COLUMNISTAS
FUERZAS PRODUCTIVAS

Deng y Milei

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Davos. El discurso del presidente Milei generó diferentes comentarios sobre su extravagancia. | AFP

Los discursos apologéticos del presidente Milei en Davos y Washington sobre el capitalismo frente a sus acérrimos representantes originaron una catarata de comentarios sobre la extravagancia de su disertación. En 1978 Deng Xiaoping en China, después del fallecimiento de Mao Zedong, el golpe de Estado de 1976 y el encarcelamiento de la “Banda de los 4” se embarcó en encontrar una justificación ideológica al giro que imprimiría a la política económica. Fue necesario encontrar panegíricos que pudieran encuadrarse en el pensamiento marxista sin descuidar referencias al pensamiento de Mao Zedong para contrarrestar la burocracia del Partido Comunista prometiéndole la continuidad del control político. Deng no habló de capitalismo, utilizó el eufemismo “fuerzas productivas”.

Deng retomó el programa de las “Cuatro modernizaciones” adjudicadas a Zhou Enlai en 1963 y que fue rechazado en ese entonces por considerárselo revisionista. Para la implementación, obtuvo el apoyo del PNUD que abrió las puertas a la colaboración con los organismos financieros internacionales como el Banco Mundial y el Banco Asiático de Desarrollo (BAD). En ese mismo año, Deng instó en uno de sus discursos a liberar la mente después de criticar el dogmatismo y el “falso marxismo” de la “Banda de los 4”, a quienes culparía por el retroceso económico y las persecuciones políticas.  

En 1979, Deng expresó que “el objetivo de la revolución es librar y expandir las fuerzas productivas para tener un país próspero y poderoso donde el pueblo pueda mejorar su nivel de vida; de lo contrario, la revolución sería solo una cáscara vacía”. Este axioma condujo después al abandono de la lucha de clases como motor de la historia definiendo la contradicción principal como las crecientes necesidades materiales y culturales del pueblo y el atraso de la producción social.

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El tema de las fuerzas productivas y la globalización se convirtieron en argumentos centrales de Deng Xiaoping para impulsar la apertura; sostuvo que el desarrollo de las fuerzas productivas es la revolución más importante “desde el punto de vista de la evolución histórica”. En su crítica a la “Banda de los 4” afirmó que sostener que ser pobre en el socialismo es mejor que rico en el capitalismo, como si socialismo significara “pobrismo”, no tenía sentido. Deng retomaba los conceptos vertidos por Karl Marx en El manifiesto comunista cuando escribió sobre la extraordinaria expansión de las fuerzas productivas del capitalismo. Marx dijo: “La burguesía, que cuenta apenas con un siglo de existencia, ha creado fuerzas productivas más abundantes y más grandiosas que todas las generaciones pasadas juntas”, preguntándose: “¿Durante los siglos pasados quién pudo sospechar siquiera que semejantes fuerzas productivas dormitaban en el seno del trabajo social?”.

Deng no cesó de criticar las políticas de “izquierda” por el “salto adelante” que provocó la hambruna en los años 1958/61. En términos más severos se refirió a la “revolución cultural” entre 1965/76, cuyo objetivo fue atacar a los dirigentes del PC acusándolos de burgueses. En agosto de 1985, explicó que la sociedad comunista significa una gran abundancia de bienes que permita transformar el dicho de “a cada uno según su trabajo” a “cada uno según su necesidad”. Los principios de Deng fueron incorporados a la Constitución en 1997; la revisión en 2002 sumó a Jiang Zemin con Teoría Triple Representación y en 2012 incorporó a Hu Jintao con Perspectiva científica del desarrollo. Xi Jinping tuvo un reconocimiento magno en 2018 con el agregado El pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con características chinas para una nueva era. Las adendas confirmaron el culto a la personalidad y el unipartidismo.

Xi Jinping prevé una primera etapa de transformación para 2035 que denominó “nación socialista moderna” con un ingreso per cápita de 35 mil dólares y en 2049, año del centésimo aniversario de la fundación de la RPC, “una nación plenamente desarrollada”.

La evolución teórica del PCC y de sus líderes muestra el énfasis en la evolución de las fuerzas productivas para satisfacer las necesidades materiales y culturales del pueblo hasta alcanzar el nivel de país avanzado como Europa, EE.UU. o Japón. Estas definiciones parecieran no diferenciarse de las vertidas por Milei cuando habla de liberar la innovación para asemejarse a Alemania dentro de veinte años.

* Diplomático.