COLUMNISTAS
"deshonestidad intelectual"

El dilema de Manolo

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Cualquiera que haya espiado la discusión política en los blogs argentinos conoce al legendario Manolo Barge. Manolo, un cincuentón que se declara “un hombre en tránsito de maduro a anciano”, es el responsable de Deshonestidad intelectual, la página más distinguida de la blogósfera nacional y popular, ese espacio que sirve de soporte militante y ámbito de discusión al kirchnerismo. Pero ni Manolo ni Deshonestidad se parecen a otros congéneres. Jamás se encontrará allí una chicana de ocasión, una defensa ciega de las medidas del Gobierno, un ataque artero a los opositores: si de algo está en las antípodas la página es de la propaganda y las bajezas de 6, 7, 8. Manolo, amable y respetuoso con los adversarios, es un erudito capaz de recurrir a todos los teóricos de la ciencia política desde el siglo XVI, de comparar la actualidad nacional con situaciones de toda época y latitud o ilustrar sus ideas con ejemplos de la historia del cine y la literatura. Manolo es un estratega del peronismo, un intelectual dedicado a reflexionar sobre su pasado y a diseñar su futuro. Sus análisis asumen a menudo un tono hermético, oracular y siempre invitan a considerar lo que ocurre desde una perspectiva más amplia. Leerlo es una experiencia única y tratar de descifrarlo se convierte en una adicción. Sus textos, enmarañados, prolíficos y ocurrentes, suelen estar muy por encima de las columnas políticas que ofrecen los medios tradicionales.

¿Dónde se sitúa exactamente Manolo? Se podría decir que fue siempre un peronista de izquierda, aun con la radiactividad que la expresión genera y con las confusiones que implica. Para aclararlas, recurramos a una fecha histórica, el 1º de mayo de 1974, el día en el que los Montoneros se fueron de la Plaza de Mayo. Manolo se quedó y lo ha recordado en estos términos. “Se sentía la necesidad de unir fuerzas, la Argentina estaba cercada por gobiernos golpistas pro norteamericanos, venían tiempos difíciles. (...) Y llegaron los invitados; los hijos de la burguesía encuadrados en corralitos con la voluntad de romper como si fuera una asamblea universitaria.” (...) “Intelectualmente, estaba más cerca de los compañeros de la JP. Pero me repelía la voluntad de controlar todo.” El centro de las tesis de Manolo es que sólo el peronismo unido puede sostener al pueblo argentino, asegurarle un porvenir que estaría comprometido si el país estuviera en manos de otras fuerzas políticas, ya que ninguna tiene llegada a los desposeídos, en particular a los de los barrios del Conurbano. Manolo es un peronista bonaerense que cree que sin presencia territorial no hay fuerza ni solidaridad y la lucha política carece de sentido. Y aunque sostiene que en el movimiento son todos necesarios, no simpatiza demasiado con los caudillos del interior (“los feudales”) ni con los sindicalistas (“la burocracia”) y prefiere, con todos sus problemas, a los dirigentes que lo rodean en el GBA, a los que llama cariñosamente “los impresentables”.

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Desde esa perspectiva, Manolo eligió en su oportunidad a Kirchner contra Duhalde y desde entonces se ha mantenido en las filas oficialistas en las que convive con el núcleo de recién llegados que se designan como “progresistas”. La sorda batalla entre progresistas y peronistas en el seno del kirchnerismo ocupa hoy el centro del debate interno y se hará más dura cuando llegue el momento de confeccionar listas. La diferencia con lo ocurrido en los setenta es que mientras Perón no estaba dispuesto a cederles el control del movimiento a quienes gritaban por la patria socialista, Cristina parece confiar cada vez más en quienes le aseguran que el kirchnerismo no es la conducción actual del peronismo sino la fuerza política destinada a absorberlo y a reemplazarlo. Así es como Manolo se encuentra en una situación difícil. Está convencido de que no hay otra alternativa que la reelección presidencial pero, preocupado como está por la Argentina en una coyuntura internacional cargada de peligros, se da cuenta de la torpeza del Gobierno y de la llegada de los que vienen a controlarlo todo y hasta le piden explicaciones por seguir siendo peronista.

*Periodista y escritor.