Por pura higiene mental y economía de esfuerzos cierro estas columnas de los sábados cada martes a las nueve de la mañana. Lo peor no es que la realidad de martes a viernes las desactualice sino coincidir con lo que los gobiernos digan durante esos días de espera. El martes escribí que el escándalo que tardíamente denunció el clero no era la pobreza sino la riqueza caprichosamente distribuida, con tanta mala suerte, que el viernes sus escribas le hicieron decir a la presi literalmente lo mismo. Plata sobra y no sólo por las tantas 4x4 de los sojeros, sino también por las 4x4, los BMW y las Harley Davidson del entorno de El Calafate, el Minicooper S que le regalaron a la pequeña Kirchner cuando cumplió sus 18, las cincuenta mil propiedades de argentinos en Punta, Miami, Nueva York, París y los Alpes, la casa del nuevo secretario de Cultura en Colegiales y los cerdos que apestan el delta con sus cruceros de un millón y sus lanchas bimotor, los cachés que se paga a payasos del rock por aparecer en eventos oficiales del Estado, provincias y municipios, y cosas como el tren bala que la entonces senadora K comparó con el “orgullo nacional” de las torres y los hoteles cinco estrellas de Puerto Madero. En otra época sucedía lo mismo entre mis columnas de La Voz del Interior y las iniciativas que la semana siguiente los cerebros que escoltaban a Telerman lanzaban como cortina de humo para ocultar la abulia municipal que Macri terminó heredando. ¿Llegaré a convertirme en un Influyente de la estatura de Ricardo Foster? Invocar a Alá siempre es oportuno, así que… ¡Oj-Alá! Con esperanza volveré a recordar a los lectores que un gobierno que promete redistribuir se olvidó de anular el primer decreto de Martínez de Hoz, que en 1976 derogó el impuesto a la herencia. Tal vez el think tank de la presi me lea y esta idea lo inspire aunque pueda perjudicar a la chica del Mini y a Maximito, el adalid de La Cámpora. Cruzo los dedos, y, como buen viejo boludo, me río de los chistes que se me van ocurriendo: “Cámpora era dentista y el jefe de la Cámpora será rentista”. Ja. Otra idea para Ella: miren esta canción: “A Evita le debemos nuestro club./ Por eso le brindamos gratitud./ Saldremos a la cancha con ansias de triunfar./ Saldremos a la cancha como a un feliz altar./ Seremos deportistas de todo corazón./ En la nueva Argentina de Evita y de Perón”. Son del himno del Infantil Evita de 1951. Lo recuerdo completo y lo podría cantar si me llamasen de una radio de Clarín, o del Gobierno. Hay muchas cosas que se pueden hacer con la plata que les quitarán a los jubilados para reemplazar –con otro– el poder del Monopolio Mutimedios todavía hegemónico.
