COLUMNISTAS
Defensor de los Lectores

El 85% de la población mundial padece ataques a la prensa libre

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UNESCO. Su informe anual no trae buenas noticias para la prensa independiente. | cedoc

Este ombudsman quiere dedicar un breve párrafo de su columna de hoy a señalar una carencia reiterada en los envíos de nuestros lectores al Correo: desde hace tiempo, las cartas que llegan vinculadas con la realidad política tienen un tono monocorde, parcial, sesgado hacia una de las orillas de la grieta, concretamente en contra del actual gobierno y, en particular, de Cristina Fernández. Es necesario aclarar que en esto no tiene nada que ver la elección de los mails: es lamentable que todos ellos lleguen del mismo lado, que lectores defensores, militantes o partícipes del sector gubernamental, en especial kirchneristas, parezcan mudos en el intercambio epistolar. Debo decir que esto no es bueno para la sección, no es bueno para el diario y no es bueno para el pequeño aporte que podemos hacer a un mejor ejercicio del juego democrático.

Alarmante informe. Cada año, la Unesco (organismo de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) elabora un trabajo de investigación vinculado con los avances o retrocesos que la libertad de expresión tiene en distintos lugares del mundo. El más reciente alarma por la negatividad de los datos evaluados: “Las libertades de prensa han disminuido considerablemente en todo el mundo desde 2012. En los últimos cinco años, aproximadamente el 85% de la población mundial ha experimentado una reducción de la libertad de prensa en su país”. Si bien no especifica qué grado de incidencia tienen estos aspectos negativos en la Argentina, no queda fuera de su análisis lo que sucede aquí en relación con los límites que gobiernos y factores de poder, empresas y conducciones imponen a medios y periodistas.

Algunos puntos destacados por Unesco:

Desde 2016 se han aprobado o modificado al menos 57 leyes y reglamentos en 44 países que contienen un lenguaje demasiado impreciso o castigos desproporcionados que amenazan la libertad de expresión y la libertad de prensa en línea.

Al menos 160 países siguen teniendo leyes penales que tipifican como delito la difamación.

Se han bloqueado servicios de noticias en línea, se ha espiado ilegalmente a periodistas y se han pirateado los sitios web de diversos medios.

Los avances en la eliminación de la brecha de género en las salas de redacción, en las firmas de artículos y en las propias noticias se han estancado en gran medida. Las mujeres siguen teniendo una representación insuficiente en los niveles de dirección de los medios de comunicación y en la difusión de “noticias importantes”, como las del ámbito de la política. Además, algunos estudios revelan la existencia de prejuicios en la representación de las mujeres en las noticias, así como una marginación de las mujeres como fuentes expertas.

El pluralismo de los medios de comunicación también se ve cada vez más amenazado por el deterioro de los modelos de negocio tradicionales del periodismo. Esta amenaza financiera ha hecho que las redacciones sean más vulnerables a las presiones, tanto por parte de agentes externos como de los propietarios y ejecutivos de los medios.

La captación de los medios (cuando los medios de comunicación son aparentemente libres, pero carecen de independencia real) sigue constituyendo una amenaza creciente. Un reciente estudio realizado por el Centro de Medios, Datos y Sociedad sobre 546 empresas mediáticas de gestión pública en 151 países concluyó que casi el 80% de ellas carecían de independencia editorial.

La difusión de este panorama global tiene por objeto que los lectores de PERFIL conozcan algunos de los muros que separan la buena de la mala (o inexistente) información.