La designación de Arturo Valenzuela en la Subsecretaria del Departamento de Estado para América latina, no sólo implica un cambio respecto a la administración republicana, sino también una oportunidad para América del sur, es decir los países que están al sur del Canal de Panamá.
Se trata de una designación lógica. Durante el primer mandato de Clinton, ocupó la dirección para América latina del Consejo de Seguridad y en el segundo, la misma posición para la que ha sido designado ahora.
Son los dos cargos más importantes para la región en la administración de los EE.UU. Desde esta perspectiva, siendo Hillary Clinton secretaria de Estado, hay cierta lógica en que Valenzuela haya sido elegido para el cargo.
Durante los ocho años en los cuales influyó sobre la política latinoamericana de los EE.UU., la relación con la región llegó al mejor momento en las últimas décadas. En lo político, se pusieron en marcha las Cumbres de Presidentes del continente americano y en lo económico se firmó el Nafta y se negoció el TLC con Chile.
Cuando llega a ocupar funciones en la primera administración Clinton, lo hace con un pasado académico importante, centrado en estudiar la política latino-americana y planteando como una de sus ideas centrales, que el presidencialismo latinoamericano debería ser sustituido por el parlamentarismo, para poder procesar mejor las crisis políticas, sin afectar la estabilidad institucional como sucede con las interrupciones de los períodos presidenciales.
El Departamento de Estudios Latinoamericanos de la Universalidad de Georgetown, es su ámbito académico desde hace décadas y desde el cual nunca dejó de seguir con atención los procesos políticos, sociales y económicos de America latina.
Con un estilo moderado y sutil, que tiene como base una capacidad de entender los fenómenos sin perder lo sustancial de los mismos, su experiencia académica y en la administración, lo hacen la persona adecuada para el cargo en este momento.
De origen chileno, tiene una visión latinoamericana diferente a la de la mayoría de los especialistas de EE.UU. en la región, ya que conoce y tiene presente a América del sur, cuando sus colegas por lo general, tienen una visión centrada en el tercio de la región que está al norte del Canal de Panamá: México, Centro América y Caribe.
En las administraciones republicanas, –como las de Bush padre e hijo y en la de Reagan–, los hispanos de origen mexicano y cubano, tuvieron una influencia decisiva en la política hacia América latina quedando relegada América del sur.
La importancia demográfica del fenómeno hispano, ha reforzado esta perdida de interés relativo por América del sur. En 2001, uno cada cinco niños menores de cinco años en los EE.UU. era de origen hispano y en 2008 ya lo es uno cada cuatro.
Pero nueve cada diez hispanos, provienen del tercio de América latina que está al norte del Canal de Panamá. Es así como en una primaria demócrata o republicana, importa más El Salvador que Brasil, por la sencilla razón de que aporta más votantes.
Es en este punto en el cual Valenzuela hace una diferencia importante respecto a sus predecesores, sobre todo los que estuvieron en el cargo antes de Thomas Shannon, el funcionario de carrera que ocupó el cargo en el segundo mandato de Bush.
Valenzuela ha viajado sistemáticamente por América del sur incluyendo Argentina, país que ha visitado todos los años y en algunas oportunidades más de una vez.
Su origen chileno, hace que no sólo tenga más presente América del sur, sino en particular el Cono Sur de America. Durante los ocho años de la administración de Bush hijo, siguió con atención los procesos políticos regionales, participando en semanarios, escribiendo, publicando y reuniéndose con gobernantes y políticos de los diferentes países y participando simultáneamente en las asambleas y convenciones de la comunidad hispana en los EE.UU., manteniendo siempre su compromiso con el Partido Demócrata .
Valenzuela en la subsecretaría del Departamento de Estado para América latina es una oportunidad para mejorar la relación entre América del sur y los EE.UU. y es en este contexto que la Argentina no debe desaprovechar la oportunidad que ello implica.
*Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría.