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Furia y Terminator

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Ficción y realidad. El personaje de ‘Gran Hermano’ y el que interpretó Schwarzenegger. | instagram / cedoc

Es difícil creer que en el casting de los participantes para Gran Hermano 2024, edición que comenzó exactamente el 10 de diciembre cuando asumió Milei, la elección de una persona cuyo sobrenombre es Furia y dice que votó por Milei no haya sido una búsqueda de la producción del programa de asociarse al humor de época y proponer alguna forma de metáfora entre el Presidente y quien pensaban podría terminar siendo la gran protagonista del programa.

La ficción es una de las diferentes formas de construcción de la subjetividad, en su momento de auge los imitadores del programa de Tinelli tuvieron alguna influencia electoral premonitoria. En el reportaje largo de esta edición, Claudia Piñeiro reflexiona sobre la intertextualidad entre el lenguaje de la ficción y el relato político que debería tener “vocación de verdad” y “a veces ni siquiera es verosímil, porque la ficción muchas veces, por lo menos la ficción que yo trabajo, tiene que ser verosímil. Eso quiere decir ‘esto no es verdad’, pero podría serlo”, sostiene Piñeiro.

“Amo ser el topo dentro del Estado, soy quien lo destruye. Odio tanto el Estado...” (Javier Milei)

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Hay ficción muy lucrativa para Hollywood que establece con la audiencia un pacto de lectura que no requiere verosimilitud. Javier Milei se sintió identificado con un producto de esa industria de bienes culturales: Terminator. En sus palabras durante la entrevista que se conoció esta semana al medio norteamericano The Free Press: “Lo que estoy alertando es que no hace falta que el mundo tenga que sufrir semejante debacle para escapar de las ideas del socialismo”. “Y una de las cosas que yo suelo decir es que yo vengo de un futuro apocalíptico para evitarlo. Algo así como la historia de Terminator. De hecho, Schwarzenegger es libertario”. “Amo ser el topo dentro del Estado, soy el que destruye el Estado desde adentro. Es como estar infiltrado en las filas enemigas. Es decir, la reforma del Estado la tiene que hacer alguien que odie el Estado y yo odio tanto al Estado que estoy dispuesto a soportar todo este tipo de mentiras, calumnias, injurias, tanto sobre mi persona como mis seres más queridos, que son mi hermana y mi perros y mis padres, con tal de destruir al Estado”.

No es la primera vez que Milei se identifica con Terminator, quien al destruir un adversario decía: “Hasta la vista, baby”. El Presidente ya lo había hecho a comienzo de año con un meme que lo mostraba como Terminator con la leyenda “Casta la vista, baby”. Pero decir que es un infiltrado en el Estado al que odia tanto para destruirlo cruza cualquier frontera entre el relato y la realidad. En un contexto normal escandalizaría a constitucionalistas y plantearía reparos institucionales de adecuada capacidad para el ejercicio de la función.

Quien lo planteó fue el periodista Marcelo Longobardi, quien con la libertad de consciencia de quien ha confrontado tanto con Néstor y Cristina Kirchner como con Macri, dijo al conocerse este último reportaje a Milei: “¿Es solamente una persona que tiene unos modales que alguien como Viale supone que a alguien como yo no le gustan? ¿O es algo mucho más serio lo que estamos viendo? ¿Está en condiciones de gobernar un país en crisis? ¿O no está en condiciones?”. “Deberá estarlo durante cuatro años. Pero me da la impresión de que la Argentina ha puesto otra vez a un presidente que no está a la altura de las circunstancias”.

El mismo día del controvertido reportaje de Javier Milei  entrevistamos en Radio Perfil  al abogado Eduardo Vacirca, que trabajó varios años junto al padre de Javier Milei. Vicirca sostiene que Alberto Milei siempre le decía que su hijo Javier, al mismo tiempo de tener la inteligencia de un superdotado, resultaba incontrolable y por eso los castigos que le imponía tratando de normalizarlo. Y fue más allá, mencionó hasta la entidad nosológica del síntoma como “trastorno de déficit de atención con hiperactividad”, lo que no significa una enfermedad (etimológicamente del griego, enfermedad antigua que significaba falta de firmeza, algo que a Javier Milei le sobra).

En la introducción del programa de The Free Press –Honesty–, la propia entrevistadora, la periodista Bari Weiss, lo calificó como “una criatura extraña”. Dijo de él: “Ha sido conocido desde la escuela primaria en los años 80 como El Loco, debido a sus arrebatos, que luego lo llevarían al estrellato como celebridad de la televisión, la radio y las redes sociales”. “Pero eso es todo lo superficial. Lo que realmente hace que Milei sea inusual es que es el tipo de animal que puede arruinar cualquier fiesta”. “En un mundo de liberales y conservadores, él no representa a ninguno de los lados. Es ultraliberal en economía, pero de derecha y populista en retórica. Está en contra del aborto, pero está a favor de la legalización de la prostitución. Quiere desregular el mercado de armas y legalizar el comercio de órganos”.

En el fondo Marcelo Longobardi se pregunta si la original iconoclastía que describe la periodista norteamericana es resultado de alguna forma de anormalidad, aunque no sea necesariamente disfuncional para tener éxito en múltiples campos de la vida, pero inadecuado para el ejercicio de la presidencia. Finalmente, la sociedad emitirá su juicio definitivo en función de los resultados que obtengan sus políticas.

Sería ilógico negar que quien prácticamente de la nada llegó a la presidencia del país no cuente con un altísimo nivel de ciertas formas de inteligencia, como todo indica tiene Javier Milei. Hace cuarenta años el profesor de Harvard Howard Garddner clasificó los doce tipos de inteligencias. Javier Milei luce tener una alta calificación en seis de ellas: Lingüístico-verbal, Lógico-matemática, Visual-espacial, Musical-auditiva, Corporal-kinestésica y Creativa (crear lo nuevo).

“Argentina puso otra vez un presidente que no está a la altura de las circunstancias” (Longobardi)

Está por verse en las restantes seis: Interpersonal (capacidad de la empatía), Intrapersonal (autoconocimiento), Naturalista (sensibilidad al mundo natural), Emocional (manejar emociones propias y ajenas), Existencial (sentido de la vida) y Colaborativa (trabajo en equipo).

En la mitología romana Furias eran los genios malignos (diosas violentas para los griegos). La traducción de Terminator es exterminador. Veremos adónde lo conduce el odio que siente por el Estado y qué logra exterminar Javier Milei.