COLUMNISTAS
Defensor de los Lectores

Desafío de nuevos tiempos

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Este ombudsman se ha ocupado ya varias veces –algunas en ediciones recientes– del proceso acelerado de transformaciones que se viene dando en el espacio de los medios de comunicación, tras el arrollador advenimiento de los nuevos recursos digitales que aportan mayor velocidad en la transmisión de informaciones y castigan –por lo general– con menor calidad a los usuarios y lectores.

Esta realidad sin vuelta atrás plantea desde hace ya una década desafíos crecientes a los medios gráficos, tanto diarios como revistas, que ven cómo su presencia en quioscos y distribución mediante suscripciones va mermando de manera alarmante. Las conductas de los lectores cambian a gran velocidad. Lo que hoy aparece como una gran novedad es superado en apenas días –tal vez horas– por nuevas tecnologías, y también nuevas y mutantes formas de llegada al público. El qué hacer con este verdadero embrollo en transición es tema de discusión y análisis en todo el mundo.

Cité hace pocas semanas al director del diario El País de Madrid, Antonio Caño, quien en una dramática “carta abierta” a su redacción señalaba: “Se puede dar ya por hecho que el hábito de la compra del periódico en el quiosco ha quedado reducido a una minoría. La mayoría de las personas, fundamentalmente los más jóvenes, buscan la información en otros soportes y la consumen de forma diferente”. Pero advertía: “También en el ámbito digital la situación sigue siendo aún incierta. La masiva transferencia de lectores de la web a los teléfonos móviles, así como la aparición de nuevos dispositivos portátiles y de amenazas recientes como los bloqueadores de publicidad, junto a otras más conocidas como la instalación de la cultura de la gratuidad, hacen muy complejo también el horizonte en el terreno de los nuevos medios. Empiezo a tener la impresión de que el paso del papel a lo digital es sólo uno y no el más grande de los muchos pasos que los periódicos tendremos que dar hasta alcanzar nuestro verdadero espacio futuro”. Caño hablaba, en resumen, del proceso de integración de los distintos soportes que llevan contenidos a los usuarios, formulando una clara opción por integrarlos y optimizarlos tanto en la versión de papel como en el portal de noticias, sin descuidar los riesgos subyacentes en ese proceso.

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De esto y de la búsqueda de nuevas formas de llegar a los usuarios de PERFIL hablamos el pasado viernes con Agustino Fontevecchia, hijo del fundador de este diario, que viene de trabajar en Forbes de Estados Unidos durante los pasados cinco años y es el nuevo responsable de la transformación digital en la editorial. Sin entrar en detalles de acciones que los lectores verán en los próximos tiempos y podrán evaluar en cuanto a continentes y contenidos, creo imprescindible que quienes siguen estas páginas lo sepan y entiendan que su defensor mantendrá la misma actitud que viene asumiendo: la defensa de la excelencia en la administración y edición de los datos informativos, del buen empleo de la palabra, de la pluralidad de voces y del ejercicio de preceptos éticos que no se modificarán con el tránsito hacia nuevas formas de llevar lo que ocurre a quienes merecen saberlo.

Hubo, en la reunión, numerosas coincidencias. Entre ellas, que la velocidad, la inmediatez, no deben ir en contra de la calidad y que la identidad del medio está por encima de todo cambio tecnológico. Fontevecchia propuso a este ombudsman que tenga también un espacio en Perfil.com para analizar, proponer y acompañar de manera crítica el proceso de su transformación y crecimiento. Será sólo cuestión de ajuste en los detalles que ello se concrete. De tal manera, los lectores de PERFIL diario y los usuarios de Perfil.com podrán compartir, acompañar y criticar a este columnista cuya opinión se mantendrá, de manera inalterable, independiente de las decisiones de la conducción, los editores y miembros de las redacciones.

Utilizando palabras del director de El País en su carta a la redacción, “vigilaremos que en todas esas plataformas esté la huella de PERFIL”. Es decir: modernizar los instrumentos pero sin perder la esencia ni una política regida por las normas de estilo y ética del diario.

Campana final. Con estas líneas, el ombudsman pondrá fin al debate cuasi pugilístico en el que se han embarcado Martín Kohan –escritor y columnista sabatino de PERFIL– y el periodista y escritor Ceferino Reato. Volvieron ambos a la carga con sendos mails (Reato, además, con una carta para el Correo de Lectores), reclamando tener la última palabra. Como estimo que ambos han agotado ya sus argumentos (publicados por este diario), la discusión acerca de quién leyó o no el libro de quién se ha agotado y es lo mejor cerrarla antes de que desgaste a los lectores.