Frases de la semana
Las dijo el ex ministro de Economía Martín Lousteau. Constituyen una radiografía del gobierno
de los Kirchner.
—¿Cómo es el funcionamiento del gobierno de Cristina y Néstor?
—Es un funcionamiento bastante atípico para cualquier organización, no sólo para
cualquier gobierno. Es un funcionamiento que está muy centralizado, con nula capacidad de delegar,
en donde todas las decisiones terminan teniendo el mismo tiempo para madurarlas y tomarlas
–que son 15 o 30 minutos– porque cuando el responsable final tiene que ver todas las
decisiones que se toman, no le alcanza el día para todos los problemas que hay.
—¿Néstor Kirchner manda?
—Néstor Kirchner tiene un peso preponderante. En temas económicos, manda.
—¿Es (Néstor Kirchner) el ministro de Economía inspirador de la gestión de Cristina?
—Sí, y reconocido por ellos mismos; por todo el Gobierno. En crisis, las medidas son
siempre heterodoxas y los tiempos y la manera de comunicar también son anormales. Pero cuando uno
sale (de la crisis) tiene que entrar en un proceso de gestión normal. Todavía estamos enamorados de
la anormalidad de la crisis.
“Independientemente del personaje Moreno, lo que pesa es una manera de ver las cosas.
Sería imposible, naturalmente, que Moreno pudiera hacer cualquier cosa si no tuviera el aval de su
superior final, que es el presidente. Y pesa porque cuando uno no tiene capacidad de remover,
cuando un subalterno de uno, sin avisar y con el aval de otra persona, está haciendo lo contrario,
se generan no sólo problemas de gestión muy serios sino también perjuicios a sectores muy
importantes.”
“Yo creía que la negociación de la deuda con el Club de París era un tema importante
pero no urgente; uno no se debe apurar en temas tan importantes. En ese momento (al comienzo de la
gestión de la Presidenta) iniciamos gestiones informales –después, más formales– con el
Club y alcanzamos un nivel muy alto de avance que consistía en que en la propuesta que íbamos a
enviar se contemplaba la cancelación en cuotas, en seis años; algo muy parecido a lo que se logró
con España, con dos años de gracia y, además, con el aval de los Estados Unidos de que la
negociación se hacía por afuera del FMI.”
“La Presidenta consideró que se podía lograr un plazo superior a eso. Pero,
evidentemente, la percepción de la Presidenta de los tiempos financieros, económicos y políticos de
la Argentina cambió y por eso es que se ha decidido hacer un pago con reservas.”
“Me sorprendió, primero por la experiencia que yo había tenido respecto al Club en sí,
segundo porque la faz jurídica de cómo se realiza el pago es compleja y creo que va a ser difícil
de implementar; además, sé que no había habido conversación formal con respecto a esta posibilidad
con estos países; y tercero, porque el pago con reservas debilita la posición del país con respecto
a los hold outs (bonistas que quedaron fuera del canje de la deuda)”.
Miami
Ocurrió lo inevitable. El Valijagate se instaló nuevamente en el presente de la
realidad política argentina. Y esto le ha complicado la vida a la administración de Cristina
Fernández de Kirchner.
Frente a esto, la reacción es la misma que hubo en diciembre, cuando la Presidenta comenzaba
a vivir su luna de miel, que nunca fue, en el Gobierno. Claro que los tiempos, las circunstancias y
las evidencias han cambiado.
El financiamiento de la campaña electoral que culminó con el triunfo de la Dra. Fernández de
Kirchner es hoy un vergel de noticias infaustas para el Gobierno. Los aportes de Sebastián Forza,
uno de los asesinados en el triple crimen de General Rodríguez, y de Ariel Vilán, sumados a la
historia de la valija de Alejandro Guido Antonini Wilson, tiñen de sangre y suspicacias el origen
de algunos de esos fondos.
Rápido de reflejos, ante el cúmulo de sospechas, Julio César Cleto Cobos ha salido a
despegarse del asunto. Para el vicepresidente todo debe investigarse. A los Kirchner esto les cayó
como una patada al hígado. El lunes habrá una presentación judicial ante la Dra. María Romilda
Servini de Cubría, jueza electoral, para que abra una causa con el fin de llevar adelante dicha
investigación.
El Valijagate promete generar muchas más cosas en Miami. La declaración de Antonini Wilson
crea una expectativa y un pavor crecientes. Mientras tanto, es importante saber cómo está la
investigación judicial aquí, en los tribunales de Buenos Aires.
Al respecto, la realidad es compleja y preocupante. En fuentes judiciales que siguen la causa
con detalle, los acontecimientos de Miami no sorprendieron. Según consignan esas mismas fuentes,
esto se considera como muy positivo para darle nuevo impulso a la causa.
La fiscalía y el juzgado están esperando que haya, por parte de la Justicia de los Estados
Unidos, la aplicación del tratado de reciprocidad para tener acceso a las pruebas que constan en la
Corte de Miami.
En estos momentos, la causa está en manos del juez en lo Penal Económico, Dr. Daniel Petrone.
La fiscal, Dra. Rivas Diez, ha pedido una serie de pruebas. Algunas han sido concedidas por el
juez. Otras no. Esto produce desconcierto.
Las declaraciones testimoniales que se han incorporado últimamente han reforzado las
contradicciones. Esto tiene que ver con los que viajaron en el avión contratado por la empresa de
petróleo del gobierno argentino (Enarsa), con el lugar en el que se alojaron y con las personas que
estuvieron a cargo de los traslados. Algunos de los datos aportados por Uberti serían parte de
estas contradicciones.
A su vez, Claudio Uberti tiene una declaración de falta de mérito por parte del juez Petrone
que fue apelada por la fiscal. La Cámara Nacional en lo Penal Económico va a resolver esa apelación
el próximo 24 o 25 de septiembre. Hay que recordar que, en su momento, la defensa de Uberti recusó
a la fiscal Rivas Diez y que la Cámara resolvió este incidente en favor de la fiscal.
Otro de los datos relevantes acaecidos en nuestra ciudad en estas horas es la carta enviada a
algunos medios por el Dr. Guillermo Ledesma, el abogado argentino que fue consultado por Antonini y
sus amigos para su defensa. Dicha carta contiene un párrafo en el que se lee lo siguiente:
“… En esa ocasión me relató (se refiere a Antonini Wilson) que era Uberti el
portador de la valija y le pidió que se la llevara y que, al ser descubierto, le hizo (Uberti) un
gesto como diciendo ‘lo siento’ y se retiró del aeropuerto. Según su versión, al día
siguiente conversó, en un acto que tuvo lugar en la Casa Rosada, con el nombrado (Uberti) y con De
Vido, quienes habrían restado toda importancia al incidente expresándole que no se preocupara, por
lo que se fue del país pensando que no tendría problema. No obstante lo cual luego se encontró con
la sorpresa de que se había ordenado su captura internacional.”
Esta narración del Dr. Ledesma quien, en la semana que entra, será llamado a prestar
declaración testimonial por el juez Petrone, tiene visos de verosimilitud. Hay que recordar que el
episodio de la valija se produjo en la madrugada del sábado 4 de agosto de 2007 y que el lunes 6
hubo un acto en la Casa Rosada al que asistió Hugo Chávez. En ese acto, el presidente de Venezuela
mencionó por su nombre a Claudio Uberti, entonces titular del Occovi (Organismo de Control de
Concesiones Viales), señal clara del protagonismo que el ex funcionario –considerado por
muchos como el embajador paralelo de la Argentina en Caracas– tenía en las relaciones entre
los dos países. Su secretaria,Victoria Bereziuck, testimonió en la causa el 11 de septiembre. Allí
reconoció que Antonini Wilson estuvo en la Casa Rosada ese lunes 6 de agosto.
A todo esto, hay que agregar un dato más que hasta ahora parece olvidado. Antonini Wilson
hizo unos doce viajes a la Argentina antes del que dio origen al Valijagate. De esos viajes,
todavía no se sabe nada. Tal vez allí se pueda tener la clave para un interrogante más que se suma
a los muchos que presenta este turbio caso: ¿la plata de la valija era para la campaña o era parte
de una coima de negocios que se hacían entre los gobiernos de la Argentina y Venezuela?
Mientras tanto, el ex presidente en funciones sigue cumpliendo sus tareas gubernamentales
desde la Residencia de Olivos. Ya no están más sus oficinas de Puerto Madero y a la sede del
Partido Justicialista va poco.
En la semana que pasó estuvo activo haciendo valer sus objeciones al pago de la deuda con el
Club de París, de lo cual no está tan convencido. Por lo pronto, es casi seguro que ese pago se
haga de una manera diferente al anunciado por la Presidenta.
A su vez, el Dr. Néstor Kirchner se ocupó de delinear la estrategia a seguir en relación con
las repuestas del gobierno al Valijagate. Hugo Moyano; Luis D’Elía; el ministro de Justicia,
Aníbal Fernández, y el jefe de Gabinete, Sergio Massa, han tenido a su cargo salir a
“pegarle” al juicio y al decadente gobierno del presidente Bush. La incomodidad de
Sergio Massa fue indisimulable.
Junto con todo esto, sigue adelante el operativo “reconciliación” con los
sectores del justicialismo que, durante el conflicto con el campo, se rebelaron contra los
Kirchner.
En el centro de la atención están los intendentes de la provincia de Buenos Aires, quienes
constituyen el primer objetivo de este operativo. El fin de este accionar tiene como propósito
igualmente prioritario el de quitarle todo sustento a una eventual vuelta del duhaldismo. “No
sabemos si nos reelegirán o no. Lo que sí sabemos es que haremos todo lo necesario para que Duhalde
no vuelva”, sentencia una voz que conoce el pensamiento del kirchnerismo profundo.
El itinerario al que se somete a los intendentes es el siguiente:
En el comienzo, los recibe el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Carlos Cheppi, y
el titular del ONCCA (Oficina Nacional de Control de Comercialización Agropecuaria), Ricardo
Etchegaray. En esa reunión se busca atender las distintas necesidades vinculadas con el sector
agropecuario que tienen estos intendentes, algunos de los cuales son, además, productores rurales.
Una vez completado este paso, son trasladados a la residencia de Olivos. Allí los aguarda un
relajado Néstor Kirchner, quien los lleva a realizar un tour por la quinta presidencial.
Completado esto, se sigue con el refrigerio en medio de risas, fotos y el anecdotario de
circunstancia. “Por supuesto que no falta la promesa de plata para la obra pública del lugar.
Es la demostración clara de que Néstor Kirchner manda”, completa alguien que estuvo ahí.
Producción periodística: Guido Baistrocchi, con la contribución de Laura Bartolomé.