COLUMNISTAS
SANDRO POPULAR

Duelo y grandilocuencia

La muerte de Sandro reveló una vez más la tendencia mayoritaria de la sociedad argentina a la expresión hiperbólica de los sentimientos colectivos.

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La muerte de Sandro reveló una vez más la tendencia mayoritaria de la sociedad argentina a la expresión hiperbólica de los sentimientos colectivos. La pérdida de una figura de la música popular, que mantuvo vigencia durante más de cuarenta años, despierta en sus admiradores el dolor por la partida del ídolo y en quienes no lo han sido, la conciencia del pasaje del tiempo. Los gestos que se eligen para la despedida suelen ser, en nuestro país, grandilocuentes y desmesurados.

Sandro reunió –como otras figuras de la canción popular– la particularidad de ser una estrella de la música que congregaba multitudes en sus recitales y vendía por miles sus grabaciones, pero que también ocupó un lugar destacado dentro del género menor del cine musical, de gran repercusión en décadas anteriores y hoy casi desaparecido, pero que él compartió en los años sesenta y setenta junto a Palito Ortega y Leonardo Favio, este último en su rol de cantante-actor. Los múltiples medios en que desarrolló su carrera le otorgaron una proyección a su figura que pudo trascender las generaciones que nacieron luego de su etapa de esplendor. Los canales de aire y de cable dieron muestra en los últimos días del peso de ese grupo de películas para sostener el reconocimiento del público.

La muerte provoca efectos secundarios (versión libre del título de una novela de la talentosa Ana María Shua) y transforma el inevitable destino de toda persona que ha alcanzado y sostenido notoriedad en un acontecimiento épico. La Argentina está contaminada, en discursos y conductas, por una grandilocuencia que convierte los actos normales del devenir histórico en episodios heroicos que deforman el verdadero sentido del hecho y muchas veces contradicen –como creo que ha sucedido en este caso– las características personales de quien se intenta honrar.

El Congreso es el ámbito donde se debaten las leyes y se toman decisiones políticas. ¿Cuál es el motivo de su apertura para transformarlo en capilla ardiente de los artistas populares? Este hecho contrasta con la resistencia actual de no producir la apertura del Congreso para que cumpla con su misión esencial y tratar de convertirlo en la capilla ardiente de la Constitución Nacional.

La desmedida cobertura mediática, la utilización de todos los adjetivos calificativos existentes en el diccionario para señalar las virtudes del ídolo, la práctica de ritos mortuorios correspondientes a tiempos históricos del pasado, demuestran una necesidad imperiosa de encontrar hechos heroicos en cualquier circunstancia.

También creo que la prudente actitud de Sandro en sus últimos años, el resguardo controlado de su privacidad sin renuncia a su repercusión en el público que lo siguió con devoción, contrasta con tanto despliegue de llantos y de epítetos en su despedida. Como destacaron sus amigos personales y quienes lo rodearon en su intimidad, se caracterizó por la exposición controlada y prudente de los acontecimientos que lo condujeron a su muerte temprana.

Como todo artista popular, él produjo un fenómeno particular de transferencia e identificación, proceso éste que, como indica Jacques Derrida, nunca es acabado, sino que resulta indefinible, fantasmático e incompleto. Sus melodías están en los pliegues y secuencias de la vida íntima de sus contemporáneos, aun de quienes reprobaron su forma de expresión. Por esto, la muerte de una figura de la música popular alcanza una repercusión social insospechada para cultores de otros géneros u otras artes, porque irremediablemente nos obliga a hacer entrar en el pasado aquello que quisiéramos que conjugara en presente.

Sería bueno que los argentinos reflexionáramos si la expresión controlada de los sentimientos de tristeza y la despedida pudorosa de los muertos admirados pueden ser una manifestación más contemporánea y razonable para expresar la angustia que nos provoca el tiempo.

 

*Profesor en Gestión Cultural (UBA,UNC,Flacso).