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COPA AMÉRICA

Empieza a pesar de todo

Con una improvisación que sigue hasta el último día, la Conmebol impuso su objetivo: el torneo continental arranca en un Brasil atravesado por la pandemia y las muertes.

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Protocolos. Las selecciones llegan a los estadios en burbujas. Las sedes son ciudades que le responden políticamente a Bolsonaro. | CONMEBOL

La Copa América Argentina-Colombia 2020 empezará hoy, domingo 13 de junio de 2021, en Brasilia, la capital de Brasil. No es un error. Apenas una muestra real de la confusión de un torneo de selecciones cuya previa estuvo repleta de imprevistos, improvisaciones y remiendos.  

Lo cierto es que la Conmebol, contra todo y contra todos, consiguió lo que quería: que la Copa América se juegue en el continente, que todos los equipos nacionales estén representados y que el calendario se cumpla. Atrás quedarán los afiches, plotters y merchandising que debió tirarse a la basura, primero por el año y segundo por las sedes. 

Recordemos: esta Copa América se pospuso un año por la pandemia que durante 2020 paralizó al mundo; luego se puso en duda por la baja de Colombia, que sufría un estallido social y una crisis política que generó la reforma del presidente Ivan Duque; más tarde se puso en duda por la baja de Argentina, que sufría una crisis sanitaria por el aumento de casos; y finalmente se puso en duda por medidas cautelares rechazadas por el Tribunal Supremo brasileño y por el enojo y las críticas de jugadores y entrenadores.

Todo eso quedó atrás y hoy el torneo empezará en Brasil, el país elegido por descarte en la reunión de urgencia realizada tras la deserción enviada por el gobierno argentino.  

Brasil nunca fue el anfitrión deseado, pero fue el que encontró Conmebol para garantizar que los 200 millones de dólares que están en juego no quedaran en un limbo. El gobierno de Jair Bolsonaro salió al rescate a pesar de que ese país ocupa el segundo lugar a nivel mundial en número de víctimas por Covid-19 (casi medio millón de fallecidos), el tercero en contagios (17,3 millones) y espera una tercera ola del virus durante la fecha de la competencia, según su observatorio sanitario oficial.

Para Bolsonaro es, de alguna manera, una posibilidad impensada que podría beneficiarlo y que confluye con el interés particular del organismo que regula el fútbol continental, casi un Estado más dentro de la región.

Salvo el Maracaná de Río de Janeiro, las principales ciudades y estadios de Brasil no serán sede, básicamente porque la mayoría de los gobernadores –con San Pablo a la cabeza– se opusieron a recibir partidos por la gravedad de la situación sanitaria. El mapa de la Copa quedó reducido a cuatro ciudades alineadas con Bolsonaro: Río de Janeiro, Brasilia -capital política del país-, Goiania y Cuiabá.

Será la segunda vez que la Copa América repite el anfitrión de la edición anterior desde que Uruguay la albergó consecutivamente en 1923 y 1924, a menos de una década de su nacimiento (1916), cuando apenas participaban cuatro equipos nacionales. Brasil asumió esta organización a las apuradas, amparado en la infraestructura y la capacidad operativa que dispone desde la celebración del Mundial 2014 y la propia Copa América en 2019. 

Un dato histórico para tener en cuenta: las cinco veces que Brasil organizó la Copa, la ganó. Messi, de Argentina, y Suárez, de Uruguay, asoman como los símbolos de los equipos que podrían evitar que Neymar levante el trofeo por segunda vez consecutiva.

Los imprevistos pueden seguir incluso en medio de la competencia. Todo está tan atado con alambres que ayer la Conmebol anunció, un día antes del inicio de la Copa América, que las diez selecciones participantes podrán hacer “cambios ilimitados” en sus listas de buena fe ante casos positivos de coronavirus. ¿Por qué? Porque el plantel de Venezuela presentó un brote con 12 positivos en los testeos realizados al arribar a Brasilia. Toda una síntesis de lo que simboliza esta Copa.

 

Hoy: Brasil-Venezuela y Ecuador-Colombia

La Selección de Brasil, anfitrión de la Copa América y candidato a retener el título, le dará hoy inicio a la 47° edición del certamen, cuando se enfrente a su par de Venezuela en el estadio “Mané Garrincha”, en Brasilia, por la primera fecha del Grupo B.

El encuentro se disputará desde las 18 (hora argentina) con el arbitraje del uruguayo Esteban Ostojich, mientras que su colega chileno Julio Bascuñán estará a cargo del VAR, y la televisación de TyC Sports. 

En el otro partido del día y por el mismo grupo, Ecuador, dirigido por el argentino Gustavo Alfaro, y Colombia se enfrentarán en Cuiabá. El encuentro se disputará a partir de las 21:00 (hora argentina) con el arbitraje de Néstor Pitana. 
 

El objetivo: que messi festeje 

Hay confianza. Al menos eso indica una encuesta de la Universidad Abierta Interamericana (UAI), en la que el 62% de las personas consultadas cree que Lionel Messi levantará la Copa América el 10 de julio en el Maracaná.

En esta edición en Brasil, la Selección argentina, 14 veces campeona de la Copa América, buscará alcanzar al máximo ganador del título, Uruguay, que encabeza el podio con 15.

La albiceleste estuvo muy cerca de lograrlo en los últimos tiempos, pero la suerte le fue esquiva y perdió dos finales consecutivas frente a Chile (2015 y 2016, ambas con Gerardo “Tata” Martino como entrenador), y otras dos con Brasil (2004, con Marcelo Bielsa como técnico, y 2007, con Alfio “Coco” Basile al frente del equipo).

De hecho el objetivo de lograr un título se ha convertido en una obsesión para la Argentina, sobre todo luego de estas derrotas y la final del Mundial 2014 contra Alemania (1-0). En todas estuvo Messi. Es su gran cuenta pendiente, que todos esperamos que alguna vez concrete.