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cuerpos de la politica

El posporno de Scioli

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Esto de la sociedad y los cuerpos es complejo, pero de alguna manera el mecanismo que el posporno denuncia tiene forma de realidad, aunque también usando esos cuerpos para una nueva definición, porque en la sociedad es preciso fijar las cosas.

La liberación que el posporno propone toma formas específicas como la ruptura del espacio público, el escándalo (para después reírse de la moral tradicional), la exposición de la intimidad y hasta el uso de objetos también en una nueva acción de definición de los mismos; el ahora famoso micrófono es el gran ejemplo de la semana. Cuerpos objetivados en prácticas que se denuncian y objetos utilizados en lógicas novedosas cumplen con precisión los marcos establecidos por un manifiesto. Como se enseña en la facultad, el posporno parece que también tiene reglas para la liberación y hay que aprender a ejecutarlo.

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Todo se trata de tomar una práctica rutinizada como natural y producir un quiebre sobre ella misma, y en esto la política le lleva cierta ventaja a la sexualidad. El solo hecho de que el carisma, como liderazgo rupturista con lo que en un presente dado ocurre, sea tan premiado con votos y permanencia en el poder, hace de esto una realidad contundente. En el pasillo de la facultad se toma un micrófono y se lo introduce en la vagina de una de las asistentes a las clases del “práctico” redefiniendo el objeto, y Scioli en La Rioja saluda a Menem en el acto kirchnerista introduciendo un objeto simbólico inesperado en un grupo de políticos sorprendidos. Una semana de escándalos.

Esta acción de “posporno” político del único candidato a presidente del Frente para la Victoria debería ser asumida como su primer acto de gobierno. El posporno denuncia una red enorme de prácticas sociales que objetivan a la mujer en una situación machista sin lugar a mayor variedad; pero su denuncia tiene un carácter monumental. La aplicación de su novedad necesita de una reestructuración simbólica de las relaciones sociales enormemente amplia y difícil de desarticular en el corto plazo. Los tiempos de la reestructuración de la política son muy veloces y no hace falta tanta discusión.

Las reglas de sobrevivencia de la política se basan más en el cambio que en la continuidad. Los caminos hacia los cargos y las presidencias están llenos de pasillos con equivalentes funcionales a los de sociales del otro día, llenos de gente desnuda haciendo cosas que uno no espera, tal como Randazzo pudo comprobar hace algunas semanas. Hace cuatro años Amado Boudou era nominado como candidato a vicepresidente en medio de un acto de gobierno con forma de espectáculo, y más allá de la historia de Boudou en el gobierno, a esa sorpresa le sobrevino la calma y el olvido. Eso hace la política, pasa de la sorpresa y el escándalo al capítulo siguiente sin problemas. Del posporno se hablará bastante más.
Desde el momento que Cristina cedió el mando a Scioli comenzó ella también a alejarse del poder, y por más que intenten blindar la experiencia del kirchnerismo para evitar su probable desaparición, lo más lógico sería que se cumpla lo que Maquiavelo escribió en El Príncipe: “De lo que se deduce una regla general, que no falla nunca o casi nunca: aquel que ayuda a otro a alcanzar el poder está condenado a caer, porque para conseguirlo habrá utilizado o su ingenio o su fuerza, y ambas cosas resultan incómodas para el que se ha vuelto poderoso”. El saludo a Menem ha sido el primero de tantos futuros pasos, de la desaparición del kirchnerismo.

La discusión conceptual del posporno supone el empoderamiento también de la mujer para que esta asuma nuevos roles, roles que podrían ser más activos. La discusión en torno al rol de la mujer en la sociedad, no solo en relación a la sexualidad, tiene ya hoy un despliegue cada día más impresionante en las investigaciones en ciencias sociales. Desde ese espacio, cada paso que se gana tiene forma de logro descomunal, venciendo barreras y límites bestiales. Para Scioli empoderarse resultó tarea de solo un par de semanitas. Cumplió con la formalidad de visitar 678, y con ese mismo micrófono imaginario, ya sabemos lo que hizo en La Rioja. Hay fotos y videos, hay de todo. Scioli está redefiniendo los cuerpos de la política de los próximos años a pesar de cómo siempre con él, parecía otra cosa.

*Sociólogo – Director de Ipsos Mora y Araujo.