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El camino del posmacrismo

Los votantes de Macri creen que le faltó voluntad política. Quién se presentan como sus herederos.

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MM en plena actividad. | Pablo Temes

Una de las características centrales del sistema político argentino pos 2001 es la emergencia de dos opciones políticas mayoritarias y algunas alternativas de pequeño porte a la izquierda, centro y derecha, pero cuyos votantes pueden ser fundamentales en un formato de elección presidencial que decide en balotaje.

Nueva fuerza. Primero como Compromiso para el Cambio y luego como PRO, la fuerza creada por Mauricio Macri reemplazó a partir del 2003 al radicalismo como principal adversario del peronismo, para finalizar absorbiéndolo en Cambiemos. Luego de las experiencias con finales fallidos de Raúl Alfonsín y Fernando de la Rúa, Macri logró terminar su presidencia en los períodos establecidos, aunque claro está no le alcanzó para ganar las elecciones.

Si bien durante los cuatro años del gobierno de Cambiemos se discutió mucho sobre las características de esta formación novedosa, si se trataba de una nueva derecha, etc., pero poco se ha observado sobre las vicisitudes de un núcleo de votantes que lo ha sostenido como una alternativa política. En este sentido y como fruto de un trabajo académico de investigación se realizaron entre noviembre y diciembre del año pasado unas treinta entrevistas en profundidad vía streaming entre votantes de AMBA de Mauricio Macri en ambos años, 2015 y 2019. Se debe aclarar que este formato de investigación no tiene como finalidad hacer estimaciones, ni sacar porcentajes, sino reconocer los discursos que circulan alrededor de una temática.

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Encrucijadas. La perspectiva generalizada entre los votantes de Macri es la frustración por la oportunidad perdida. ¿Oportunidad perdida de qué? Primero la posibilidad de demostrar que se puede gobernar en forma exitosa sin el peronismo, o contra el peronismo. Y la segunda respuesta -más radicalizada- es que era la posibilidad de acabar con la experiencia política del kirchnerismo, para pasar a competir, como se dijo en alguna ocasión, contra un peronismo “racional”. ¿Qué hubiera significado un gobierno exitoso? Se puede resumir en dos puntos: bajar la inflación y tener una moneda estable. Esos elementos combinados habrían contribuido a bajar la pobreza -siempre visto desde un lado de la grieta-, problema que se considera heredado de los gobiernos de Cristina Kirchner, y donde el gobierno de Macri podía hacer poco.

La pregunta que sobreviene es por qué creen que se desaprovechó el momento. Aquí hay una amplia coincidencia: faltó voluntad política. Voluntad más que “saber hacer” por la (in) capacidad de tomar decisiones. Una de las críticas más extendidas a Macri por parte de sus propios votantes fue la lentitud y la dificultad para tomar un rumbo claro (una traducción del gradualismo). Se considera en general que, desde el primer día de gobierno, Cambiemos tendría que haber generado una serie de políticas todas juntas, incluso en reformas laborales y sindicales. Lo peculiar es que el modelo de comparación siempre es el peronismo. Se considera que cuando gobierna el peronismo se toman decisiones sin pensar tanto en el “qué dirán”, mientras que al macrismo se lo vio muy condicionado por la opinión pública.

Enojos. La otra cuestión que enojó y todavía enoja a este a los votantes de este espacio es que Macri confió demasiado en los empresarios y estos no sólo no lo acompañaron, sino que vieron su propio beneficio, al contrario de lo que pasó con los sectores medios que sufrieron -y bancaron- el fuerte incremento de las tarifas de los servicios públicos.

La pregunta clave es si estos votantes seguirán acompañando a Juntos x el Cambio y quién debería ser el candidato en una nueva etapa. La respuesta general a la primera pregunta es que sí, seguirán acompañando, aunque existen algunas dudas del para qué. La expresión bastante extendida es que no hay otro partido o frente que le pueda ganar al kirchnerismo. Cuando surgen en las charlas los nombres de José Luis Espert y Javier Milei las opiniones se bifurcan entre simpatía y acuerdo con algunas de las posturas que manifiestan (se los vería más decididos) pero sin estructura para ganar unas elecciones presidenciales (algunos piensan que se tendrían que integrar a la alianza). En este sentido, cambian los roles y los propios entrevistados son quienes hacen la pregunta “¿no es desaprovechar el voto sufragar a un grupo muy minoritario? El voto útil será sin dudas un tema caliente en campaña.

Con referencia al candidato o la candidata 2023, los antiguos votantes del macrismo son más pragmáticos que sus dirigentes: “el o la que tenga más chances”, dicen. Esto incluiría a Macri, pero cuando se profundiza en la idea, un sector no menor le agradece haber creado ese espacio y lo preferirían que pase a ser una suerte de super-embajador o consejero. Claramente la postura de Martín Lousteau en estos días se ancla en este espacio de opinión.

Heredarás el viento. Entre los posibles sucesores políticos de Macri surgen tres nombres principales: María Eugenia Vidal, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. La coincidencia general es que Larreta es quien tiene las mayores posibilidades básicamente porque está haciendo el recorrido esperado: dos gestiones bastante bien valorada en CABA para saltar a la candidatura presidencial. Sin embargo, surge un obstáculo y es que los votantes de Juntos x el Cambio conocen su gestión, pero no saben lo que piensan sobre los temas nacionales, las preocupaciones cotidianas. Estrictamente tienen razón, rara vez Larreta ha opinado públicamente sobre la propia gestión de los cuatro años de Macri. En cambio, pasa lo contrario con Bullrich, en términos generales se la cree conocer bastante, sin embargo, la ubican más en un lugar específico como seguridad o interior que como candidata a presidenta. Finalmente, a Vidal se la percibe (efectivamente) corrida de la discusión política, aunque se la identifica como posible compañera de fórmula de Larreta.

Más allá de los posicionamientos personales el resultado de la economía de los años de Alberto es la que definirá las proyecciones electorales futuras. Queda mucho por recorrer, pero el electorado de Macri aún espera una explicación de lo que considera como el “desastre económico” de la gestión.

*Sociólogo (@cfdeangelis)