Desde la primera célula viva todo ser viviente siempre provino de otro ser vivo, es decir, que el producto de la fecundación de un espermatozoide a un oocito está vivo y con su genoma diferente al de sus progenitores. Basta analizar su ADN para encontrar marcadores específicos que indican que es humano.
¿Es persona? En esto nadie se pondrá de acuerdo, porque la definición de si es persona o no, está fuera del ámbito científico por lo incomprobable y hasta fuera del religioso, dado que ni siquiera la Iglesia Católica (a la que pertenezco y cuya fe comparto) afirma la existencia de la persona desde el momento de la concepción (Donum Vitae y Evangelium Vitae) debido a que no puede deducirse desde la filosofía o la revelación. Lo que sí hace la Iglesia es proteger esa vida desde el momento de la concepción como si fuera una persona.
¿Qué enseña la Biología? Una vez que el espermatozoide llega a la superficie del oocito y penetra su membrana, todavía deberán pasar unas 18-20 horas hasta que se produzca la mezcla del material genético materno y paterno, por lo que hasta ese momento ni siquiera se debería considerar ser humano ya que su núcleo no está completamente constituido, y aún menos debería considerársele persona. Por esto muchas clínicas de reproducción asistida congelan las células en este estado de pronúcleos para evitar el posible conflicto ético que supondría el estar congelando “personas humanas”. Ese embrión, en sus primeras etapas, podría sufrir una división gemelar para originar dos organismos genéticamente iguales (gemelos homocigóticos) que devendrán dos personas diferentes. Entonces, hasta ese punto, ese embrión ¿era una o dos personas?
Además, a pesar de tener su propio código genético, todavía necesita relacionarse (anidar e implantarse) con el útero materno. Entonces, ¿es persona desde el momento de la fecundación o a partir de la implantación?
El embarazo se define entre el momento de la implantación y hasta el parto, por lo que el aborto entendido como la interrupción, voluntaria o natural, del embarazo, ¿debería considerarse como tal antes de que exista la implantación? Entonces, una acción que impida la anidación ¿debe considerase un aborto? Como resultará imposible, ponerse de acuerdo sobre la aparición de la persona, habrá que analizar la realidad social y ética que indica que muchas mujeres se encuentran en situaciones tales que requieren una respuesta inmediata. ¿Es esa respuesta la legalización y/o despenalización del aborto? Opino que, dentro de un contexto de análisis global de la salud reproductiva femenina, es necesario debatir la posibilidad de la despenalización.
El aborto debe ser siempre el último recurso ante una situación desesperada y a la que no se le pueda ofrecer otra solución. Ante una mujer que decide abortar ¿se la va a descartar como una paria o necesita ser recibida para brindarle el apoyo más digno y humano posible a fin de poner en la balanza todas las opciones? ¿Tenemos equipos integrados de psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales, médicos, que puedan atenderla en este momento tan difícil?
Es fundamental priorizar una política de información adecuada, recursos económicos y educativos para acceder a una anticoncepción segura y eficaz. Y aquí tampoco hay una real política de Estado. Debería ser accesible a nivel público la orientación médica y psicológica, el acompañamiento en la planificación familiar y el apoyo a víctimas de violencia sexual. Recordemos que se encuentran en colisión aspectos, legales, éticos, morales y de supervivencia respecto de la mujer y en situaciones penales muy desiguales respecto del varón, al cual no se le imputa responsabilidad alguna. A veces hay que elegir el menor entre dos males: el aborto es un mal terrible, pero las circunstancias particulares que muchas veces rodean la vida de las mujeres también son un mal grave sobre el cual tenemos que actuar.
*Profesor UBA. Investigador Conicet.
