Luego de una primera fase de construcción de vacío de poder intentando opacar la figura de Cristina y exaltando las dotes de estadista de Néstor Kirchner que durante años negaron, y ante la evidencia de que la condición de unidad política absoluta entre ambos, provocaba el efecto paradojal de que el reconocimiento de Néstor reforzaba ambas imágenes, el sistema de medios hegemónicos ha decidido clausurar los efectos del fallecimiento e iniciar la estrategia de campana de silencio y olvido.
Bajo la certeza de que aún los acontecimientos más importantes en términos emotivos finalmente ceden, el doble vínculo amoroso, que constituyó como sujetos políticos a muchos de quienes participaron en la despedida a Néstor, el amor personal hacia su líder muerto y el amor ya definitivo entre Néstor y Cristina, hará más persistente la reivindicación de ambos en parte de la ciudadanía, en especial los jóvenes, que un volátil estado de opinión pública, donde no se juegan lazos de afecto.
Esta circunstancia constitutiva del sujeto peronista en su modalidad kirchnerista, bajo un doble vínculo amoroso, permitirá construir aceptación con una persistencia e intensidad superior a la de un estado de opinión pública tradicional.
Estadísticamente, la magnitud de la conmoción irá cediendo como fenómeno socialmente activo, capaz de producir efectos de legitimidad política y electoral.
Pero el recomienzo de la gestión de Cristina se da con esa opinión pública tan favorable, que será factor clave en el encolumnamiento del justicialismo tras su jefatura. Hoy es Cristina la única que lleva al justicialismo a la victoria y eso en el partido fundado por Perón, no se discute. El que gana tiene los votos y además, la razón.
El sacrificio personal de Néstor Kirchner, devolvió a Cristina y su gestión los niveles de popularidad y votos previos a la Resolución 125.
El estilo de conducción enérgico de Cristina, del que aún algunos dudan rememorando la metáfora de Chirolita de Duhalde que le endilgaban a Néstor, junto a la gestión del largo año por venir, serán factores clave, para no para lograr sino apenas sostener la imagen pública, de gestión y la intención de voto superior que manifiesta Cristina, que hoy le permitiría un holgado triunfo en primera vuelta, frente a una oposición duramente golpeada.
La desaparición física de Kirchner reconfiguró el escenario electoral y desparecieron las opciones que se fundaron sólo en la crítica al ex presidente: Elisa Carrió y Cleto Cobos, son ejemplos paradigmáticos del rediseño electoral que se operó tras el fallecimiento de Néstor Kirchner.
Es una gran diferencia cuali /cuantitativa respecto al pasado reciente, donde la primera minoría del FPV estaba aún en camino a cumplir el llamado “mito del 40+1”. Tal como señalamos, desde estas mismas columnas estaba aún a cuatro puntos de ganar en primera vuelta.
Es aún imposible imaginar este cambio de escenario notable, pero su sostenimiento se define en la gestión de gobierno y el ejercicio pleno de la conducción política, que supondrá el reordenamiento electoral de distritos clave como Santa Fe, Córdoba y Capital, modificando el sistema de alianzas de 2009, cuando el oficialismo obtuvo el 9% de los votos.
Datos alentadores ya ha dado Cristina en su primera aparición pública en la planta automotriz de Santa Isabel con el Gobierno y el peronismo cordobés sosteniendo su figura. En provincias emblemas del impacto de la crisis de la 125, como Santa Fe y Entre Ríos, la imagen positiva de Cristina según estudios de Horacio Robustelli llega al 61% contra 19% de imagen negativa. En orden a la gestión una prioridad será intervenir con transferencias de ingresos vía asignación universal y otros planes sociales sobre los segmentos vulnerables, que tradicionalmente votaron el proyecto justicialista que se desplegara centrado en la figura de Néstor Kirchner a partir del 2003 y continúa, hoy, bajo la conducción unificada de Cristina. Lo mismo ocurrirá con las jubilaciones. Tras el necesario veto al planteo irresponsable del 82% el Gobierno elevará la jubilación mínima que hoy impacta sobre el 72% del total de jubilados y pensionados producto de la ampliación de la base previsional que supuso la incorporación de 2,5 millones de ciudadanos al sistema que se encontraban sin cobertura, tras el impacto de la informalización del mercado de trabajo y la imposibilidad de realizar aportes.
En suma, la sociedad argentina observará en el próximo año el ejercicio del liderazgo y la conducción política del justicialismo y la gestión presidencial sin sobresaltos, por primera vez unificados en manos de mujer: Cristina.
*Director consultora Equis, asesora al Gobierno.