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El daño de los discursos de incivilidad

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2025. Milei en la Apertura de Sesiones Ordinarias del Congreso. | senado

Hace unos días presentamos el informe del primer capítulo de una investigación, que sigue en curso con mi colega Mario Riorda, profesor como yo de la Universidad Austral y de importante carrera como politólogo y asesor en campañas electorales.

La primera parte del capítulo argentino que presentamos analiza discursos oficiales del presidente Javier Milei y la segunda parte consiste en una encuesta a adherentes y a opositores a su figura. Buscamos qué rasgos poseen sus discursos y cómo son percibidos por la ciudadanía. Estamos investigando estos mismos objetivos en otros países latinoamericanos.

El concepto de incivilidad proviene de la investigadora Emily Sydnor y lo consideramos el mejor modo de englobar a todos los discursos que promueven la discordia, como el discurso de odio, el de los extremos, el sexista, el autoritario y el impolíticamente correcto.

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Analizamos completos dos discursos de cada presidente, en el caso de Milei: el de Apertura de Sesiones Ordinarias del Congreso 2025 y el del Foro de Davos. Encontramos que las características de incivilidad que más se repiten son: deslegitimación del adversario, concentración del poder, confusión entre discurso de campaña y comunicación de gobierno, apelación a valores tradicionales y nacionalistas, presencia de un componente prescriptivo.

Respecto de los resultados de las encuestas, nos parece importante destacar que los argentinos y las argentinas quieren seguir viviendo en democracia a la que ven como la mejor alternativa de gobierno y, además, que a los propios adherentes al Presidente les perturban los discursos inciviles, con insultos y condenas a quienes piensan diferente. Hace unos días, Javier Milei se comprometió públicamente a mejorar las formas de sus mensajes. Si lo cumple, habrá demostrado una capacidad de respeto por todos, muy necesaria.

Resumo, ahora, las consideraciones de los resultados de las encuestas:

Existen claros signos de rechazo al estilo discursivo incivil del presidente argentino, la totalidad de la oposición y alrededor del 40% de sus adherentes no se identifican con el estilo discursivo de Milei.

Este dato nos resultó sorpresivo y esperanzador, puesto que Milei es el presidente de todo el pueblo argentino.

En el estilo discursivo de incivilidad del Presidente, se registra una clara percepción de daño democrático y de afectación de la calidad del debate público y de la relación con la prensa, Esto se percibe tanto en la oposición, como en casi el 50% de sus propios simpatizantes que sostienen que esos discursos afectan la vida democrática.

Se observa que la idea de excepcionalidad de la situación del país, como justificación de los discursos de incivilidad tiene una seria resistencia. Mucho más todavía, la excepcionalidad no democrática o la idea de autenticidad. La defensa de la democracia es altamente mayoritaria, tanto en opositores como en simpatizantes.

No se acepta el acostumbramiento a la violencia verbal, a la hostilidad y al ataque a opositores o a la prensa. La cortesía política y el respeto son mayoritariamente deseados. Se registra la creencia de que estos discursos pueden activar o justificar la violencia en otros ámbitos de la sociedad. Un 35% de sus votantes así lo consideran y una enorme mayoría de la oposición.

Este primer informe, como señalé, es el primer capítulo de un trabajo que sigue en proceso. Nuestro mayor deseo es que el respeto y la escucha al prójimo sea el modo común de la comunicación política.

*Docente e investigadora de Facultad de Comunicación Universidad Austral.