COLUMNISTAS
La envidia

Elemento inhibitorio

Miguel de Unamuno decía que la envidia es la “íntima gangrena del alma española” que se había transmitido a los pueblos de América hispana, entre los cuales floreció con más fuerza que en la Madre Patria.

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Miguel de Unamuno decía que la envidia es la “íntima gangrena del alma española” que se había transmitido a los pueblos de América hispana, entre los cuales floreció con más fuerza que en la Madre Patria.

La envidia parece ser el centro de la política en nuestra región.

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Durante el conflicto con el campo, Luis D’Elía proclamó su odio a quienes “tienen plata”, pero no parecía aplicar ese odio al matrimonio Kirchner, propietario de una fortuna de varios millones de dólares, según las propias declaraciones oficiales.

Robert Nozick señaló que lo que irrita al envidioso no es una posición económica o social inmerecida, sino el sentimiento de que esa posición es merecida y bien ganada.

El sociólogo Helmut Schoeck escribió, en 1966, un tratado sobre la envidia, en el que destacó que los políticos de los países subdesarrollados utilizan una retórica que estimula la envidia y culpan a los países industrializados de ser los causantes de la pobreza. Esa carga psicológica es el principal elemento inhibitorio del progreso. Las teorías antiimperialistas provocan, así, el mismo resultado que ellas atribuyen a lo que denominan “imperialismo”.

En 2003, apenas unos meses después de la incursión de las tropas de Estados Unidos en Irak, finalizó la guerra del Congo, que provocó la muerte de casi cuatro millones de personas. ¿Alguien se enteró, alguien se indignó, alguien manifestó para impedir ese verdadero genocidio? ¿O acaso no importaba porque, al fin y al cabo, se trataba de una cuestión “entre negros” y no había una potencia a la cual criticar? La envidia conlleva hipocresía.

Tampoco hemos visto manifestaciones con letreros o cánticos que llamaran a Chávez “usurero”, a pesar de haber pagado nosotros a Venezuela un interés superior en más del 300% al que nos cobraba el FMI.

El mayor esfuerzo cultural que parece demandar hoy la república es la educación en el esfuerzo y la responsabilidad personal. También el estudio de las causas del éxito de las grandes naciones, incluyendo la nuestra, cuando todavía la envidia no era una doctrina nacional.


*Abogado.