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El fútbol le brinda un apoyo explícito a Massa en el final de la carrera electoral

El presidente de la AFA no solo se muestra junto al candidato de UxP, como lo hizo en el anuncio del Mundial 2030, sino que vaticina en público que será el próximo presidente del país. El regreso de las excepciones fiscales a los clubes (Decreto 1212) también sirvió para mandar un mensaje al sector. El puente con Viamonte 1366 a través del tesorero Pablo Toviggino y los clubes con los que tendió puentes a lo largo de estos años.

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Campaña. El ministro Lammens, Tapia y el candidato de UxP, con la Copa del Mundo en primer plano. | prensa afa

Mientras celebraba los tres partidos del Mundial 2030 que se jugarán en Sudamérica y le agradecía al titular de la Conmebol, Alejandro Domínguez, Claudio Tapia hizo una pausa, giró su cabeza hacia la izquierda, miró a Sergio Massa y le dijo: “Hay un enorme desafío cuando te toque seguramente conducir este país”. El predio de Ezeiza, colmado de dirigentes de todas las categorías, empezó a aplaudir al presidente de la AFA, en lo que fue la explicitación más concreta de un apoyo que, a una semana de las elecciones, nadie oculta: la enorme mayoría del fútbol argentino votará por el candidato de Unión por la Patria. “Es por convicción, pero también por supervivencia”, le dice a PERFIL el directivo de un club grande. Las sociedades anónimas deportivas son un temor recurrente entre quienes manejan los hilos del fútbol doméstico.

Para quienes conocen la cotidianidad de los clubes y de los pasillos de Viamonte 1366, lo que ocurrió hace diez días en la conferencia de prensa que protagonizaron Tapia, Massa y el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, no es ninguna novedad: desde hace años que Massa construye poder en el fútbol argentino. Algunas veces por estrategia política, y otras porque las relaciones interpersonales le permiten sembrar apoyos que ahora necesita cosechar.

Sergio Massa se muestra con el "Chiqui" Tapia

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El regreso del Decreto 1212, que establece un régimen especial de aportes para los clubes y que había sido anulado durante el gobierno de Mauricio Macri, debe leerse en esa línea. Esa era una de las cinco demandas de la dirigencia desde que empezó la gestión de Alberto Fernández. Se cristalizó en estos días, sobre la hora, pero se trabajó para concretarla durante meses. De hecho, en la reunión de Comité Ejecutivo del martes 6 de junio, el director de la AFIP, Carlos Castagneto, fue con el directivo de YPF Santiago Carreras, quien hace años funciona como enlace entre el kirchnerismo y la AFA, para dar detalles del proyecto que ahora anunció Lammens.

Sergio Massa se muestra con el
Socios. El Chiqui y Massa, unidos en la campaña. 

Cancilleres. Massa no siempre sale a escena cuando se trata de fútbol. Muchas veces prefirió el segundo plano, como cuando ayudó a desarticular la Superliga para que la organización del principal torneo de fútbol del país volviera a la órbita de la AFA. Fue en enero de 2020 en su casa de Tigre, con Tapia, Marcelo Tinelli, Jorge Amor Ameal y Nicolás Russo.

La foto de aquel encuentro la había publicado Pablo Toviggino, tesorero e histórica mano derecha de Tapia. Con Russo alejado de Lanús, Toviggino es el principal alter ego de Massa en lo referido al fútbol. Son amigos desde hace tiempo y esa relación se convirtió hace cinco años en una suerte de asesoría personalizada.

Pero además de Toviggino hay otros puentes. Tigre, el club de su ciudad, es presidido por Ezequiel Melaraña, amigo y uno de los asesores del ministro de Economía, quien también recibe apoyos en cuatro de los cinco grandes.

Jorge Pablo Brito, de River, heredó la amistad que tenía con su padre; Víctor Blanco, de Racing, explicita su apoyo en privado; y en San Lorenzo, Horacio Arreceygor mantiene un diálogo por cuestiones sindicales y políticas.  

En Boca, Massa talla por las dos vías: el presidente Jorge Amor Ameal y Juan Román Riquelme, vice y quien intentará seguir en el club después de diciembre, en otras elecciones de alto voltaje político. Con Román, la relación comenzó por cercanía geográfica y se intensificó por afinidad. Fue por Massa que en 2015 lo declararon ciudadano ilustre de Tigre. Esa “excelente relación que tenemos con Román”, como reconoció en público Malena Galmarini antes de cuestionarlo por sus declaraciones sobre Sebastián Villa y las denuncias de violencia de género; prevalece en estos días en que el voto se busca uno por uno. La relación de Ameal con Massa llega a través de la suegra del líder del Frente Renovador, Marcela Durrieu, madre de Malena e íntima amiga de la esposa del actual presidente de Boca.   

Claro que, dentro del ecosistema de la dirigencia futbolera, también habrá excepciones evidentes y explícitas. La candidatura por Juntos por el Cambio a la gobernación bonaerense de Nestor Grindetti, presidente de Independiente, o la simpatía con ese espacio de Andrés Fassi, de Talleres, son las más visibles.