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la revolucion bolivariana a las urnas

Escenarios de una farsa

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Farsa. Para la MUD, las elecciones están amañadas. | AFP

Maduro buscará obtener su reelección y, al mismo tiempo, incrementar su escasa legitimidad democrática en una elección plagada de irregularidades, una farsa electoral. La mayoría de los análisis apuestan por la reelección de Maduro. Empero, ciertas encuestas, como la de Datanálisis, ven la posibilidad, remota pero no imposible, de un triunfo del opositor ex chavista Henri Falcón.
Sin descartar por completo una sorpresa, es más probable que Maduro, pese a su baja credibilidad y al alto deseo de cambio que existe en la ciudadanía, sea reelecto gracias a una combinación de marcado ventajismo oficialista, clientelismo, apoyo de la maquinaria chavista y numerosas irregularidades.

Escenarios post 20 de mayo. Si el resultado de estas elecciones parece estar definido de antemano, existe en cambio mucha incertidumbre y pesimismo sobre el futuro.
A partir del lunes 21 de mayo, la crisis venezolana entra en una nueva etapa. Su nuevo período será muy complejo. La crisis económica va a empeorar. El 95% de las divisas que ingresan al país dependen del petróleo, cuya producción cayó a 1,4 millones de barriles diarios, menos de la mitad de los 3,2 millones que se producían en 2013. La hiperinflación (según el FMI será este año superior al 13.000%) continuará su aspiral ascendente. Lo mismo ocurrirá con la pobreza y el desabastecimiento de alimentos y medicinas. Todo ello profundizará la crisis humanitaria y aumentará aún más la salida de venezolanos; diáspora que está a punto de generar una seria crisis regional de refugiados.
En lo político, el anuncio de Maduro a un llamado al diálogo y a un gobierno de unidad nacional sea con probabilidad una cortina de humo para volver a ganar tiempo y seguir dividiendo a la oposición. Anticipo, por el contrario, un endurecimiento del carácter autoritario y represivo del régimen en estrecha coordinación con la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente.
En el frente externo, la presión internacional se intensificará. El Grupo de Lima, EE.UU. y España dieron un ultimátum a Maduro el pasado 14 de mayo y Washington impuso este viernes sanciones a Diosdado Cabello. Pero para producir mejores resultados hará falta una mayor coordinación entre los países y sanciones mejor diseñadas y más efectivas. La cuestión clave a dilucidar es si esta presión internacional, sin un correlato interno en Venezuela, es suficiente para lograr una salida democrática a la crisis. Me temo que no. Por ello, la reorganización y el fortalecimiento de la oposición sigue siendo la asignatura pendiente.
Estas elecciones ilegítimas son incapaces de darle a Maduro la legitimidad democrática que está buscando. Tampoco van a ayudar a resolver ninguno de los graves problemas que Venezuela padece. Por el contrario, agravarán la crisis en todas sus dimensiones y profundizarán el aislamiento internacional del régimen.
Este domingo en la noche sabremos si Falcón estuvo en lo correcto –al apostar que era posible derrotar electoralmente al régimen autoritario de Maduro pese a las irregularidades del proceso electoral– o si, por el contrario, la razón estuvo de parte de los grupos más duros de la oposición, quienes se abstuvieron tras sostener que se trataba de una farsa electoral en la que era imposible derrotar al
chavismo.

*Director de IDEA Internacional para América Latina y el Caribe.

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