Elia contra Israel, ahora acusa a Timerman de orquestar un pacto en Siria con Irán y contra la AMIA. Ni siquiera John Le Carré lo hubiera imaginado.